A unos días de dejar su cargo como gobernador del Banco de México (BdeM), Agustín Carstens, señaló que en México existe “una gran premura de mejorar la situación de la gran mayoría de la población”, pero no conviene “buscar respuestas fáciles, sino de fondo. Hay que hacer las cosas bien, de manera sostenible para no tener que empezar de nuevo”.

En la última conferencia que ofreció como gobernador del BdeM, aseguró que en políticas públicas lo aconsejable es ir con calma, de manera pensada pero en la dirección correcta. “Es importante que sigamos siendo muy persistentes en garantizar la estabilidad macroeconómica, sobre todo en los próximos meses”.

Anunció una baja en las previsiones de crecimiento de la economía mexicana para este año, que ahora situó en un rango de 1.8 a 2.3% dos décimas menos que el pronóstico previo, puesto que la actividad se vio afectada por los sismos y huracanes de septiembre, así como por la baja en la producción de crudo.

De igual forma, adelantó que la tendencia a la baja de la inflación “probablemente sea más lenta”, en parte por el efecto del alza en los precios de energéticos y, particularmente, del gas LP.

En este sentido, anticipó que la inflación general –ahora de 6.3% anual- se acercará al objetivo de 3% hacia el cuarto trimestre de 2018 y no en el tercero, como el propio banco central había previsto.

En la presentación del Informe trimestral junio-septiembre 2017, Agustín Carstens mencionó que el balance de riesgos para el crecimiento “se ha deteriorado y se encuentra sesgado a la baja”. Uno de los señalados tiene que ver con el proceso de renovación de la Presidencia de la República el próximo año, que puede “generar volatilidad en los mercados financieros nacionales, de manera que el entorno de incertidumbre incida adversamente en la evolución del gasto privado”.

Otros riesgos son que la inseguridad pública se torne en un factor más relevante como determinante de la actividad productiva, y que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte “no sea favorable para el sector productivo mexicano o que incluso resulte en su cancelación”, indicó el  gobernador del BdeM. 

Al referirse al incremento del salario mínimo, anunciado ayer y que estará vigente a partir de diciembre, señaló que “podría generar presiones inflacionarias de aquí al cierre de año, pero no cambia la perspectiva de desinflación para el año entrante”.