A un mes del referéndum que desencadenó la crisis con el gobierno español, Cataluña no se decide a convocar elecciones o a declarar su independencia. Por una parte, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, descartó con toda la presión en su cuello unos nuevos comicios por considerar que no existen garantías para que se realice este proceso en autonómico. Por otra, tampoco se ha atrevido a aclarar si se pronuncia por una independencia en momentos en que pende sobre él la amenaza de activar el artículo 155, con el que el gobierno español buscará recuperar la autonomía de esa región. Ante el parlamento catalán, el mandatario local dijo que “no aceptaba estas medidas [del 155] por injustas”.

Mientras esto pasaba en Barcelona, en Madrid, la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, se reunía con la comisión encargada de la aplicación de la polémica legislación que, por primera vez en su historia actual se aplicaría contra una región autonómica.

El artículo 155 está obligado, primero que todo, a garantizar el cumplimiento constitucional y las leyes para la protección del interés general, es decir, la federación en sí, el país como un todo. Faculta al Estado a ordenar a las autoridades políticas catalanas a adoptar medidas de bloqueo o de presión, pero no le permite usar la fuerza ni disolver órganos institucionales en esa región autonómica. Esto significa que el Estado procedería a suspender la ejecución de acuerdos o resoluciones de los órganos autonómicos, iniciar un bloqueo económico y a suspender convenios establecidos entre el Estado y la región.

Como quiera que sea, por la vía administrativa o punitiva, la aplicación del artículo 155 no parece convenir en nada a los intentos de Cataluña por separarse del Reino de España. Casi concluyendo la reunión del parlamento catalán y antes del cierre de esta edición, Puigdemont descartó el “adelanto electoral”, dejando en el aire el futuro de la provincia.

Poco antes de terminar la consulta, se supo que el Partido Popular  dialogaría con el Partido Socialista Obrero Español para abrir la puerta a una renuncia a una Declaración Unilateral de Independencia, lo cual permitiría detener la aplicación del 155, sobre todo si se acuerda convocar a elecciones autonómicas en la región.

Ya hay daños económicos: José Oneto

Para José Oneto, consejero editorial de la plataforma virtual La República.com, el daño a la tranquilidad política en la que se encontraba la Constitución española ya está hecho y forzará la situación a revisar el caso de las Autonomías.

Asimismo, advierte que en este momento, la situación de Cataluña ya comenzó a deteriorarse en el aspecto económico comercial y sin haberse aplicado la ley 155 por parte del gobierno español.

Por su parte, el internacionalista de la Universidad La Salle, Bernardino Esparza, afirmó que hasta el momento se ha buscado paralizar la aplicación de esa legislación inédita para no intervenir en esa región. Sin embargo, advirtió que el gobierno español no puede retrasarla por más tiempo por lo que la pelota se encuentra en la cancha catalana, la cual deberá decidir en breve si convoca a elecciones y se prepara para una intervención estatal más directa y abierta.

¿Cuál es su perspectiva sobre la cuestión catalana?

Mi perspectiva es que estamos ante un problema con el que debemos convivir, que se intentó arreglar en la transición creando el Estado de las Autonomías, un Estado en el que Cataluña siempre ha exigido más y más. Hasta que no se reforme la Constitución, legalmente es imposible una puerta en Cataluña para la independencia. Habría que cambiarla o hacer partícipe de ese referéndum a todos los españoles. En Escocia el referéndum fue posible porque, según la Constitución del Reino Unido, la soberanía reside en el Parlamento. En España la soberanía, según la Constitución, reside “en el pueblo español”, no en el pueblo catalán ni en el pueblo vasco o en el pueblo andaluz. De ahí la posición del PSOE de proceder a una reforma constitucional que comenzará a estudiarse en las próximas semanas, si el resto de los partidos la acepta. La salida de Cataluña de España sería tan anormal como la salida de Illinois de Estados Unidos.

¿Cuál sería el Impacto de la independencia catalana en España?

De hecho, ese impacto ya se está produciendo en las cifras de crecimiento, cifras que han tenido que ser corregida a la baja por las autoridades españolas. Concretamente, en el plan presupuestario remitido la semana pasada a la Comisión Europea se incluyen unas previsiones de crecimiento de 2.3 por ciento del PIB, tres décimas menos que las anteriores, y de 2.2 por ciento de déficit público, una décima por encima del objetivo comprometido con Bruselas.

Sin embargo, el impacto es peor para Cataluña en tanto se ha producido una alarma económica generalizada, y más de mil empresas se han instalado fuera del territorio catalán, incluidos los dos grandes bancos catalanes: Sabadell y Causaban. La salida de efectivo de todos los bancos ha llegado a ser alarmante y no hay que descartar un “corralito” en el caso de que se lleve a cabo la independencia. Cataluña, fuera de Europa, sería un desastre ya que sus productos se encarecerían y no habría cobertura para hacer frente a la crisis bancaria que se produciría.  Pero el daño ya está hecho: todas las empresas que se han ido ya no volverán porque no tienen confianza en una normalización política.

En caso de aplicar el artículo 155, ¿cómo operaría y cuál sería su objetivo?

