Honduras saltó a las primeras planas de los diarios internacionales tras un golpe de Estado con el que Manuel Zelaya, de tendencia izquierdista, fue destituido por Roberto Micheletti, en un proceso calificado como asonada militar que ocasionó que la Organización de Estados Americanos condenara la acción y se pronunciara en favor de que el gobierno de Zelaya fuera restituido. El 28 de junio de 2009, el ejército recibió la orden emitida por la Corte Suprema de arrestar al presidente y trasladarlo hacia Costa Rica.

Aunque la OEA no aprobó esta medida, el Congreso hondureño concedió su apoyo a Micheletti y prácticamente finiquitó el mandato de Zelaya, quien terminó refugiándose en Brasil.

Han pasado ocho años desde su destitución y en las elecciones realizadas el pasado domingo, se dice que Mel (como es conocido en Honduras por sus adeptos) volvió al plano político a través de la figura de Salvador Nasralla, candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, quien hasta el cierre de esta edición —jueves 30— ha obtenido 42.77% contra 41.6%, de su más cercano rival, el actual presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, tras un recuento del  73.59%.

La cercanía de cifras ha hecho que ambos aspirantes se declaren vencedores sin esperar a los porcentajes finales del Tribunal Supremo Electoral, el cual ha estado bajo el fuego de la incertidumbre por unos comicios que se sospecha incluso en los que pudo haber alguna intromisión de Rusia.

Diversos medios de izquierda como Telesur y RT han calificado el proceso como “la venganza de los despojados”, en alusión a la trama de Zelaya en 2009. Han afirmado también que desde ese entonces, el país se ha sumido en “grandes índices de violencia, desigualdad social y corrupción, aspectos que no han podido evitar los gobiernos posteriores”.

Hay que destacar que durante la administración de Zelaya, Honduras se distanció de la política de Estados Unidos, se acercó más a Hugo Chávez y hasta incluyó al país en la Alianza Bolivariana para Nuestros Pueblos de América, con el que recibió un trató especial para ser abastecido con crudo venezolano.

En contraste, el gobierno del actual mandatario Juan Orlando Hernández Alvarado, que inició el 27 de enero de 2014, ha buscado alejarse de esos parámetros considerados populistas. Durante su gestión hizo cambios constitucionales para legalizar la reelección presidencial y es por eso que ahora intenta lograr un nuevo periodo de gobierno, aun cuando algunos sectores políticos consideran que esos cambios fueron ilegales.

A tres días de efectuados los comicios, el Tribunal Supremo Electoral de Honduras aseguró que el ganador del proceso ya está, pero sólo hace falta esperar al conteo total de las actas. Nasralla Salum mantiene la victoria con un millón 86 mil 677 sufragios y, por momentos, se muestra nervioso ante la cercanía de votos de su rival, que ha conseguido un millón 61 mil 822 votos. La cercanía entre ambos es tal que Nasralla ha amenazado con acudir a una revisión minuciosa casilla por casilla.

Al respecto ha destacado en sus redes sociales que no reconocerá los resultados si éstos le son desfavorables, al tiempo que acusó al sistema electoral de querer verle la cara de tonto y de robarle su triunfo.

La declaración la hizo apenas este jueves, luego que la Organización de los Estados Americanos diera a conocer que tanto él como Orlando Hernández firmaron una declaración en la que se comprometían a respetar los resultados y llamaban a la calma.

“Yo no voy a aceptar el resultado de actas del Tribunal Electoral que está metiendo sin firmas y que está alterando la voluntad popular”, afirmó el opositor en su cuenta de Twitter.

La Unión Europea, que mantiene observadores en el país, criticó a las autoridades por la falta de continuidad y actualización de los resultados, pero el Tribunal se defendió argumentando que el problema lo causaron las empresas de sondeo que divulgaron tendencias sin antes esperar el conteo total de los sufragios.

