El Govern se ha reunido esta mañana para ultimar la declaración de independencia de Cataluña. Durante la reunión de la Mesa, el máximo órgano de gobierno de la cámara catalana ha recibido la comunicación oficial del Govern sobre los resultados del 1-O, suscrita por el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, el conseller de Presidencia y portavoz del ejecutivo catalán, Jordi Turull, y el de Exteriores y Relaciones Institucionales, Raül Romeva, según han explicado fuentes parlamentarias.

El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, tiene este martes ante sí uno de los días más difíciles de su carrera política. En la agenda está subrayado en rojo que debe declarar la independencia de Cataluña, pero la marcha desaforada de empresas hacia otras comunidades, la amenaza de ir a la cárcel ante la comisión de un delito, así como la inconsistencia general del proyecto independentista han hecho que reconsidere esta declaración unilateral y esté pensando en una declaración simbólica.

Puigdemont podría ser acusado de los delitos de prevaricación, malversación, desobediencia, sedición y rebelión.

Pero lo tiene difícil porque sus socios de Gobierno le han dicho de forma clara y contundente que la declaración de independencia “debe ser aprobada mañana (por este martes)” y que la CUP “no entendería un aplazamiento” ni tampoco que fuese un texto “meramente retórico y sin efectos inmediatos”. Ya han advertido de que no apoyarán una eventual declaración de independencia de aplicación diferida, es decir, paulatinamente.

El diputado de la formación antisistema Benet Salellas ha insistido este lunes en que “hay que aplicar los resultados del referéndum vinculante del 1-O, y esto significa aprobar una declaración de independencia”. Salellas ha admitido que no le ha gustado nada a la CUP conocer los posicionamientos expresados en las últimas horas por la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, o el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila.

Ambos dijeron el viernes pasado que la prioridad ahora debe ser la mediación entre la Generalidad y el Gobierno central y recomendaron a Puigdemont que frene la proclamación de independencia porque “hay que hacer las cosas bien” y porque “hay que reflexionar sobre si las prisas pueden estropear un buen sueño”.

Sobre el texto de la declaración, Salellas ha explicado que recoge alguna aportación de la CUP al texto inicial propuesto por JxSí, pero que todavía se estaba negociando. Fuentes cercanas al Parlamento catalán han informado de que Puigdemont estaría pensando en hacer una declaración simbólica de independencia, sin someterla después a votación.

Con esta fórmula, el presidente de la Generalidad se escaparía de la cárcel, pero no de la responsabilidad política contraída con su electorado y sus socios de Gobierno. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha convocado este martes, a partir de las seis de la tarde, a los soberanistas en las inmediaciones del Parlament, coincidiendo con la comparecencia de Puigdemont, y ante una eventual declaración unilateral de independencia.

Pese a la incógnita ante lo que haga y diga Puigdemont en la cámara catalana, el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, ha afirmado que la “credibilidad y la dignidad aconsejan hacer la declaración de independencia”. Ha sido claro al afirmar que la declaración de independencia es la “única salida” al conflicto de Cataluña, algo que ha agregado presión sobre el presidente de la Generalidad.