La Academia Sueca ha dado a conocer este jueves el fallo del Nobel de Literatura 2017, que ha recaído en Kazuo Ishiguro, escritor británico de origen japonés.

En sus novelas “de gran fuerza emocional”, dice el fallo, Ishiguro “ha descubierto el abismo bajo nuestro sentido ilusorio de conexión con el mundo”.

El escritor nacido en Nagasaki, en 1954, se trasladó en 1960 a vivir a Reino Unido cuando su padre fue contratado por el gobierno británico. Cursó estudios en las Universidades de Kent y East Anglia, licenciándose en Filosofía y Literatura Inglesa. A continuación, como otros escritores de su generación, siguió un curso de creación literaria con Malcolm Bradbury.

Comenzó su carrera literaria relativamente tarde, a los 24 años, escribiendo relatos cortos y obras para la televisión. Hasta entonces su ambición había sido convertirse en letrista y músico de rock, tareas en las que no tuvo éxito.

En 1981 publicó su primera novela, Pálida luz en las colinas. Es la historia de una japonesa de mediana edad que vive exiliada en Ingalterra, y que tras el suicidio de su hija mayor, siente la necesidad de contar su vida y la de una amiga en el Nagasaki de la inmediata posguerra. Con ella obtuvo en 1982 el premio Winifred Holtby Memorial.

Su segunda obra, Un artista del mundo flotante obtuvo en 1984 el premio Whitebread. En ella se relata la historia de un pintor japonés anciano que realiza una mirada retrospectiva a su vida, enmarcada en la Segunda Guerra Mundial. En sus dos primeras novelas están presentes sus orígenes, si bien sobrepasan esa frontera para abordar problemas universales del hombre. El propio autor afirma que le gustaría se considerado un escritor internacional.

En 1988 publica Los restos del día por la que recibió el premio Booker Prize. Con esta novela Ishiguro rompe su tradición de ambientar sus relatos con personajes y situaciones orientales. En esta ocasión narra las experiencias de un mayordomo, Mr. Stevens, personaje típicamente británico, que trabaja para un lord pronazi en la Inglaterra de Eduardo VIII.

Se le considera integrante de una nueva generación de escritores británicos, que han superado viejos credos imperialistas, su nombre se une al de escritores como Salman Rusdie, Julian Barnes, Martín Amis o Timothy Mo.

Es autor de siete novelas –Páli­da luz en las colinas (Premio Winifred Holtby), Un artista del mundo flotante (Premio Whitbread), Los restos del día (Premio Booker), Los inconsolables (Premio Cheltenham), Cuando fuimos huérfanos, Nunca me abandones (Premio Novela Europea Casi­no de Santiago) y El gigante enterrado– y un libro de relatos –Nocturnos–. Todos ellos han sido publicados por Anagrama.