Un viaje por las pinceladas, los colores y el proceso creativo de Vincent van Gogh es lo que el público podrá disfrutar en la Cineteca Nacional, con Loving Vincent (Cartas de Van Gogh), el primer largometraje pintado completamente a mano dota de movimiento a la obra del pintor postimpresionista para intentar descifrar el misterio de su muerte.
La película se compone de 65 mil fotogramas pintados al óleo que recrean muchas de las obras del artista holandés. La historia se desarrolla un año después de su muerte, cuando el joven Armand Roulin tiene la misión de entregar una carta que el fallecido escribió para su hermano.
“La animación es simplemente estupenda: quizás es el primer largometraje donde la parte fundamental son las pinturas de Vincent”, aseguró en entrevista para el diario Reforma, Teio Meedendorp, investigador del Van Gogh Museum, en Ámsterdam.
Su viaje lo llevará a conocer a varios de los personajes que Van Gogh pintó en la vida real. Cartas de Van Gogh es un logro cinematográfico que invita a mirar con mayor profundidad la lucha del artista y la naturaleza de su creatividad.
Para este largometraje se requirió del arte de varios animadores, entre ellos destaca la artista mexicana Mayra Hernández Ríos, la única latinoamericana que trabajo siete meses en el estudio ubicado en Polonia.
En una entrevista con Fahrenheit Magazine, la animadora mexicana explicó que para lograr este proyecto, la primera parte del proceso creativo de este largometraje comenzó como el de cualquier otro: una historia, un guión —escrito por la directora Dorota Kobiela—, investigaciones, diseño de pintura y grabaciones con actores reales. Éste último material fue la pieza clave para la segunda etapa, la más innovadora, que llegó a las manos de Mayra y sus compañeros para pintarlo “como Van Gogh lo habría hecho”, apuntó.
“La escena que me tocó pintar es cuando Armand conversa con Marguerite Gachet (Saoirse Ronan), situados en un paisaje basado en la obra Campo de trigo con cuervos en 1890”.
Añadió que los fondos son réplicas de las famosas obras de Van Gogh; no obstante, detalló que el mayor reto fue animarlas para que fuera una película: “el crear movimiento para un cuadro de Vincent es laborioso, como el utilizaba pinceladas cortas, muy marcadas, como con forma de línea, eso significa que tienes que mover cada línea, una por una, si quieres mover algún aspecto de tu personaje”.