Se trata de un artículo de la Constitución que está pendiente de desarrollo desde 1978, pero que nunca se pensó que entraría en vigor. Se ha convertido en un mecanismo puramente disuasorio y va ser muy difícil de aplicar porque habrá una reacción masiva de desobediencia civil y no hay que descartar que todo desemboque en un salida a la ucraniana, modelo con el que trabajan los que verdaderamente mandan en Cataluña: el partido antisistema Cup, Esquerra Republicana  de Cataluña y los dos movimientos de masas: Asamblea Nacional de Cataluña y Omnium Cultura, cuyos dirigentes están en prisión acusados de delitos de sedición. El artículo 155 se sabe cómo empieza pero se ignora cómo puede terminar, y puede acabar con una Plaza Maidan como en Kiev.

Ante los ojos de la comunidad internacional, ¿cree usted que España use la fuerza para establecer el control en esa región autonómica?

Si hay ocupación de aeropuertos, estaciones de autobuses, trenes y centros vitales para el funcionamiento económico de la Autonomía (un plan que no es una fantasía sino que forma parte de documentos de la ANC), entonces la policía no tendrá más remedio que actuar. Además procurarán que sean los Mossos, tras los cambios que se producirán en sus mandos, vista la actuación pasiva con la que cumplieron las órdenes judiciales en los Colegios electorales el 1 de octubre, día del referéndum, quienes se encargarían de intervenir.

Las previsiones son que las fuerzas de orden publico hagan un uso proporcionado de la fuerza pero, dada la situación prerrevolucionaria que está viviendo Cataluña, todo puede pasar…

La unidad es indisoluble: Bernardino Esparza

 ¿Cómo interpreta la cuestión catalana? —se le pregunta al internacionalista Bernardino Esparza de la Universidad La Salle.

El problema de Cataluña se va más por el lado político y del derecho de todo el pueblo catalán a votar sobre una decisión que es importante; sin embargo, el tema que está a discusión es sobre lo que dice la Constitución Política de España, promulgada en 1978, la cual da un paso importante para establecer un Estado democrático-social de derecho en el caso de España, y esa Constitución española habla de las comunidades autonómicas, entre ellas: Cataluña. También aclara que esta no se puede separar, al hablar de la indisoluble unidad de la nación española.

El Tribunal Constitucional del Gobierno Español Central impugnó esa ley de referéndum que va en contra de la votación de separación de Cataluña el primero de octubre; cuando precisamente el presidente Puigdemont declaró la independencia. En su discurso habla de convocar a un diálogo, se entiende inmediatamente que el presidente Mariano Rajoy toma la palabra y le dice: “bueno, me parece muy bien; tienes plazo hasta el día de mañana (19 de octubre de 2017) a las 10 hs para que en lugar de estar hablando de una separación de España, convoques al pueblo catalán para que elijan un nuevo gobierno y, a más tardar, tendrían que darse esas elecciones el próximo 17 de diciembre”.

Este es un tema muy importante, porque la Constitución está sobre todas las cosas y los españoles tienen sus derechos fundamentales; esa sentencia que iba en torno a hablar que es inconstitucional; la ley del referéndum de Cataluña se refiere a que viola también los derechos fundamentales de todos los ciudadanos catalanes.

¿Qué pasaría si Cataluña opta por la independencia?

Respecto de la declaración o no declaración de independencia por el presidente de Cataluña, lleva un proceso, porque el presidente Mariano Rajoy decreta unas medidas que propone al Senado de España para que las apruebe y están en el proceso legislativo de su aprobación.

Ahora bien, ¿cuáles son este tipo de medidas? En principio dicen que hay que proceder al cese del presidente, vicepresidente y consejeros de la Generalitat de Cataluña, además de destituirlos. También, sería asumida la responsabilidad por los ministros del gobierno de Rajoy, (allá le llaman ministros a lo que nosotros le llamamos secretarios de Estado), y ya entonces se podría convocar a elecciones en Cataluña.

La Constitución de España es muy clara, habla de la soberanía, de la indisoluble unidad de España y eso es importante en el ámbito constitucional y legal y, por lo tanto, yo considero que se apliquen este tipo de medidas, se aprueben en el Senado y Carles Puigdemont continúe insistiendo por la independencia.

Se habla de la aplicación del artículo 155, ¿cómo operaría y cuál sería su objetivo?

El gobierno se ha resistido y por eso se presenta la convocatoria de Mariano Rajoy a Cataluña. Dice el artículo 155: “si en dado caso no cumple las obligaciones que están estipuladas en la Constitución una comunidad autónoma que es Cataluña”, pues indiscutiblemente el gobierno tomará las riendas de esta característica que es que cumplan las obligaciones, por eso se habla incluso de unas personas que convocaron a una independencia (Jordi Sánchez y Jordi Cuixart), los cuales son de unos movimientos de la Asamblea Nacional Catalana, y que están encarceladas, porque rompieron con el pacto de la propia Constitución, y justamente ese artículo no ha sido aplicado por el presidente para no intervenir en esa autonomía, pero están llegando a los límites para que en su momento se aplique si, en dado momento, no se convoca a elecciones como lo está pidiendo el Gobierno Central.

Ante los ojos de la comunidad internacional, ¿cree usted que España use la fuerza para establecer el control en esa región autonómica?

Se está afectando la economía, por supuesto, que en caso de que se lleguen a separar, la Unión Europea no les va a reconocer este tipo de separación.

La mayor parte de la Unión Europea y los ministros de la Unión Europea están apoyando al gobierno español y, por supuesto, al Estado de derecho; España y la Unión Europea tienen instituciones fortalecidas, pero sobre todo está la Constitución que le otorga esta institucionalidad, por lo tanto, no están de acuerdo. El planteamiento es hasta dónde van a llegar si no respetan la ley, por lo que en ese caso habrá consecuencias.