Carles Puigdemont no comparecerá finalmente ante el Senado. Así lo ha confirmado la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, quien este miércoles ha comunicado a los grupos en la Cámara catalana que el presidente de la Generalidad no acudirá a la Cámara Alta para defender sus alegaciones contra el artículo 155 de la Constitución.

Diversas fuentes soberanistas habían apuntado que la decisión de Puigdemont de acudir este jueves por la tarde al Senado ya estaba tomada, pero finalmente, el presidente catalán estará a las 16:00 horas en el pleno monográfico del Parlament para responder al 155. Tan es así, que la propia Forcadell había convocado este pleno específicopara las 10.00 horas, lo que permitía a Puigdemont comparecer a las 17;00 horas ante la comisión de 27 senadores.

El cambio de hora no ha gustado a Ciudadanos, que ha pedido una reunión de la Junta de Portavoces para reclamar que el inicio de la sesión plenaria se mantenga para la mañana.

Según fuentes parlamentarias, el pleno empezará con la intervención de un representante de Junts pel Sí (JxSí) y otro de la CUP, que por espacio de 15 minutos cada uno explicarán los motivos de su petición del pleno específico. A continuación podrá intervenir Puigdemont sin limitación de tiempo y después será el turno de los portavoces de cada grupo, que tendrán media hora cada uno.

Fuentes soberanistas han asegurado que las propuestas de resolución derivadas del pleno se votarían ya el viernes.

Estos cambios repentinos en las previsiones para los próximos días también han alterado los planes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), que a lo largo de la mañana ha modificado su movilización, inicialmente convocada para mañana por la tarde. Posteriormente, la entidad soberanista ha convocado para el viernes a las 12.00 una concentración “para defender la república” catalana, delante del Parlament, ante la posibilidad de que el pleno de la cámara catalana acabe aprobando una declaración unilateral de independencia (DUI).

¿Declarará la independencia?

Las fuerzas separatistas se reunieron hasta la madrugada en la noche del martes al miércoles para debatir el próximo paso a dar en su pulso al Estado. Carles Puigdemont tiene sobre la mesa tres posibilidades: hacer una declaración unilateral de independencia, convocar unos comicios autonómicos o las dos cosas, es decir, proclamar la república catalana y convocar unas elecciones constituyentes.

Se trata, en cualquier caso, de una oportunidad más para ceder a las presiones de sus socios de Gobierno, que insisten en que el único camino es la declaración de independencia.

Tome la opción que tome, parece que ninguna de estas tres posibilidades podrían detener la aplicación del 155 por parte del Gobierno, que mantiene un acuerdo con los tres partidos constitucionales que comenzaba a romperse este martes, debido a las discrepancias del PSOE, al que le bastaría con una convocatoria de comicios autonómicos para revocar las medidas contempladas en el artículo constitucional.

En Madrid, el Senado sigue trabajando en la aplicación del 155 y ha invitado al presidente de la Generalidad a un cara a cara con Mariano Rajoy que podría celebrarse el viernes. Sin embargo, parece que el president ha decidido comparecer en el Parlament para proclamar la independencia. En todo caso, el calendario es apretado porque el artículo 155 entraría en vigor con su publicación en el BOE el sábado. Parece que nada podrá detenerlo.