El escritor, periodista, novelista, guionista y dramaturgo Vicente Leñero (1933- 2014) navegó por los anchos mundos de la escritura, dueño de una prosa que invita al lector pero también confronta los convencionalismos. Parte de este quehacer se encuentra en Periodismo de emergencia, obra que reúne sus trabajos en las publicaciones Proceso, Nexos, Revista de Revistas, La Jornada Semanal, El País, Excélsior, Cultura Urbana, Claudia y Siempre!

A tres años de su muerte, la Secretaría de Cultura propone la lectura de la publicación como una forma de introducirse a la capacidad de investigación y manejo de la información con la que contaba el autor de Los albañiles (1964), aderezados con datos cotidianos que, en su aparente simpleza, enriquecen aún más el contenido de las entrevistas con figuras notables de la vida nacional, artículos de opinión y reflexiones sobre temas variados que el escritor ofrece en este volumen son características determinantes en el estilo del periodista.

Se trata de textos escritos a propósito de sus encuentros con personajes como la actriz María Félix durante la charla en la casa de La Doña; el “Diario” de una fan de Raphael (su amor) que narra las sensaciones y vivencias de una joven apasionada por el cantante español que tuvo la oportunidad de asistir a un concierto suyo en la Alameda del Centro Histórico de la Ciudad de México, al tiempo que aporta datos biográficos del Divo de Linares.

Por ejemplo, en la crónica titulada La noche triste de Raquel Welch, Leñero describe a la actriz y retrata las reacciones de los asistentes (representantes de la clase media de los años setenta) que acudieron al espectáculo de la “omnipotente diosa del sexo” presentado durante cuatro noches en el Hotel Fiesta Palace de la Ciudad de México. También se encuentra en sus páginas una conversación con Juan José Arreola durante una partida de Ajedrez en la que el escritor confesó que este deporte le interesaba más que la literatura. Por otro lado, está la historia de cómo Sergio Méndez Arceo decidió ingresar al Seminario hasta convertirse en arzobispo.

Vicente Leñero dedica un par de capítulos a importantes movimientos ocurridos en México durante las últimas décadas del siglo XX, y que le tocó vivir. Como parte del fenómeno de las izquierdas revolucionarias de los años setenta presenta a la activista del Frente Urbano Zapatista, Paquita Calvo, sus reflexiones y la historia de cómo llegó a la cárcel luego de participar en el secuestro de Julio Hirschfeld Almada, logrando obtener el cuantioso rescate solicitado.

También narra la charla que los periodistas tuvieron con el subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y presenta un José María Morelos y Pavón que fue reconocido como un estratega genial por el propio Napoleón Bonaparte quien dijo de él “con cinco como ése, me hubiera quedado chiquito el mundo”.

En sus páginas presenta las historias de: La Diana, la estatua de Miguel Alemán, el Castillo de Chapultepec, el Colegio Militar y la puesta en operación del Metro de la Ciudad de México al que le llamó “el gusano azteca”, así como también aborda también el Concurso Señorita México 1976, espectáculo al que el público pagó por asistir y apostó por sus favoritas “sin más premio que el orgullo de acertar”.

Vicente Leñero, quien falleció a los 81 años, estudió periodismo en la escuela Carlos Septién García. Fue becario del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid en 1956 y, a finales de la década siguiente del Centro Mexicano de Escritores y de la Fundación Guggenheim. De sus obras destacan Estudio Q(1965), El garabato (1967), Redil de ovejas (1972), El evangelio de Lucas Gavilán (1979), Asesinato (1985) y La vida que se va (1999).