La renuncia de Raúl Cervantes a la PGR, pese a ser algo pactado, revela en realidad un plan detallado para que desde la Presidencia Peña Nieto pueda colocar a un fiscal transexenal que le cubra las espaldas a él y a su grupo.
Tal es la visión que sobre este tema compartió con Siempre! el senador Miguel Barbosa Huerta, para quien también hay que mantener en la atención el tema de Odebrecht y su cauda de corrupción, pues es un elemento que incidió en la dimisión del funcionario.
El objetivo, asegura, es garantizar una protección transexenal en especial para los grupos que han estado involucrados en uno de los casos más polémicos que ha causado estragos en la clase política de México y de América Latina.
Plan presidencial
Barbosa confiesa que no fue sorpresiva, pese a que así se manejó en algunos medios, la renuncia de Cervantes, pues de inicio la califica como pactada y como parte de un plan para que, a fin de cuentas, se elija a un Fiscal afín a quienes calificó como los “hombres del poder”.
“El ambiente que rodeaba a Cervantes como titular de la PGR, no era favorable. Lo veo como un acto de honestidad de quien desea contribuir al inicio de una nueva etapa, así lo veo, sin embargo perfectamente identificó cual es el propósito del gobierno: tiene una prioridad, la más importante para el resto del periodo, la designación de un fiscal general que cuide a los hombres del poder cuando no sean gobierno”, ejemplificó nuestro entrevistado.
El legislador poblano señaló que necesitan un fiscal transexenal que pueda garantizar la impunidad que necesitan, “el artículo 16 transitorio establece que cuando esté en vigor la Ley de la Fiscalía General de la República, el procurador se convertirácorr en Fiscal, es el llamado pase automático, pero cuando renuncia Raúl Cervantes como parte de un plan, lo que está haciendo el gobierno es quitar al beneficiario del pase”.
Así, describe el también presidente del Instituto Belisario Domínguez, con la renuncia de anula el llamado pase automático, lo que obliga al Senado a presentar una lista de 10 nombres al presidente para que elija de ellos una terna para que la cámara alta vote por alguno de ellos.
“Lo que se va a impulsar dentro de lo que llamo plan maestro, es la aprobación de la Ley de la Fiscalía, para que cuando entre en vigor en ese momento inicie la designación del nuevo fiscal”, indicó para agregar que “se trató de una renuncia pactada en el Poder, eso lo sé, porque Cervantes advirtió que dejó armado el caso de sobornos en México en los que el actor principal es Emilio Lozoya, porque involucra a los actuales hombres del poder”.
Así, el objetivo es garantizar una protección transexenal en especial para los grupos que han estado involucrados en uno de los temas que más polémica ha causado en fechas recientes: Odebrecht.
Corrupción multipartidista
La empresa brasileña se especializó en sobornar funcionarios de varios países para obtener contratos. En México, de acuerdo a los datos que han salido a la luz, estarían involucrados militantes de al menos tres partidos.
Barbosa compartió con este medio que, según la información que ha recibido, hay sospechas de que parte de los recursos que habría recibido el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya —presuntamente sobornado por Odebrecht—, tuvieron como destino la campaña presidencial del PRI en 2012.
Raúl Cervantes era el abogado de dicho partido en esa campaña, de ahí la lentitud para procesar el caso y la decisión de marcharse cuando se podría dar a conocer más información del caso.
“Solamente falta corroborar una prueba en Europa para dar a conocer toda la red de sobornos que existieron en México, y puede ser una de las razones de la salida de Cervantes, porque evidentemente se puede encontrar que Emilio Lozoya recibió dinero y que su destino fue la campaña de Enrique Peña Nieto. Si eso ocurre, Cervantes pudo conocer hechos que se pudo guardar, porque no se va satisfecho y deja plantada una información que puede ser la causa de su renuncia”, completó.
Así, ante la acumulación de pruebas en su contra, los “hombres del poder” decidieron trazar una ruta para contar con un fiscal a modo, removiendo uno de los obstáculos que generaba más presión social, el pase automático.
Pero para que esto funcione, se necesita el concurso del PAN —no de los autodenominados rebeldes en el Senado, a quienes calificó de simples fans de Meade—, porque el PRI por sí mismo no reúne las dos terceras partes de los votos necesarios para elegir al nuevo fiscal.
“Ese tipo de decisiones, cuando se toman, ya forman parte de un plan de acción que involucra al gobierno, su partido y al PAN, lo que se busca es tener un Fiscal a modo puesto por los dos partidos. No puede pensarse que el gobierno va a caminar en esa ruta sin que tenga asegurados los dos tercios de la votación, por eso Peña Nieto dijo la noche de la renuncia que se iba el nombramiento hasta el 2018, pero después reculó. ¿Qué va a pasar? Que van a tratar de poner al Senado en el centro, mediante una presión mediática, acerca del tema del nombramiento, pero generando una ruta en la que no se siga peleando por el pase automático, aprobando la Ley de la Fiscalía y poniendo en marcha el procedimiento para el nombramiento del nuevo fiscal”, concluyó.
Los motivos de Cervantes
Raúl Cervantes prefirió dejar la PGR antes de ejercer acción penal en contra de Emilio Lozoya por el caso Odebrecht, algo que deberá resolver su sucesor en el cargo, Alberto Elías Beltrán, considerando que dicho tema puede involucrar a funcionarios de la actual y de la pasada administraciones federales, así como a miembros de los principales partidos políticos.
El diario brasileño O’Globo publicó el 13 de agosto —información que fue retomada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad—, que ejecutivos de la empresa habían señalado transferencias millonarias a cuentas en paraísos fiscales vinculadas, presuntamente, a Lozoya Austin. Pese a tales datos, se criticó, la PGR no había llamado a declarar al exfuncionario, sino hasta el día 15, pero mantenido todo en absoluta discreción.
@AReyesVigueras