Para muchas personas el periodismo es una de las profesiones más peligrosas del mundo. El periodista tiene que indagar y buscar información sobre algún caso en específico que suele incomodar a muchos sectores de la sociedad, lo que lo expone a acciones violentas. Según el organismo internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) en el 2017 murieron 65 informadores, una cifra que representa un 18 % menos que la del año anterior.

Al presentar su informe anual, RSF señaló que si se cuentan únicamente los periodistas profesionales, el número de muertos en 2016 (50) fue el más bajo desde hace 14 años. El organismo atribuyó esta situación a una “creciente toma de conciencia sobre la necesidad de proteger mejor a los periodistas y la multiplicación de las campañas por las organizaciones internacionales y por los mismos medios”.

De igual forma, se debe a que algunos periodistas han salido de países “considerados demasiado peligrosos” como son los casos de Siria, Irak, Yemen o Libia.

En el ranking de países peligrosos para ejercer el periodismo, RSF señaló que Siria continuó en el primer lugar con 12 periodistas muertos, seguido por México con 11, y además fue calificado como “el más peligroso en paz del mundo para los reporteros”. Le siguen Afganistán, con 9 muertos, Irak, con 8 y Filipinas con 4.

“En el país de los cárteles de la droga, los periodistas que se ocupan de la corrupción de la clase política o del crimen organizado son casi sistemáticamente señalados, amenazados o incluso ejecutados a sangre fría”.

Para Christophe Deloire, secretario general del organismo, la tarea periodística “en ciertos países se está haciendo tan peligrosa como cubrir un conflicto. Esta situación alarmante recuerda la necesidad de proteger más a los periodistas”.