Pese a que crecen las expectativas de que Ricardo Monreal salga de las filas de Morena en los próximos días, luego de que no resultó ganador de la encuesta interna que realizó el partido para elegir a su candidato para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Pablo Vargas González, profesor investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) afirma que Andrés Manuel López Obrador se mantendrá en su decisión de llevar a Claudia Sheinbaum, delegada de Tlalpan, como candidata.
“Morena ya realizó su proceso interno para elegir al candidato. Lo que se escucha por parte de Andrés Manuel es simplemente una petición a Monreal para que no se vaya del partido, no que sí se queda será el candidato, no, eso ya está definido”.
Explica que “cuando Andrés Manuel le dice a Monreal que no se vaya, que se quede, al mismo tiempo sostiene que ya está definido el asunto de la candidatura a la Jefatura de Gobierno, que es a través de la coordinación de Organización Territorial, como hoy le está llamando a sus designaciones. Ese punto también está saldado para la militancia de la ciudad y para ciertos sectores de opinión pública. Sería un problema que Morena o López Obrador pudieran cambiar esa decisión, porque se generaría un conflicto mayor”.
En ese mismo tenor, Pablo Vargas, asociado de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales, rechaza los argumentos que plantean un debilitamiento político de la delegada después del sismo del 19 de septiembre. “En este momento, la cuestión de los sismos no afecta ya ni a los políticos nacionales. A Claudia o al mismo Monreal no les afecta de gran manera, por lo menos en redes sociales o prensa, la situación se está superando, no sería un tema objetable para la candidatura de Sheinbaum”.
“El tema —dice— es cómo acomodar a los dos delegados sin que haya ninguna fractura, ninguna fisura, porque el procedimiento no se puede echar para atrás, sería algo negativo que lo hiciera Morena. El sismo efectivamente fue un elemento fuerte que cimbró las estructuras de todos los partidos y las candidaturas, pero en Morena permanecerá la decisión de llevar a Claudia Sheinbaum”.
Asegura que está la posibilidad de la senaduría para Monreal o bien esperar si es que así lo decide para abanderar al Frente Ciudadano por México (FCM), aunque esa propuesta no termina de concretarse, pues quien lo propuso fue Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. Hay muchas expectativas en torno a esa propuesta, pero al parecer esa alternativa está completamente cerrada al estar ya configurada la fórmula: Ricardo Anaya, líder del PAN, a la candidatura presidencial y Alejandra Barrales, presidenta del PRD, por la Ciudad de México.
Por tanto, “Monreal en este proceso de decisión, y que en los próximos días se podría definir, está huérfano. No se ven muchas posibilidades de apertura para él. No lo veo por el FCM, más bien atenderá el llamado de López Obrador para quedarse en Morena y aceptar una senaduría”, asegura Vargas.
El experto en materia electoral está convencido de eso, porque “hacen cuentas, hay un cálculo político entre ambos, son políticos profesionales, mucho más Monreal, que tiene una larga trayectoria en cargos públicos, en partidos, sobre todo. Perder a Monreal, a López Obrador le costaría capital político, porque es un activo para Morena, mientras que Monreal no se ve dentro del PRI, que está a la baja, ni tampoco dentro del Frente Ciudadano, en donde no está muy claro el escenario”.
Aunque afirma que “si el delegado de Cuauhtémoc entra al Frente Ciudadano ganaría, pero no le dan las garantías para participar, por tanto, haciendo cálculos políticos, Monreal preferiría quedarse en Morena. Hasta este momento, lo que se escucha es que se queda. En términos de cálculo político, de incentivos, a ver qué: si pierdo, ¿cómo pierdo?; si gano, ¿con quién gano?”, señala.
Elección compleja
El doctor en ciencias sociales, apunta que, pese a que el panorama inicial señala que la lucha por la Jefatura de Gobierno será entre el PRD y Morena, “todavía están por construirse posiblemente otros frentes políticos entre el PRI, Partido Encuentro Social y el Partido Nueva Alianza, así como el Frente Ciudadano por México, pero de entrada, sin lugar a duda, quienes tienen las fuerzas más importantes son Morena y el PRD, partido gobernante. Además, en estos dos partidos se encuentran los grupos políticos más poderosos”.
Para Pablo Vargas, las encuestas, los sondeos y los estudios de opinión, publicados en los medios de comunicación, que ponen a Ricardo Monreal por encima de Claudia Sheinbaum en las preferencias electorales deberían contar, “pero como se dan los procesos internos de los partidos, ya están definidos los candidatos”.
