En los gobiernos de los hermanos Moreira en Coahuila, “Los Zetas” operaron en total impunidad y con la autoridad de los gobiernos locales, reveló un estudio que realizó la Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas con las declaraciones representadas en tres diferentes juicios federales ocurridos entre 2013 y 2016 en San Antonio, Austin, y Del Rio, Texas.

El estudio titulado “Control sobre Todo el Estado de Coahuila” destacó que varios testigos hicieron declaraciones sobre sobornos de millones de dólares pagados a Humberto Moreira y a Rubén Moreira, el anterior y el actual gobernador de Coahuila, respectivamente, a cambio del control total del estado.

Según los testimonios, la influencia de “Los Zetas” sobre el estado de Coahuila en todos los niveles de gobierno les permitió llevar a acabo sus negocios con impunidad y a menudo con el apoyo directo de funcionario públicos y policías estatales y municipales.

En los relatos se destacó cómo entregaron 2 millones de dólares en efectivo a Humberto Moreira para operar libremente en el estado, mientras que unidades del ejército trabajaban junto con la policía local y “Los Zetas”.

Explicaron cómo “Los Zetas” pagaron sobornos y contribuyeron a las campañas electorales de gobernadores y candidatos políticos para garantizar la continuación sin restricciones de sus negocios ilegales.

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Los testimonios analizados describieron un patrón de complicidad, tolerancia, aprobación y/o cooperación del Estado mexicano con el cártel de “Los Zetas” y sus negocios ilegales.

El documento concluye diciendo que “Los Zetas” cometieron numerosos abusos a los derechos humanos con impunidad, y que instituciones y funcionarios públicos, por acción u omisión, estuvieron involucrados en los abusos.

Entre los crímenes descritos por la veintena de testigos se encuentra la matanza de Piedras Negras y de Allende, en Coahuila.