Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú.

Donde haya un esfuerzo que todos esquivan,
hazlo tú. 
Sé tú el que aparta la piedra del camino.

Gabriela Mistral

“El rey ha muerto, viva el rey” es la frase utilizada para anunciar el fin del  tiempo de reinado del monarca en turno por causa de su fallecimiento, a la vez sirve para dar el anuncio de entronización de un nuevo rey. Significa que la monarquía es el rey pero a la vez no lo es. Es decir es el poder pleno, pero solo durante su vida. Con su muerte vendrá la oportunidad a otro rey que continuará como institución y un nuevo poder pleno y así sucesivamente.

La frase se usa desde el año 1422, siendo su origen la sucesión de Carlos VI de Francia por Carlos VII. Posteriormente fue adoptada por otras monarquías y se le ha dado mayor realce en las sucesiones de la monarquía británica. En nuestro continente, donde no hay monarquías, se usa para hacer burla de que algún cargo o periodo principalmente de gobierno ha concluido o alguien perdió su posición o concluyó su periodo de elección o designación.

Ahora nos servirá para esta columna semanal que hoy domingo 31 de diciembre será la ultima de este año 2017. Un año muy difícil que ha quedado marcado para siempre como el del terror provocado por los sismos del mes de septiembre. Así será referencia como lo es ya 1985 y 1957 en cuanto a desastres naturales a causa de terremotos. Además debe sumarse la catástrofe que padecimos en materia de inseguridad, de bajo crecimiento económico, el pésimo desarrollo educativo y el aumento de la pobreza.

Problemas generados por personas concretas, malos gobiernos y gobernantes. Aquí nada tiene que ver la fuerza de la naturaleza, es la incapacidad o la falta de voluntad para entregarse en cuerpo y alma al servicio que es la naturaleza del gobierno y los cargos públicos. Antes que eso, vemos a una clase política indolente y voraz que usa las instituciones y el erario para satisfacerse como si fuese de su propiedad. Por supuesto no generalizo, hay casos de servidores y funcionarios públicos comprometidos con su tarea y sus representados, desafortunadamente son los menos.

Por más duro que haya sido 2017, hoy llega a su fin e iniciamos uno nuevo, 2018 que ya trae su complejidad por el cambio de gobierno federal. Por ello parafraseando a las monarquías diremos que “el año viejo ha muerto, viva el año nuevo”, y con ello expresar que así es la sucesión en nuestras vidas, años vienen y años se van. Pero a pesar de adversidades, triunfos, fracasos, alegrías, pérdidas, ganancias, amores y desamores.

Los que recibimos esta gran oportunidad de concluir una etapa de tiempo e iniciar una nueva, estamos frente a la gran oportunidad de ser mejores personas y con ello lograr una mejor sociedad. Les deseo un feliz, próspero y exitoso año nuevo 2018. Que Dios nos bendiga a todos.

@perezcuevasmx

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