Por otra parte —añade— que “también habría que medir el voto negativo de los candidatos, si bien es cierto que Monreal es más conocido, tiene más presencia, también tiene más alto voto negativo. En todas las encuestas que se han hecho la gente tiene conocimiento de él, tiene alta presencia, pero también tiene muy alto el voto negativo, ahí se compensa”.
“La otra etapa será cuando se registren los candidatos, esa será la prueba de fuego para Morena, para López Obrador, para Claudia y Monreal, ¿a quién le otorgarán el registro?, y una vez que se haga esto, se olvida todo, empieza otra nueva etapa y las encuestas pueden variar definitivamente. Si está o no está Monreal ahorita en la encuesta, es un tema de repercusión, de marco de referencia para saber quién está mejor situado dentro de las preferencias electorales para la ciudad de México, pero una vez que pase el proceso de las designaciones de los partidos y el registro directo de los candidatos, esto variará un poco”, expresa el politólogo.
Los apuntados
Pablo Vargas expresa a Siempre! su análisis sobre los aspirantes que se mencionan para competir por la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la ciudad en el interior de los partidos políticos que contenderán el próximo año.
Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD, “está a la baja, por cómo lleva la dirección del PRD, por los escándalos mediáticos relacionados con su patrimonio. Han sido puntos negativos para ella”.
Por otra parte, “el PRD ha perdido el engrasamiento de su maquinaria con una deserción muy significativa no solo de militantes, sino de simpatizantes, que se empezó a ver desde 2015 y sobre todo en este año. El partido no tiene otra u otro aspirante, es la única que está apuntadísima, no le veo contendiente salvo Ricardo Monreal”.
El secretario de Salud federal, José Narro, “sería una buena candidatura por la personalidad que tiene, es representativo de un sector importante de universitarios, pero el problema es el partido no le ayuda. El PRI está en tercer lugar en términos de fuerzas políticas, por eso a pesar de ser una buena candidatura no pegaría tanto, sería exponerlo, porque no es competitivo ni en lo nacional ni en la ciudad”.
El secretario de Salud en la ciudad, Armando Ahued, es un personaje muy cercano a Miguel Ángel Mancera, pero “es una persona técnica que no está involucrada en la política, no es una gente que entable un dialogo político, sí tiene tablas profesionales y de medicina, pero no tanto para una candidatura de mucho roce, de mucha fuerza. Sería un suicidio llevarlo en la candidatura”.
Salomón Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico, “está muy interesado, le gustaría mucho, pero el perfil no alcanza a pegar, él se ha movido desde hace años, pero no lo suficiente, le falta el feeling, la cuestión del carisma, para desarrollar una candidatura ganadora”.
Hiram Almeida, secretario de Seguridad Pública de la capital, “definitivamente tampoco es candidato. Le veo más posibilidades a Patricia Mercado, la secretaria de Gobierno; ella podría ser, conoce la cuidad, ha estado en campaña, tiene ligas con los grupos políticos. El tema es si su presencia y las maquinarias, sobre todo, podrían ser suficientes para llevarla al triunfo”.
“Estamos hablando no solo de personalidades, de carismas, de experiencias, sino también de maquinarias políticas, la combinación de ambas cosas son lo que va a llevarlos al triunfo, porque será una competencia palmo a palmo, voto por voto y casilla por casilla, será muy cerrada, muy polarizada”, afirma Vargas.
En cuanto a Xóchitl Gálvez —dice—, “no sé si dentro del FCM podría ser candidata, pero para el PAN sí podría serlo, tiene muchas simpatías entre los sectores populares, en sectores sociales amplios, podría trascender. Lo paradójico es que podría ser difícil para la clase media, sobre todo panistas votar por Xóchitl, pero podría trascender su voto hacia otros sectores que no son clase media, que no son eminentemente panistas, esa es la diferencia con ella, que podría generar expectativas a gente que son de sectores sociales populares, ahí está una característica de ella, tiene el lenguaje, el feeling para atraer gente”.
El perfil del candidato
Ante esta baraja de aspirantes a gobernar una de las ciudades más grandes del mundo, el investigador de la UACM apunta que “es muy importante el perfil, porque será una elección muy compleja, que también tiene que ver con la situación actual y todas las condiciones que tenemos en la ciudad después de cuatro gobiernos de izquierda. En este momento el perfil que se necesita es de una nueva transformación a la ciudad, tenemos la nueva Constitución, implicaría un gobierno con una visión obviamente ejecutiva, pero también de consonancia y de concurrencia con las nuevas alcaldías que entrarán en vigor con nuevas disposiciones, con nuevas normas, un nuevo nivel de reorganización interna”.
