A menos de un mes –30 de noviembre– de que Agustín Carstens deje su puesto como gobernador del Banco de México, se habla de que su principal logro fue mantener la inflación dentro del objetivo que se planteó. Pese a que había sido un problema constante en el país, se logró gracias a una política monetaria que se adelantó a los choques de precios de alta volatilidad.

De acuerdo a analistas, James Salazar, de CI Banco y Adrián Muñiz, de Vector CB, consultados por el periódico El Universal, además de que Carstens deja una institución más sólida, pese a que la inflación no se mantuvo completamente en el 3%, sí estuvo en ese nivel, lo que ayudó a que las expectativas de mediano y largo plazo se mantuvieran ancladas.

En cuanto a la tasa de interés, durante su gestión se registraron varios ajustes. De principios de 2010 a principios de 2014, registró un ajuste a la baja al pasar de 4.5% a 3%. Posteriormente, hacia finales de 2015 retomó su tendencia a la alza hasta llegar a los 7% en que se ubica en estos momentos.

Cabe destacar que con el alza en las tasas,  y a través de otros mecanismos como fue la subasta de dólares y con cobertura cambiarías, tanto la Comisión de Cambios, Banxico y Hacienda buscaban quitarle los efectos especulativos al tipo de cambio, pues ante las diversas presiones sobre el tipo de cambio, el peso pasó de los 12.48 que costaba en 2010 a los 19.40 en los que se ubica ahora, pasando por picos en los que alcanzó los 22 pesos.

Otro factor que ayudó a contener las presiones sobre el tipo de cambio, fue la acumulación de reservas internacionales del país. Las que pasaron de 90 mil 837 millones a 172 mil 765 millones de dólares, señala El Universal.

Entre los mayores logros de Carstens, los analistas indican que se encuentran el hecho de que el FMI haya renovado sistemáticamente la línea de crédito a 86 mil millones de dólares como respaldo a la política económica del país pero en especial por el Banco de México.

La reestructura que realizó dentro de la institución generó una dirección de supervisión del sistema financiero; además, a través de la publicación de las minutas de las reuniones de la Junta de Gobierno, realizadas durante su gestión, se logró una mejor comunicación y transparencia entre el Banco de México y los agentes económicos.