El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) ha sentenciado este miércoles al ex militar serbobosnio Ratko Mladic a cadena perpetua como responsable de genocidio y crímenes de guerra.

El ex militar serbiobosnio Ratko Mladic “compartía la intención” y “el objetivo criminal” de exterminar a los musulmanes durante la guerra en Bosnia (1992-1995), dice la sentencia.

Fue detenido en Serbia en 2011 tras 16 años de fuga, Mladic era el último fugitivo del Tribunal, que cerrará sus puertas el 31 de diciembre. También apodado el carnicero de los Balcanes, los jueces le han culpabilizado asimismo del secuestro de cascos azules de la ONU “para evitar los bombardeos de la OTAN”. Los utilizó como escudos humanos en Bosnia Herzegovina.

La sentencia es la penúltima que dicte la corte, creada por la ONU en 1993 para juzgar los crímenes cometidos en las guerras de la antigua Yugoslavia y que cierra en diciembre.

El desprecio de Mladic por las víctimas civiles de la guerra es evidente en algunas de las ordenes que se le atribuyeron durante el asedio a Sarajevo: “¡Quemen sus cerebros!”, “¡Que sean bombardeados hasta que enloquezcan!“, son algunas de las instrucciones que habría dado a sus soldados.