La corrupción lleva infinitos disfraces. Frank Herbert

México ocupa el primer lugar de los países latinoamericanos más corruptos, le siguen República Dominicana y Perú; estos son los tres primeros lugares, la cuarta posición se la disputan Venezuela y Panamá, según la investigación mas reciente de la organización no gubernamental Transparencia Internacional.

El trabajo de estudio e investigación se denomina “Las personas y la corrupción: America Latina y el Caribe”. Y consistió en elaborar una muestra amplísima de encuestas realizadas a más de 22 mil personas en 20 países del continente. Según datos arrojados, el 29 por ciento de los encuestados revela que ha tenido que pagar un soborno, cálculos de esta ONG reflejan que el universo de personas que habrían sobornado en un año rondaría los 90 millones.

Para la mayoria de los participantes en este ejercicio, la corrupcion sigue en aumento y es fruto de malos gobiernos y peores politicas públicas, sin embargo también perciben que tiene que ver con una marcada apatia de la ciudadania en general que, a pesar de sufrir los daños de manera directa en los principales servicios públicos que debe recibir, como salud, educación, seguridad publica y programas de desarrollo social, no se involucra ni exige que las cosas cambien.

En el caso de nuestro país más de 51 por ciento reveló que ha tenido que ser parte de la corrupción al pagar sobornos por trámites o recibir ayudas de las autoridades. Los datos son estremecedores. En proporción, mas de la mitad de la población de nuestro pais estaría incurriendo en estas graves conductas que dañan las instituciones, pero principalmente a los ciudadanos y al tejido social.

La percepción ciudadana refleja que la autoridad en los países de América Latina hacen muy poco para combatir la corrupción y que por el contrario, en muchos países, esta misma es impulsada por funcionarios deshonestos desde dentro de los gobiernos y sus instancias de programas y servicios.

Nos encontramos en medio de un paradoja. ¿Quién podrá confiar en las autoridades señaladas de corrupción para que sean ellas mismas las que manejen los recursos para los programas de reconstrucción? Resulta algo que no tiene sentido o bien que se tendrá la certeza de que esos recursos serán desviados o utilizados para acrecentar las fortunas personales de los empleados directos encargados de su manejo y distribución.

La información que instituciones tan serias como Latinobárometro  y Market Research, encargadas directas de la investigación, nos obligan a todos a entrar en una profunda reflexión sobre lo que estamos padeciendo y que cada vez crece sin control. Sin embargo, reflexionar solo es el primer eslabón de la larga cadena de acciones que se deben tomar para combatir la corrupción, uno de los principales males de este siglo que desafortunadamente hoy nos otorga el deshonroso primer lugar.

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