Existen rincones en la ciudad que suelen parecer espejismos entre el acero y el concreto. Coyoacán concentra muchos de ellos; ahí en una residencia entre colonial y minimalista, aparece Susana Zabaleta como para completar el cuadro de encantamiento. De impresionante belleza y personalidad,  Zabaleta es una artista poco convencional que explora sus facetas en la música y en la actuación como un niño en una juguetería. Prueba de ello, es que después de un largo descanso del mundo de la ópera, volverá  al género que escucho por primera vez sus interpretaciones, protagonizando Carmina Burana, una impresionante cantata compuesta por Carl Orff, que supone para ella un interesante desafío que enfrentará los próximos 22 y 23 de noviembre en el Auditorio Nacional.

Acerca de su participación en tan monumental espectáculo y sus preferencias, Siempre! conversó con la afamada celebridad nacida en el norte de México y cuyo carisma desborda las líneas de las preguntas.

  

–  ¿Podrías platicarnos un poco de tus inicios en la ópera?

 Yo estudie en la Escuela Superior de Música de Monterrey;  empecé hace muchos años, cuando el arte en México todavía tenía importancia. Nos daban clases casi gratuitas,  porque yo pagaba 20 pesos mensuales en la Escuela Superior de Música y estudiaba con los mejores maestros.

Hice una carrera  primero en Monterrey, y luego pedí una beca para venir a la Ciudad de México, al Ollin Yoliztli, y me la otorgaron: fue maravilloso, una época realmente increíble. Ya en Monterrey, nuevamente, nos presentábamos  una vez al mes en el Teatro de la Ciudad con arias de  Romeo y Julieta, y, posteriormente,  La traviata, la hicimos completa.

Luego realizamos Dido y Eneas, una de mis óperas favoritas, que tiene una música realmente increíble hecha por seres maravillosos.

–  ¿Cuál fue el motivo por el que después cambiaste de género musical?

Empecé a  ver opera en Europa. Fui a Italia, y me di cuenta de la complejidad que supone la ópera fuera de México y no quería hacer ópera únicamente aquí, entonces opté por cantar ópera ocasionalmente y me dediqué a ser cantante de todos los géneros. Aunque sigo cantando ópera en pequeños lapsos en mis casi treinta años de trayectoria.

–  ¿Qué representa para ti volver a la ópera con un espectáculo como Carmina Burana?

Un reto. Es un espectáculo con 230 personas arriba del escenario, y es monumental haber logrado hacer algo así en México. Se trata de un gran logro por el sonido que brinda, la cantidad de gente, lo grande del coro; además, en el Auditorio Nacional se ve realmente  imponente, prácticamente te cimbras en el asiento.

De hecho, por eso lo acepté porque era un desafío, y también es un desafío  llenar el  auditorio con ópera; era sólo una fecha y se abrió otra porque se agotó instantáneamente. Es algo por lo que estamos muy contentos.

–  ¿Cómo te has preparado para tu presentación en Carmina Burana?

Desde que estudiaba ópera, siempre me ha ayudado el maestro James Demster, pero he tenido que  mentalizarme para el momento, porque  es un papel un poco extraño y difícil, el autor llevó a dos octavas y media que es lo que yo tengo que realizar; es muy difícil en ese sentido, pero es delicioso hacerlo.

–  ¿Estarás nerviosa cuando llegue el momento?

Yo siempre me pongo nerviosa, aunque cante el Ave María en la iglesia. Siempre es un poco angustiante, pero sin esos nervios la vida no seria la misma, es como cuando estas enamorada y empiezas a sentir mariposas en el estómago, es esa misma sensación, una sensación realmente placentera.

–  Además de tu actuación ¿qué otros elementos podremos disfrutar en la puesta en escena?

Todo vale la pena, fue un reto para cada miembro del grupo. Para el barítono y para el tenor será algo bastante difícil: el barítono es un hombre al que admiro mucho,  Enrique Ángeles,  y el tenor  es Víctor Hernández.  Creo que es un trabajo esplendido por parte de todos, un trabajo en equipo, no sólo para los que cantan sino también para los que bailan, la gente no puede salir de ahí sin escandalizarse literalmente.

–  Dentro del ámbito personal, ¿qué te gusta leer?

Tengo la posibilidad, gracias a mi programa televisivo, de tener un contacto directo con las editoriales, lo que significa acceso a muchos libros que me interesan; además, tengo grandes amigos que son lectores, cómo  Javier Solórzano, que me recomiendan muchas joyas.  Entonces,  hablo con las editoriales para poder conocer a los escritores, por ejemplo, y debo decir que  abuso terriblemente, literalmente, de mi programa para poder conocer obras y autores. Ha sido muy rica mi vida en la cultura gracias a tener un programa, pero  ha sido realmente maravilloso.

–  ¿Y en cuanto a la música?

Yo escucho realmente de todo, menos reggaetón y banda,  que son géneros que siempre utilizan a la mujer como si fuera un trapo, realmente asusta la manera en que se expresan de las mujeres. Pero en mi casa siempre hay música, me encantaría tener  más tiempo de oír, me gusta mucho la música antigua y  la música a capella. Puedo decir que mi vida al lado del arte ha sido escandalosa porque he tenido la posibilidad de explayarme y darme gusto con ella, porque es un gusto, y si la gente si lo supiera se lo  daría el gusto también.

–  En México la mayoría de la población no tiene un muy buen concepto de la ópera, por ejemplo.

 Es triste, pero también  gracias a las cosas que he cantado, y a las cosas que he hecho, dicen y piensan: “Si lo hace la Zabaleta de seguro no está aburrido”. Para mi es muy importante eso, que piensen eso, engancharlos en ese sentido y he tenido la posibilidad  de hacerlo; al principio, les cantaba un aria de ópera en mis concierto y todos se quedaban callados y no sabían cuando aplaudir o aplaudían en un mal momento,  y ahora me la piden.

Y no está mal no saber: hubo alguien que me pidió que volviera cantar la canción que suena en la película Up, y tarareó la tonada, y esa canción es Carmen. No está mal  que alguien te diga eso, si ya hiciste que la escuchara, está increíble

–  ¿Algún proyecto en el futuro?

 Nos veremos el 22 y 23 de noviembre en el Auditorio Nacional, además de que hay dos planes de teatro, pero  hasta el próximo año.