El PAN fue otro desde el momento en que arribó al poder con Vicente Fox, en aquel año 2000 comenzaba el siglo con la alternancia concretada como señal de la normalidad democrática.

El aval democrático fue incuestionable porque se trataba de una hazaña contra el antiguo régimen, llegaban en aquel momento los partidarios de las tesis e ideas de Manuel Gómez Morin y Efraín González Luna, aunque ya en la praxis esa doctrina que irrumpió en 1939 fue enviada de vacaciones.

Lo dijo Daniel Cosío Villegas: cuando el PAN gane el poder perderá al partido. Profético.

Margarita Zavala ha renunciado al PAN, la pugna abierta con el dirigente Ricardo Anaya propició el hecho, una ruptura que se inscribe como una abolladura contra el Frente en que han convergido los que teóricamente son antagónicos, PAN-PRD.

Margarita Zavala fue un referente panista, disputaba los primeros lugares en las encuestas al aún puntero Andrés Manuel López Obrador, estimamos que eso todos lo sabían, bueno menos el dirigente del albiazul que parece obsesionado en aparecer en la boleta electoral para buscar la primera magistratura de la nación.

Con lo anterior el escenario rumbo a 2018 se torna difuso, aún no está definido nada, la política es una ciencia de aproximaciones que no tiene nada que ver con los oráculos.

La coherencia política parece estar liquidada, los proyectos de nación que esbozan los partidos no son más que pronunciamientos confusos paridos por las coyunturas junto a la ocurrencia. Lo que se busca es preservar el poder, es un objetivo de las elites políticas, reciclar las mismas caras, praxis y chistes. Al final del día la credibilidad está casi extinta en los actores políticos porque son conocidos por sus frutos, omisiones y escándalos.

Probablemente se tengan registros el próximo año de más candidatos independientes que suelen enfrentar más trabas que los de partido, el que hace la ley hace la trampa y los dueños de la participación política cuidan sus intereses que en muchos casos no son los del pueblo al que presuntamente representan.

Tenemos en la actualidad una auténtica pirotecnia, se construyen alianzas de todo tipo, algo así como matrimonios por conveniencia, todo ello para abreviar el acceso al poder por la vía que fuere porque hace mucho la coherencia se extravió junto a la definición ideológica. El asunto es ganar en la era del pragmatismo como práctica recurrente. Aún no se registran discusiones a fondo, todo es superficial.

No podemos sustraernos de lo que acontece en Michoacán, el 6 de octubre del mes en curso en el municipio de Paracho fue asesinado el presidente municipal Stalin Sánchez González, acto infame que consternó a los habitantes de ese punto de la Meseta Purépecha, las investigaciones siguen su curso, esperamos que haya respuesta y no sea la impunidad la que prevalezca, al final el daño está hecho.

Muchos actores políticos no reparan en el asunto de la inseguridad porque su mira e interés se direcciona a los próximos comicios para mantener su statu quo con la serie de prebendas que ello significa.