Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes. Khalil Gibran

Poco a poco estamos regresando a la normalidad, aunque esto es solo un decir porque, para aquellos que perdieron a sus seres queridos o sus bienes, va a ser muy difícil que esta normalidad llegue. Pasados los días y una vez agotados todos los medios humanos posibles, comenzaron las demoliciones y el retiro de escombros con maquinaria pesada. Los ciudadanos solidarios que se volcaron a las calles para ayudar han retornado a sus hogares.

Viene la etapa mas difícil, donde la asimilación de la tragedia cobra más fuerza, donde las fallas de las autoridades y la dilación en la operación y manejo de los recursos económicos y materiales para ayudar a los afectados generan enojo, frustración y rabia. El gobierno en todos sus órdenes deberá de ser muy eficaz, eficiente y transparente en el manejo de los apoyos.

La sociedad civil organizada tendrá que estar muy observante y vigilante del actuar de los gobiernos, para que la ayuda llegue a quien verdaderamente lo necesita y esto sea de manera pronta y expedita. Cuidar además que nadie lucre con la necesidad, estar alerta para que los recursos no se politicen con fines electorales o personales y generar los mecanismos necesarios para que las instancias gubernamentales rindan cuentas y eviten la tan desgraciada corrupción.

Aquí es donde se debe demostrar de qué estamos hechos los mexicanos y transpolar la solidaridad generada por la tragedia en una solidaridad permanente y continua, que permita redefinir el rumbo de nuestra nación y configurar el país que necesitamos. El pasado debe superarse para aprovechar al máximo el presente, no es tarea fácil.

Gobiernos van y vienen, los años no pasan en vano. Después del primer gran brote de solidaridad, el mas gráfico, el que dio la vuelta al mundo, sin redes sociales, internet ni forma de comunicación en tiempo real. Todo se desarrollo con sentido común y ánimo de ayudar.

Ahora treinta y dos años después, viviendo una realidad distinta. Las nuevas tecnologías funcionaron y sirvieron. En algunos casos con noticias falsas las redes se volvieron canales saturados, medios de desinformación y generadores de miedos, terror innecesario.

Muchas cosas han cambiado desde el terremoto del 85. Corrupción, inseguridad y problemas económicos han sido la constante. Algunos gobiernos se han volcado con convicción a querer transformar de fondo las cosas. Otros han sido insensibles, algunos le han hecho mas daño al país que beneficios.

Ahora toca verdaderamente levantarse, ponerse en pie y firmes dar pasos al frente, reconstruir no será tarea fácil, no se trata solo de las cosas materiales, hay que reconstruir la confianza y la seguridad personal, emocional. La certeza de que hay cosas que no se recuperaran jamás y aun con dolor saber que a pesar de ello el horizonte puede verse nuevamente.

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