Como hemos estado observando, el fenómeno de los independientes se está saliendo de control y corre el riesgo de convertirse en una gran vacilada. Al cierre de la convocatoria se habían registrado 85 aspirantes, pero el primer día el INE redujo la lista a 40, ya que el resto no cumplía con todos los requisitos.

¿Cómo comenzó la figura del candidato independiente? ¿Cuáles son los antecedentes de la figura Ross Perot mexicana?

Cuando José López Portillo era candidato del PRI a la Presidencia de la República, acostumbrado a la victoria segura, se le ocurrió la puntada de asegurar que un solo voto bastaba para que se concretara su victoria; esto no le gustó mucho a los estadounidenses, por ello, con el propósito de darle cierta legitimidad al proceso electoral, se propuso al luchador social Valentín Campa como su adversario en las elecciones, como una especie de candidato independiente.

Después, en las elecciones de 2000, Gilberto Rincón Gallardo quiso participar en las elecciones, pero en el PRD el candidato elegido sería Cuauhtémoc Cárdenas, por eso se lanzó de independiente; sin embargo, como aún no existía el marco legal que le garantizara su inscripción como candidato, después de renunciar al PRD formó junto con un grupo de intelectuales y militantes de diversas ramas de la izquierda el partido Democracia Social.

Después de estas elecciones, Jorge Castañeda comenzó activamente a promover una iniciativa que sentó un precedente para posteriormente reformar la ley electoral; ahora cualquier ciudadano puede anotarse para contender por un puesto de elección popular después de cumplir ciertos requisitos.

 En las pasadas elecciones, las arrasadoras victorias de Pedro Kumamoto y Jaime Rodríguez, el Bronco sembraron en muchos una semillita de esperanza y ambición: ser candidatos sin el respaldo de un partido político.

Pero la figura del candidato independiente corre el riesgo de convertirse en una vacilada. Lo que nos lleva a las siguientes reflexiones:

Primero, ante el gran número de aspirantes que se registraron ante el INE, pudimos observar que se presentaron una gran cantidad de propuestas carentes de seriedad y sentido.

En segundo lugar, qué tan independiente es un candidato como Margarita Zavala, quien apenas hace un mes era una panista de cepa, que ante la vanidad y el orgullo del líder de su partido, Ricardo Anaya,  se vio “obligada” a renunciar al PAN  y presentar su candidatura independiente.

Su principal argumento es que era la precandidata panista mejor posicionada en todas las encuestas, ahora esto se confirma un poco, de acuerdo con la más reciente encuesta de El Financiero, el “efecto Zavala” hizo que el Frente Amplio bajara al tercer lugar en las preferencias de los electores.

Que ponga atención Enrique Ochoa Reza, porque en el PRI corren el riesgo de cometer el mismo error, ya que desde hace varios meses, es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong el mejor calificado en las encuestas.

Por último, desde el lunes pasado comenzó el proceso para recabar las 866 mil 593 firmas que requieren para que en febrero puedan solicitar su registro como candidato independiente.

Es decir, si los 40 candidatos independientes que recibieron su constancia para recabar firmas logran reunir las firmas requeridas, juntarían 34 millones 663 mil 720 firmas, es decir 69 por ciento de los votos de la última elección presidencial.

Siendo realistas los aspirantes que en verdad tienen posibilidades de conseguir las firmas son: Margarita Zavala debido a su fiel militancia panista y a la red electoral que el propio Felipe Calderón formó durante su mandato.

Jaime Rodríguez, el Bronco, porque ya  fue candidato independiente y conoce la forma de conseguir el apoyo ciudadano, además de que aún cuenta con el respaldo de algunos poderosos empresarios de Nuevo León.

Quien podría dar la sorpresa sería Marichuy Patricio, ya que cuenta con una gran base social, es decir el Congreso Nacional Indígena.

Quizás el periodista Pedro Ferriz de Con y  Armando Ríos Piter, quienes al parecer tienen recursos y respaldo social y empresarial.

En caso de que estos cinco candidatos obtengan el registro como candidatos,  se sumarían a los de Morena, PRI y el Frente Amplio, es decir,  ¡estaríamos hablando de una elección de ocho candidatos!