El insecto nocheztli que se reproduce en las pencas del nopal es considerado uno de los pigmentos más prestigiados debido a sus cualidades tintóreas, por su producción de un rojo carmesí, pero también otros matices de rojo e inclusive otros colores como morado, según su preparación. Se usó para teñir textiles desde el siglo II A.C. en América del Sur y en el México prehispánico, además de sus usos textiles, “la grana cochinilla” era recaudada como tributo en las regiones productoras por los emperadores.

Entre la historia, se cuenta que la grana cochinilla fue la fascinación principalmente del pintor holandés Vincent Van Gogh, pues tenía especial atención por el rojo intenso que se obtiene de ese insecto. El primer embarque comercial a Europa del extracto de la también llamada cochinilla del carmín se ubica en 1523 o 1526. En la actualidad, se sabe que en aproximadamente 40 de sus obras utilizó ese pigmento mexicano.

“Van Gogh tenía que pedir dinero a su hermano para comprar los pigmentos para sus pinturas, y a pesar de su falta de dinero, utiliza la cochinilla diciendo que es algo maravilloso, algo como el vino rojo”, expresó Georges Roque, curador de la magna exposición Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte, que llega al Museo del Palacio de Bellas Artes.

Por su parte, la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, resalto durante el recorrido para medios, el protagonismo dentro de la historia, no solo a nivel artístico, sino también económico, político y social de este pigmento.

“El impacto de la grana cochinilla en la paleta de grandes maestros de la pintura, es una aportación que México le ha legado al mundo. La exposición Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte tiene como objetivo ahondar en el conocimiento de esta aportación de nuestros antepasados”.

Señaló que la gran mayoría de las piezas que el público podrá apreciar del 10 de noviembre de 2017 al 4 de febrero de 2018 datan del siglo XVI hasta finales del XIX. “Estas obras muestran el impacto de la grana cochinilla como mercancía mundial de la temprana globalización de aquel entonces, así como su valor simbólico, su expansión geográfica y la trascendencia actual de este producto mexicano”.

La muestra consta de 70 obras, 49 procedentes de 16 colecciones nacionales y 21 piezas de 11 acervos internacionales. Tiene como objetivo fundamental resaltar la importancia de este producto milenario cuyas características genéticas le permitieron destacarse entre otros pigmentos y posicionarse como uno de los predilectos entre artistas como Tintoretto, Tiziano, Turner, Renoir y por supuesto Van Gogh.

En el marco de esta exposición se han preparado una serie de actividades de carácter didáctico y lúdico para que el público tenga un mayor conocimiento y acercamiento a este producto, entre ellas, los visitantes podrán interactuar el mundo de Van Gogh, con la instalación de La recámara de Van Gogh en Arles, tal como se encuentra en la pintura del pintor neerlandés.

“Es muy importante el hecho de volver a nuestras raíces y reconocer en este insecto un producto que le dio fama a nuestro país en el mundo. Vale la pena que todos los mexicanos vengan a ver estas obras reconocidas en el ámbito internacional y que tienen un elemento en común y con el cual sentimos una enorme identidad, la grana cochinilla”, concluyó la funcionaria del INBA.