Cuidar las finanzas públicas es la mejor defensa que puede tener el país en caso de que se termine el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), afirmó el secretario de Hacienda, José Antonio Meade.
Durante su participación en el Foro Impulsando a México, señaló que para México el mejor “Plan B” si termina el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, sería una buena política fiscal y monetaria.
Destacó que si México sólo fuera una plataforma de exportación, el ruido del TLCAN sería mayor, pero el país puede ver estas negociación con tranquilidad, pues cambió y fortaleció sus instituciones.
Aseguró que hoy en México se habla de exportaciones, pero también se habla de telecomunicaciones y de mercado interno. “No se entiende el México de hoy sin la reforma energética, al amparo de la cual tenemos comprometidos más de 80 mil millones de dólares de inversión para la siguiente década y esperamos 20 mil más antes que termine la administración”.
Meade destacó que pese a las complicaciones de la modernización del TLCAN, el escenario principal para el gobierno es una negociación positiva.
Explicó que “es cosa de que el tiempo se acabe para que nos pongamos de acuerdo (…) es natural que afloren diferencias que generen tensiones y especulaciones de cómo habrá de terminar, pero el mejor resultado es que tengamos un tratado de libre comercio modernizado que recoja las preocupaciones de los tres países”.
Sin embargo, aceptó que la incertidumbre por la renegociación impacta al tipo de cambio.
Además, reconoció que más de la mitad de las importaciones no provienen de Estados Unidos, aunque las exportaciones sí están concentradas.
Al exponer su opinión sobre la reforma fiscal propuesta por Donald Trump, Meade señaló que es necesario evaluar la situación de ambos países para ver el efecto que tendría en México, pues aun si desaparecieran el ISR –Impuesto Sobre la Renta- de empresas, la carga sobre el capital seguiría siendo mayor allá.
(Con información de El Financiero)