Desde su llegada al poder, Donald Trump ha propugnado por imponer el sistema de acuerdos bilaterales, dejando atrás el modelo global, que durante décadas dio a Estados Unidos la supremacía mundial. Este viernes, el magnate inmobiliario se topó con pared durante el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) al reunirse con su contraparte chino, Xi Jinping, quien defendió los procesos de globalización, con acuerdos multilaterales no sólo como la mejor medida para el mundo, sino como una vía sin retrocesos.

No es la primera vez que se dice que Trump tal vez sea un buen empresario, pero sí un mal diplomático. El mandatario estadounidense se acercó al estadista chino con una actitud cordial pocas veces vista con anterioridad. Con una mano extendida a éste, dejó en claro su intención de buscar una nueva relación entre ambos países, las principales potencias económicas del mundo.

Esta vez, Trump actuó con mayor prudencia y hasta llegó a desdecirse de sus acusaciones a China por el fuerte déficit que supera los 300.000 millones de dólares anuales; en una balanza comercial que es más favorable al país oriental.

Según Trump, su país acordará pactos bilaterales con cualquier país de la región Asia-Pacífico que estén dispuestos cumplir con su regla del “respeto mutuo y beneficio mutuo”. Explicó que los pactos multilaterales y la Organización Mundial de Comercio “no nos ha tratado con imparcialidad y siempre pondré a América primero. Nunca volveremos a entrar en tratados que nos atan de manos”.

Según los medios comunicación internacionales, Trump fue prácticamente recibido también con cierta prudencia entre los empresarios, sobre todo porque apoyan el intercambio comercial con el exterior como uno de sus grandes pilares.

Fue entonces cuando el presidente chino, salió en abierta defensa de la multilateralidad, en lugar del proteccionismo que buscado imponer Trump. Xi afirmó que la globalización no sólo es un mejor modelo sino que es un proceso irreversible que debe beneficiar a todos los países y a todas las clases sociales.

“¿Debemos encauzar la globalización económica, o debemos titubear y quedarnos parados frente a los desafíos? ¿Debemos avanzar conjuntamente la cooperación regional o vamos cada uno por nuestro lado? La apertura trae consigo el progreso, mientras que la auto-exclusión nos deja atrás”, dijo.

En la reunión, que se lleva a cabo en Vietnam, se encontró con su homólogo ruso Vladimir Putin, a quien tanto admira, pero que en esta ocasión nuevamente se mostró más prudente, pues sólo intercambió un breve saludo con él. Por cierto que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov descartó que ambos puedan sostener una reunión ocasional teniendo como marco el foro asiático.