La rebeldía juvenil

En junio de 1967, los amantes del rock y el pop dieron la bienvenida al octavo álbum de estudio de la banda británica Los Beatles, Sargento Pimienta.

La obra musical pronto se ubicó en los primeros lugares de popularidad y se significó porque integró baladas, música psicodélica, music hall y orquesta sinfónica, elementos que hasta el momento eran poco comunes y divergentes.

Sargento Pimienta fue grabado en los hoy legendarios estudios de Abbey Road en Londres entre noviembre de 1966 y abril de 1967.

Es uno de los discos más vendidos con 32 millones de copias y en 2003 la revista Rolling Stone situó a Sargento Pîmienta en el número uno de su lista de los 500 más grandes álbums de todos los tiempos.

El doctor Guevara

El icono revolucionario y contestatario más significativo de la rebeldía juvenil de los años sesenta fue Ernesto Che Guevara, Ernesto Guevara de la Serna, argentino de origen pero que adoptó la ciudadanía “latinoamericana” para significarse que su lucha revolucionaria era de carácter continental.

Fue destacado comandante de la Revolución Cubana, alto funcionario del gobierno comunista e irredento guerrillero. Quiso extender sus ideas libertarias a Africa y el sur de América. En ambos proyectos fracasó, pero su imagen iconoclasta desbordó fronteras.

Falleció el 9 de octubre de 1967, a la edad de 39 años —nació en Argentina en 1928— a manos del ejército boliviano que lo ejecutó en una modesta escuela rural en la población de La Higuera, Vallegrande, en el sudeste de Bolivia.

Fue médico de profesión, periodista, teórico de la revolución, viajero desde muy joven, cuando recorrió todo el subcontinente americano que lo llevó —en una motocicleta— desde su natal Argentina hasta México.

Un hombre de su tiempo.

El mítico Macondo

El 5 de junio de 1967, la editorial argentina Sudamericana dio a la luz pública la novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Cien años de solead, obra a la que en un principio se le quiso llamar La casa.

Rechazado originalmente el manuscrito por la prestigiada casa editora barcelonesa Seix Barral —“esa novela no va a tener éxito… y no creo que sirva”, dijo Carlos Barral—, los originales mecanográficos llegaron a manos de Francisco Porrúa, director de Sudamericana —“se trataba de una obra excepcional”— y sin mediar mayores trámites lanzó la novela al mercado literario —desde “la primera línea, con el primer párrafo, la publicación ya estaba decidida…”

Cien años de soledad se escribió entre 1965 y 1966 una vez que García Márquez se avecindó en la Ciudad de México, y desde un principio la novela fue recibida por crítica y público con beneplácito. Su tiraje inicial fue de 8 mil ejemplares y a la fecha se estima que ha vendido 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a 35 idiomas.

Cien años de soledad consagró a García Márquez con el Premio Nobel de Literatura en 1982 y la novela está catalogada entre las cien mejores obras literarias del siglo XX.