El desmantelamiento de Petróleos Mexicanos (Pemex) no es una casualidad, no es producto de un error sino de medidas tomadas conscientemente con el objetivo de ir desmantelando Pemex, disminuir su importancia dentro de la industria petrolera tanto a escala nacional como mundial, e ir abriendo las posibilidades de que el hidrocarburo estuviera disponible para los intereses privados y ya no se manejara en función de un interés público, reveló Cuauhtémoc Cárdenas a Ana Lilia Pérez, autora de Pemex RIP. Vida y asesinato de la principal empresa mexicana (Grijalbo, 2017).

En más de 400 páginas, la periodista narra la estrategia que se planeó, desde el sexenio de Miguel de la Madrid, para destruir Petróleos Mexicanos. Relata con nombre y apellidos cómo el símbolo del orgullo mexicano se mudó a paraísos fiscales, se doblegó ante el narcotráfico y  a los huachicoleros; entregó recursos públicos a campañas políticas, permitió la corrupción de sus directivos, como ha evidenciado el caso de Emilio Lozoya y Odebrecht.

La ganadora del Premio Nacional de Periodismo conversó con Siempre! y aseguró que Pemex aún se puede salvar si se limpia de corrupción a través de las estructuras que están operando actualmente. “Se tiene que erradicar la presencia del crimen organizado y desburocratizar la industria, si se hace todo eso y se opera como lo hacen otras petroleras del mundo, repuntará Pemex como la gran empresa competitiva que fue hasta la década de los 70”.

La periodista Ana Lilia Pérez. FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM

La periodista Ana Lilia Pérez. FOTO: MOISÉS PABLO/CUARTOSCURO.COM

-La industria petrolera fue un símbolo de la identidad nacional. ¿A la fecha se podría decir que es símbolo de corrupción?

Yo sí la defino como un símbolo de corrupción por la manera en que se operó la empresa Petróleos Mexicanos como paraestatal e incluso por la manera en que hoy se administra, la ahora llamada empresa productiva del Estado.

-¿Qué llevó a Pemex a entrar a los paraísos fiscales en la década de los 80?

A nivel internacional eran tiempos de privatizaciones, todo este esquema venía de una política que planteada en la llamada Escuela de Chicago, con toda esa oleada de personajes que se prepararon con esa ideología en que el Estado protector debía desaparecer y se debía de dar paso a las privatizaciones.

En México, desde la Secretaría de Hacienda, ese grupo empezó la tendencia de las privatizaciones. Pemex era el símbolo del orgullo de México, tenía toda esa carga ideológica. Era parte de la herencia cultural de este país. Cualquier gobierno que quisiera privatizarla sabia que habría un rechazo unánime de la ciudadanía.  Dentro de Pemex se comienza a hacer una reconfiguración de la empresa, se divide para hacer más manejable la privatización que vendría después. También se hizo todo un esquema en donde se comienza a hacer operar empresas en paraísos fiscales.

¿Qué ventajas daba el operar estas empresas? Los paraísos fiscales permiten que las compañías manejen capitales sin rendición de cuentas. En el caso de Pemex es muy  grave que se haya manejado así porque el dinero venía de una empresa del Estado, era dinero que debía estar sujeto al escrutinio público pero no se hizo de esa manera. Es ese momento, funcionar de esa manera daba la posibilidad de que se hicieran todo tipo de operaciones financieras. La Auditoria Superior de la Federación, en distintas ocasiones, le dijo a Pemex que ese tipo de operaciones eran ilegales, sin embargo, en ningún momento se frenaron y se fueron creando más y más empresas en paraísos fiscales.

-En la entrevista que le realizaste a Cuauhtémoc Cárdenas aseguró que se buscó a todo costa que los recursos petroleros pudieran ser explotados, y en tu libro expones los nombres de aquellos que lo hicieron posible. ¿Por qué a la fecha ningún director de Pemex ha sido juzgado?

