Aunque pareciera una contradicción filológica, una biblioteca de imágenes es posible gracias al concepto de los fotolibros. Se trata de una curiosa clasificación de ejemplares en que el formato bibliográfico es elegido, sobretodo por fotógrafos y artistas visuales para publicar su obra. De la mano de un buen trabajo editorial, los fotolibros resultan una experiencia visual fascinante en que puede recorrerse el imaginario de su autor de manera practica y muchas veces acompañados de textos afines.

Así pues, la Ciudad de México contará ya con la primera colección pública de este tipo de material gracias al proyecto Folio, coordinado por Mariela Sancari, la cual fue desarrollada con base en la biblioteca del Centro de la Imagen, pionera en su género dentro de la urbe. Folio, por el momento, cuenta con 300 piezas en su acervo, la mayoría de ellos donados por los mismos artistas o editoriales independientes; el logro de poseer dicho número de fotolibros no es menor, pues su limitado tiraje, su costo y los países donde son hechos los vuelven sumamente inaccesibles.

“Aquí en México es muy difícil tener acceso a ellos porque la mayoría se publican en Europa y el costo del envío es muy caro para nosotros, por eso era importante tener una biblioteca pública, para que todo mundo pudiera venir a consultar”, explicó a Sancari al diario Reforma, quien además de dirigir Folio, es también fotógrafa y artista.

La fotógrafa Mariela Sancari

La fotógrafa Mariela Sancari

Venciendo todos los obstáculos, la colección pudo conformarse gracias a una convocatoria que lanzó el proyecto a todo el mundo, por lo que podrán encontrarse en ella trabajos de Singapur, Los Ángeles, España, Holanda y muy diversos países entre los cuales también existen, significativamente, obras de mexicanos. Respecto a ello, Mariela Sancari enfatizó lo importante que es Folio para la difusión de artistas jóvenes que “entendieron que no tenían que esperar hasta tener 70 años para publicar un libro”, y han decido darse a conocer mediante el fotolibro.

“Cada vez es más difícil exponer en museos o galerías, por eso hay que autocrearse oportunidades”, asevera respecto a su proyecto, cuyo objetivo es ir abriendo camino en el ámbito, así como lo ha hecho el Centro de Imagen, que resguardará la colección y la mantendrá abierta para consulta diariamente.

Además, anualmente se realizará el evento Folio que reúne a diferentes especialistas y los presenta a través de conferencias, charlas y performances. En conclusión, se trata de una extraordinaria oportunidad para quienes deseen conocer otra faceta de los libros y las imágenes, lo demás vendrá por cuenta propia.