Este martes, Cataluña vive una jornada marcada por un ‘paro de país’, una suerte de huelga general convocada por la Mesa de la Democracia, un conglomerado de 40 entidades que busca protestar así por las actuaciones policiales del 1-O. En concreto, por la “violencia” y la “desproporción” de las fuerzas de seguridad durante la celebración del referéndum.

El Govern, a través de su portavoz Jordi Turull, ha manifestado su respaldo a la convocatoria, cuyos organizadores esperan que se convierta en una “gran movilización”. A mediodía, la consejera de Trabajo, Dolors Bassa, ha dicho que el paro está teniendo un seguimiento “masivo”. Aunque el Govern no ha facilitado aún una cifra general del seguimiento, la consejera ha comentado que en el sector sanitario está siendo de un 75%, “masivo” en el sector educativo y “muy mayoritario” en la administración pública, donde “casi el 100%” de los empleados de servicios centrales de los departamentos de la Generalidad han secundado este paro contra las cargas policiales del domingo.

“Convocamos a toda la sociedad, patronales, empresarios, sindicatos, trabajadores, autónomos, entidades, instituciones y todos y todas las ciudadanas de Cataluña”, reza el llamamiento de la Mesa de la Democracia, que cuenta con el apoyo de CCOO y UGT en Cataluña; sindicatos que han aclarado que no se trata de una huelga laboral, sino de que se altere la actividad de manera “pactada”.

La convocatoria pretende ser una respuesta “pacífica, contundente y democrática”, afirman sus organizadores, que señalan que no tolerarán “otra agresión” y añaden que exigen “la inmediata retirada de los cuerpos policiales”. También se ha pronunciado en este sentido el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, que ha pedido a la población que no se deje “llevar por provocaciones” y lleve a cabo una “protesta cívica”. Mientras, se extiende la presión a policía y Guardia Civil a numerosos puntos de la región y 2.000 personas se han concentrado frente a la sede del PP y centenares en la de Ciudadanos.

La CUP y Catalunya en Comú han hecho un llamamiento a secundar la huelga de este 3 de octubre, así como otras fuerzas políticas han mostrado su respaldo a la iniciativa. Tal es el caso del PDeCAT, que ha anunciado que sus diputados y senadores no acudirán este martes a las reuniones parlamentarias en Madrid. Tampoco lo harán los representantes de ERC en el Congreso y el Senado.

El sindicato Metges de Catalunya (MC), mayoritario entre los médicos en Cataluña, se ha adherido al “paro de país” así como el FC Barcelona, el sindicato de mayoristas de Mercabarna, que ha amanecido casi desierta, y las universidades catalanas.

Por el contrario, la CEOE ha rechazado el paro, así como el PSC, la planta de Seat en Martorell o el sindicato mayoritario de funcionarios, pese a que el Govern permitiriera a los funcionarios de los diferentes departamentos de la Generalidad acogerse a la huelga sin reducción de salario. Situación contraria es la que se ha vivido en el Ayuntamiento de Barcelona, de Ada Colau, donde el 80% de los más de 10.000 trabajadores no han trabajado hoy. El paro no afecta a los cuerpos de seguridad ni a los Bomberos de Barcelona, que tienen una regulación específica en estos casos, y mantienen el servicio ordinario.

La huelga general está teniendo un seguimiento “muy elevado” en sectores como el transporte, el comercio, la estiba o la agricultura, según CGT, que explica que hay numerosos piquetes que están llevando a cabo movilizaciones en calles y polígonos industriales.

El pequeño comercio, por su parte, está cerrado “en un muy alto porcentaje” en las principales poblaciones de Cataluña. En Barcelona, muchos comercios han tenido que bajar las persianas por la actuación de piquetes, especialmente en el centro de la ciudad. Los piquetes también han intervenido en polígonos industriales y en Lleida han montado barricadas para impedir la actividad de las empresas, según CGT.

El transporte público en Barcelona funciona con servicios mínimos en hora punta (entre las 06:30 y 09:30 horas y entre las 17:00 y 18:00 horas). Sin embargo, fuentes de TMB han explicado a Efe que el metro funciona al 40 por ciento en Barcelona y los autobuses al 30 por ciento por encima de los servicios mínimos decretados por el Govern para primera hora de la mañana. Los trenes de Renfe funcionarán al 33% durante toda la jornada.

Los puertos de Barcelona y Tarragona, dice CGT, también están “prácticamente parados” por el seguimiento “casi total” que está teniendo la huelga en el colectivo de los estibadores y de los remolcadores de grandes barcos, afirma el sindicato. Sin embargo, el aeropuerto de El Prat funciona con normalidad.

La jornada de paros también se está sintiendo en las carreteras catalanas. Medio centenar de manifestaciones, cortes y marchas lentas han interrumpido la circulación de más de medio centenar de carreteras, algunas de ellas principales, como las autopistas AP-7, la A-7, la A-2 o la C-31, y han provocado colas kilométricas. Grupos de manifestantes han cortado las principales carreteras y autovías de Lleida a primera hora de esta mañana. La A-2, a su paso por Tàrrega, ha sido una de las primeras vías en permanecer cerradas, el grupo de manifestantes han desplegado mesas, han escuchado música e, incluso, han organizado un taller para hacer rosas de papel.Pasado el mediodía, el cruce en la A-2 con la localidad de la Fondarella ha sido otro de los puntos colapsados por coches y tractores.