De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, cada día del último año fueron violadas 27 jóvenes de 15 años o más en el ámbito escolar. Es decir, 9 mil 876 en los últimos 12 meses. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que 330 mil 629 mexicanas de 15 años o más sufrieron una violación o intento de este acto durante su trayectoria académica.

La violencia sexual en contra de las mujeres  se sostiene en  tres criterios: los hombres no tienen la capacidad de contener su deseo; las mujeres los provocan y todo acercamiento entre hombre y mujer puede tener una connotación sexual, señaló Juan Martín Pérez García, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim).

Explicó que el entorno  escolar no se salva del machismo. “Esto genera un escenario en el que se justifica la violencia y se responsabiliza a las víctimas. Hay que tener presente la relación de poder de los maestros con las alumnas, que puede depender de una calificación negativa el poder pasar o salir de ese periodo educativo. Hay hostigamiento por parte de los docentes, pero no hay mecanismos de denuncia no de protección y las víctimas, la mayoría mujeres, tienen pocas oportunidades para negarse”.

Por su parte, Nisaly Brito Ramírez, directora ejecutiva de la organización Commenta Diálogo de Saberes, que promueven el enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, lamentó que,  por lo general, a las víctimas de acoso u hostigamiento no se les cree, puesto que existe una especie de complicidad con la violencia normalizada dentro del sistema de enseñanza en el país.

El INEGI divide la violencia sexual en el ámbito escolar en intimidación, acoso u hostigamiento, abuso y violación e intento de violación. Estos van desde piropos hasta agresiones graves.

Hay  que señalar que en agosto de 2016  se publicó el Protocolo para la prevención, atención y sanción de hostigamiento y acoso sexual para las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.

Se advierte que ambas conductas no serán toleradas dentro del servicio público y que “los órganos internos de control –de cada dependencia del gobierno federa- fincarán las responsabilidades a las que haya lugar e impondrá, en su caso, las sanciones administrativas respectivas”.

Además, el Código Penal Federal considera penas que van desde multas para los hostigadores sexuales y destituciones para los servidores públicos hasta 20 años de cárcel en casos de violación.

Mientras que la UNAM tiene un Protocolo de Atención contra la Violencia de Género con sanciones para los integrantes de su comunidad que incurran en este tipo de agresiones.

(Con información de El Universal )