Nasralla, de origen palestino, se mantiene al frente al menos por ahora. Algunos medios locales lo distinguen por su carrera televisiva como periodista deportivo. Fue jefe de prensa de la Selección Hondureña durante el Mundial de Futbol España 1982. En los noventa se popularizó aún más al ser maestro de ceremonias en eventos de gran envergadura como los concursos X-O da Dinero, Miss Universo y Bailando por un Sueño.

Un caso muy parecido ha sido el de Donald Trump en Estados Unidos, del que aseguran consolidó su victoria electoral debido al manejo que dio a su campaña como un espectáculo televisivo. En 2011, Narsalla fundó el Partido Anticorrupción con el que se presentó en las elecciones de 2013, obteniendo un escaso 13%. A principios de este año, abandonó su partido y se presentó como candidato del partido Alianza de Oposición contra la Dictadura, con el cual se mantiene al frente en el recuento.

Al igual que en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en el referéndum del brexit y hasta en las de Cataluña, se teme que la mano de Rusia haya interferido en los comicios, lo cual no es descartado por el periodista hondureño Rómulo Matamoros Escaño, subcoordinador de Noticias de HRN, quien considera que Nasralla comparte simpatías con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.

Esta es la entrevista que concedió a Siempre! vía correo electrónico en momentos en que todavía falta un 26% de las urnas por ser procesadas y que podría cambiar la balanza electoral en cualquier momento en espera de determinar al ganador de la silla presidencial en los próximos cinco años.

La sombra de Zelaya

Expertos analistas consideran estas elecciones como las importantes desde 1981, cuando ubican a Honduras en su regreso a la democracia, ¿qué opinión tiene de esto?

Todas las elecciones han sido importantes en Honduras, nos han servido para fortalecer nuestro sistema, la elección del 26 de noviembre quizás revistió más importancia porque, por primera vez, participaban diez partidos políticos y por primera vez un presidente buscaba la reelección presidencial.

Honduras es uno de los pocos países que permiten la reelección, ¿considera que este mecanismo ha funcionado en el país?  

Además de Nicaragua, en Honduras se adoptó por disposición de la Sala de lo Constitucional la reelección presidencial, todavía no se puede establecer si funcionó o no, porque el Tribunal Supremo Electoral sólo ha proporcionado información del 57 por ciento de las urnas escrutadas.

Aunque Manuel Zelaya no participa como candidato, se siente que su influencia está fortaleciendo a la Alianza contra la Dictadura, ¿en su opinión es posible un regreso de la izquierda en Honduras?

Considero que el expresidente Manuel Zelaya y su partido Libertad y Refundación Libre cuenta con una estructura a nivel nacional y ésta es utilizada para promover la candidatura del ingeniero Salvador Nasralla. Si tomamos en cuenta que el señor Zelaya, cuando dirigió los destinos del país,  tuvo vinculación directa con el gobierno del desaparecido Hugo Chávez, es lógico pensar que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tenga un interés político en Honduras.

De nuevo la mano de Rusia 

Aunque hay una especie de paranoia por la manipulación de Rusia, ¿considera que es probable que Moscú haya intervenido en los resultados?

Si hay un interés de Venezuela, a través de la Alianza Política de Oposición, de intervenir en Honduras, no hay que descartarlo. Esto lo digo por las relaciones que tiene Rusia con el país sudamericano, y es probable que haya metido las manos en el proceso electoral de esta nación centroamericana.

Nasralla confunde TV con el poder

Respecto al perfil de Salvador Nasralla, quien se ha desempeñado más en el ámbito mediático que político, ¿qué se podría esperar de él en el caso de que gane la Presidencia?

El es ingeniero industrial egresado de Chile. Es presentador de televisión en programas deportivos y buen maestro de ceremonias en concursos de belleza. Cambia constantemente sus opiniones y es una persona impulsiva, irreverente y no pudo diferenciar su papel como presentador de un programa X-0 da Dinero, que transmite los domingos, donde regala productos de sus patrocinadores, y la candidatura presidencial.