Con apenas tres votos a favor y todos los demócratas en su contra, Donald Trump logró sacar adelante su proyecto de bajar los impuestos, según otra promesa de campaña. El también conocido como Proyecto de Reforma Fiscal quedó aprobado por el Congreso estadounidense con un total de 51 votos a favor y 48 en contra. La Cámara de Representantes avaló la medida poco después con 227 sufragios contra 203 de los demócratas y 12 votos conservadores.

La Casa Blanca se apresuró a cantar la victoria diciendo: “Hoy es un gran día, no sólo para la Casa Blanca, no sólo para el Congreso, sino para Estados Unidos”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, quien también aseguró que el escrito sería firmado por Trump esta misma noche.

El júbilo entre los republicanos fue notorio. Para el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, la acción fue “histórica”, al señalar también que los republicanos están cumpliendo con su compromiso de “devolver a los estadounidenses su dinero”. Según Ryan, el actual código fiscal “castiga el trabajo duro”.

Como ha sido una costumbre, Trump felicitó vía redes sociales a sus compañeros de bancada, diciéndoles: “¡Felicidades a Paul Ryan, Kevin McCarthy, Kevin Brady, Steve Scalise, Cathy McMorris Rodgers y a todos los maravillosos republicanos de la Cámara que votaron en favor de recortar vuestros impuestos!”.

Este ha sido considerado como el primer éxito logrado por el magnate inmobiliario ante el poder legislativo, el cual se le ha estado resistiendo a lo largo del año.

La idea de esta medida es bajar de 35% a 21% a las empresas que hacen grandes aportaciones fiscales. Sin embargo, este proyecto de ley no deroga el impuesto al patrimonio o el impuesto mínimo alternativo para individuos, aunque sí aumenta las cantidades de la exención.

Asimismo, se espera que haya una recuperación de 1, 45 billones de dólares al déficit del país, según cálculos de la Oficina independiente de Presupuesto del Congreso (CBO).