Por otra parte, no se puede dejar de señalar que hay muchos pendientes o déficits de estos gobiernos de izquierda, que es precisamente el desarrollo social; hay delegaciones donde no ha impactado el presupuesto, la inversión en desarrollo social, el sismo dejó ver esto en Xochimilco, en Iztapalapa, son todas estas delegaciones donde el impacto del desarrollo social ha sido no muy claro, no muy fuerte, y en ese sentido se requiere una nueva etapa de transformaciones en el desarrollo social, subraya.
“La seguridad pública es otro de los grandes pendientes, es una problemática que se ha evadido, eludido, se requieren otro tipo de políticas públicas mucho más efectivas para la seguridad”, asegura.
Desde el punto de vista de Vargas González, la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum podría cubrir ese perfil. “Ella no es una política, es una característica buena, no tiene mucha experiencia como Monreal en la política, en los cargos, pero tiene una experiencia ejecutiva, es una científica que podría dar un aire nuevo a generar políticas públicas, sobre todo más vinculadas a las expectativas de los sectores sociales que requieren, ya no de tanta politiquería o ver un político tradicional, sino más bien a una persona con resultados, con eficiencia, que eso es lo que en toda la ciudad nos gustaría ver, un gobierno de resultados, eficiencia y de desarrollo en todos los términos, coincidiendo con la idea de una nueva Constitución y nuevos niveles de gobierno”.
Por eso, la delegada de Tlalpan “podría, no sé qué tanto, embonar en ese terreno de no ser una política tradicional, una ventaja hoy para la decadencia de los partidos o la partidocracia. Ella podría tener una visión nueva, además de la cuestión de género que poco se ha visto, es importante que se vea una cara de mujer, que podría también llamar la atención de un gran sector de la población”, asegura Pablo Vargas.
El estudio ARMA no es una encuesta: Juan R. Pérez-Escamilla
Ricardo Monreal es el aspirante a la Jefatura de Gobierno de la CDMX con mayor cobertura positiva en el mes de octubre, mientras que la delegada de Tlalpan y “candidata” de Morena al mismo puesto registró la mayor cobertura negativa a consecuencia del sismo del 19 de septiembre, sobre todo por el caso del Colegio Rébsamen, según el Análisis de Reputación Mediática de Actores (ARMA) realizado por la empresa Central de Inteligencia Política (CIP) en colaboración con Eficiencia Informativa, que busca medir, comparar y contrastar tendencias mediáticas de los actores políticos que aspiran a un puesto de elección popular en las elecciones de 2018.
En entrevista con Siempre!, Juan Ricardo Pérez-Escamilla, socio fundador de CIP, explica que esta empresa no quiere probar nada, ni tampoco medir cómo andan las preferencias electorales, sino lo que busca es medir conciencia con tecnología nueva, tecnología que ellos mismos desarrollan para medir qué tanta cobertura en los medios de comunicación tradicionales tienen los aspirantes o los candidatos, tanto a la Presidencia de la República como a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX).
Apunta que el Análisis de Reputación Mediática de Actores, aplicado en el análisis que publicó El Universal el lunes pasado, “es el método que se usa para entender el impacto de los medios en la reputación de los actores políticos que buscan un puesto de elección popular, así como también pretende medir la eficacia comunicativa de los actores, es decir, qué mensajes permean en la opinión pública”.
Pérez-Escamilla apunta que los análisis realizados por CIP, publicados en exclusiva en El Financiero, tabla presidencial, y El Universal, aspirantes a Ciudad de México, se seguirán publicando mes con mes hasta llegada la elección del próximo año, “no es una encuesta, no tiene nada que ver con ella, es una medición de la cobertura mediática que reciben los aspirantes a jefe de Gobierno en los medios nacionales, hablamos de que son más de 90 medios, radio, televisión e impreso”.
Afirma que “no hay ningún partido político ni actor que esté influyendo o esté detrás de este medición. CIP es una empresa que se creó hace un año y medio, que cuenta con la base de noticias más grande del país y mide la reputación en los medios de los actores políticos o de temas muy específicos, como la corrupción”.
“Por ningún motivo hay partidos políticos detrás de lo que hacemos, incluso hay en puerta otros proyectos que pueden transformar la vía informática en términos de cómo se trata la información a escala nacional y de estados”.
Además, dice Juan Ricardo Pérez-Escamilla, “hay otra cosa que es importante destacar: nosotros no medimos spots, no nos interesan, lo que nos interesa es solo el contenido noticioso”.