El politólogo y sociólogo italiano Giovanni Sartori, que se destacó por desarrollar una de las descripciones teóricas más convincentes del sistema político, dijo que había dos tipos de políticos: “En un extremo —dijo— colocaríamos al político «realista» y en el otro al político «idealista». Y eso quiere decir que hay hombres políticos desaprensivos, sin principios, que solo se ocupan de intereses y cálculos de poder, y hay otros políticos que en cambio tienen la mirada puesta en los ideales que persiguen”. Andrés Manuel López Obrador podría fácilmente entrar en los dos perfiles.
La semana pasada, Morena presentó su Proyecto de Nación 2018-2024, y algunas de sus propuestas han sido tema de análisis, tanto en charlas de café como en las mesas de análisis de los noticieros.
Varios analistas y supuestos especialistas se cuestionan cómo es que López Obrador logrará aterrizar algunas de sus propuestas, que califican de utópicas por llamarlo de forma positiva, pero populistas por quienes al parecer están obsesionados con el término.
Asimismo, aunque ya conocíamos los nombres de varios colaboradores de Andrés Manuel, sigue sorprendiendo su papel dentro del llamado Proyecto de Nación, ellos son: Alfonso Romo Garza y Esteban Moctezuma.
Durante la presentación, Romo Garza detalló que el proyecto tiene como base siete criterios: combate a la corrupción, respeto al Estado de derecho, seguridad, cumplimiento de la ley, ejecución realista de los recursos económicos, la libertad como centro, y tener a la educación y la cultura como prioridad.
A continuación, algunas de las principales propuestas:
Política y gobierno: impulsar la Ley Federal de Combate de Conflictos de Interés; eliminar el fuero al presidente; hacer obligatorias las declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal para todos los servidores públicos, entre otras.
Sociedad segura y Estado de derecho: relanzar el programa nacional de prevención social de la violencia y la delincuencia; reformar el 19 constitucional para establecer prisión preventiva oficiosa a delitos relacionados a corrupción.
Energía: invertir en Pemex, construyendo dos refinerías en el sexenio e impulsando refinerías de biodiesel, acelerando al mismo tiempo la transición hacia energías renovables.
Reconstrucción de zonas afectadas por el sismo: invertir 45 mil millones de pesos de ayuda directa a población damnificada. Reconstruir viviendas dañadas, infraestructura carretera y de transporte, patrimonio histórico y cultural, infraestructura educativa y de salud.
Tren turístico transpeninsular: detonar el desarrollo de la región sur de la península de Yucatán construyendo un tren de mediana velocidad que conecte la zona turística de la Riviera Maya.
Política tributaria: no aumentar impuestos ni crear nuevos. La prioridad de la política tributaria será la estabilidad macroeconómica, con finanzas públicas equilibradas. La mayor parte del ajuste fiscal vendrá de la reingeniería del gasto público.
Educación: incluir a 150 mil jóvenes actualmente excluidos del subsistema de educación media superior para que completen su bachillerato. Y reconocer autonomía a las universidades privadas que han alcanzado altos estándares de desempeño, permitiendo un nuevo esquema de colaboración que fomente la inversión e innovación en la educación superior.
La realidad es que no conocemos a López Obrador como presidente, tampoco ha explicado a detalle cómo va a llevar a cabo su proyecto de Nnación, pero podríamos al menos darle el beneficio de la duda.