Uno de los problemas bilaterales entre México y Estados Unidos ha sido el narcotráfico y su influencia regional. Por una parte, nuestro país ha sido la puerta de entrada de sustancias psicotrópicas pero, a su vez, la Unión Americana ha sido un mercado muy apreciable para estos productos ilegales. Este martes, la Agencia antidrogas (DEA) señaló que los grupos narcotraficantes son la principal amenaza que enfrenta el pueblo estadounidense.

En su informe anual, el organismo puso el dedo sobre la llaga al asegurar que los grupos delictivos mexicanos operan en “lucrativos” corredores de tráfico, principalmente en la frontera suroeste del país, un hecho que les permite introducir “significativas cantidades” de heroína, cocaína, metanfetaminas, marihuana y posiblemente fentanilo, un narcótico sintético 50 veces más potente que la heroína.

“Las organizaciones delictivas trasnacionales mexicanas siguen siendo la mayor amenaza criminal en materia de drogas para Estados Unidos; no hay ningún otro grupo que actualmente esté posicionado para desafiarlas”, señaló.

En su reporte “Evaluación Nacional de Amenaza de Drogas”, la institución antidrogas denunció que estos grupos criminales controlan las rutas de transporte y distribución en territorio estadounidense. Asimismo, señaló que se han extendido a otros estados norteamericanos como Nueva Inglaterra, en la costa este del país.

“Los cárteles mexicanos probablemente continuarán manteniendo una influencia dominante en la importación y distribución al por mayor de mariguana, cocaína, metanfetamina y heroína en los mercados de Estados Unidos a corto plazo”, dijo.

La DEA aseguró que existen seis cárteles mexicanos que se han apoderado del mercado de drogas en Estados Unidos: el de Sinaloa, que es el más fuerte, el Cártel Nueva Generación de Jalisco, que se ha fortalecido mucho, así como el Cártel de Juárez, el Cártel del Golfo, Los Zetas y la Organización Beltrán-Leyva.

Todos ellos han alcanzado un grado de desarrollo en infraestructura logística para producir, procesar y transportar en casi todo el territorio mexicano y de intercomunicación, donde los grupos se reporta directamente a los capos en México o lo hace de manera indirecta a través de intermediarios.