Para el diputado priista Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Cámara Baja, el quehacer legislativo en San Lázaro durante este año ha priorizado las necesidades más elementales de todos los mexicanos.
—Diputado Ramírez Marín, ¿con qué pendientes cierra esta legislatura?
—Yo soy de esa mitad a la que le gusta ver el vaso medio lleno, siempre me he reconocido como un optimista. En esta Legislatura se lograron tomar decisiones muy importantes para el país.
—¿Qué iniciativa considera fue la joya de la corona de la actual legislatura?
—El Presupuesto de Egresos para el 2018. Logramos el acuerdo de todos los grupos parlamentarios para aprobar un presupuesto que enfrentará el clima político y electoral del año que viene, con énfasis en reducir la incertidumbre propia de los tiempos comiciales.
—¿Se quedará algo en el tintero?
—La gente siempre va a esperar más de nosotros los diputados, y como legisladores tenemos que ser sensibles a las expectativas que tiene la ciudadanía sobre nuestro trabajo y, sobre todo, nos obliga a ser autocríticos.
—¿Cerrarán con broche de oro?
—Así tiene que ser. Es el último año de la legislatura y no podemos heredar los problemas de ahora a los siguientes. Hay un llamado a los partidos a discutir la Ley de Seguridad Interior y se trabajará para cerrar este periodo con su aprobación.
—¿Listo para contender por la gubernatura de Yucatán?
—Siempre estoy listo para seguir trabajando desde la trinchera en la que me encuentre, que en este momento es la de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y siempre será en la política al servicio de las personas. Siento un profundo amor por mi estado, me reconozco como un yucateco de 360 grados.
—¿Quién es su principal rival?
—Mi principal rival es la pobreza y la desigualdad, y desde mi trinchera como legislador he trabajado para hacerles frente y lograr que las familias tengan más opciones productivas y por lo tanto más ingresos.
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