Tiene que ver con el nivel de impunidad que hay en este país. Un ejemplo es el caso Odebrecht. En América Latina hay presidentes y ministros de varios países en prisión, y en México está un ex director de Pemex que se apunta como el principal implicado en estos actos y la justicia está siendo muy tibia, no se sabe si se le va a juzgar o no. En el libro se documenta todo tipo de ilegalidades por los directores de Pemex y no se les juzga porque hay una red de complicidad muy grande dentro de la misma empresa directamente implicada con la política mexicana. El gran problema de Petróleos Mexicanos es que nunca se le administró como una empresa productiva sino como la caja chica del gobierno en turno. En la historia de Pemex únicamente un director fue puesto tras las rejas, y fue el caso de Jorge Díaz Serrano. Cuando fue juzgado él ya no era director de Pemex aunque los casos por los que se le juzgó fueron cuando era titular. Fue el primer político en México en perder el fuero que tenía como senador. Actos como el que hizo de triangular los barcos para vendérselos a Pemex a un precio más alto fueron la constante de muchos altos directivos de Petróleos. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido juzgado por los desvíos de recursos o por mala administración.

-Tomó 35 años (De la Madrid-EPN) convertir a Pemex en una “administradora de contratos”. Sin embargo, hay optimistas que aseguran que se puede salvar a la Petrolera. ¿Hay algún salvavidas para la empresa?

Creo que hay un salvavidas para la industria petrolera nacional porque México tiene mucho potencial como país petrolero, y un indicador de esto es que no hay ninguna empresa petrolera en el mundo que se niegue a hacer negocios en México. Se habla de nuevos yacimientos que se están poniéndose en operación, de la capacidad que todavía tiene México en la producción de petróleo y de gas. México es un país con mucho potencial. El gran tema es que Pemex se está haciendo una empresa cada vez menor, menos productiva y rentable aparentemente; pero Pemex no sólo es la infraestructura, es toda la materia prima que aún tiene el suelo mexicano. Una prioridad es la corrupción que hay en Pemex, los lastres que ha enfrentado desde su existencia. Si se llega a combatir este mal realmente podría llegar a ser un empresa productiva.

-Se acercan las elecciones presidenciales y entre los posibles contiendes encuentras a alguien que “sea intolerante a la corrupción” y que pueda tomar decisiones con alcance nacional y responsabilidad? 

Hasta ahorita no veo propuestas muy claras sobre el tema de cómo se buscaría manejar la industria petrolera. No veo posiciones muy claras de los precandidatos para ver la manera en que se atacará la corrupción. Creo que esa debe de ser una prioridad para los candidatos ya sean independiente o representantes de algún partido porque el tema de la corrupción es el gran lastre para México. Las transiciones de gobierno siempre son una esperanza de la propia ciudadanía para que este tipo de modelos que han llevado al Estado mexicano a acabar con grande activos, con es el caso de Pemex, o que atentan contra el patrimonio del país terminen. Es necesario que se planteen nuevos modelos de gobierno de cómo se debe abatir la corrupción, tema principal, y que no lo veo en las agendas que han mostrado los precandidatos.

-Recientemente se anunció la reelección de Carlos Romero Deschamps como dirigente del sindicato petrolero. ¿Qué tanto daño le ha hecho este personaje a Pemex?

La reelección de Romero Deschamps es una muestra más de lo que plantea el libro de cómo la estructura sindical corrupta atenta contra la propia empresa desde hace muchos años. Deschamps no representa a todo el gremio de trabajadores del sector petrolero, me refiero que él representa a su familia, a su esfera más estrecha, a esos dirigentes sindicales que han echado mano de manera discrecional de mucho dinero de Pemex. Es uno de los personajes que debería ser investigado en aras de limpiar la industria petrolera. En el libro hablo del Sindicato Petrolero, desde sus orígenes, de aquel modelo sindical pervertido donde el dirigente echa mano del dinero de prebendas como si fuera su caja chica. En el caso de Romero Deschamps no es ningún secreto de que se mantenga una estructura familiar pagada por Pemex, los excesos que da cuenta su propia familia y que él goza sin representar a toda la clase trabajadora. Dentro del Sindicato Petrolero hay muchos grupos opositores que han presentado diferentes demandas penales en contra de Deschamps que acusan del mal manejo de dinero del Sindicato, la oposición ha sido prácticamente anulada. No puede decirse que el sindicato es una organización democrática y creo que Deschamps es uno de los personajes a quienes los mexicanos lo identificamos como uno de los símbolos de la corrupción que hay en el país y yo diría que uno de los símbolos que han llevado a Pemex a ser un empresa saqueada.

-¿Cuáles son los escenarios para Petróleos Mexicanos?  

Seguirá como una empresa a la baja para que las privadas sean las que predominen en la actividad petrolera. Diría que el panorama que podemos observar, de no terminar con esta tendencia, es un poco como lo planteaba el general Lázaro Cárdenas en su discurso, que viene en el capítulo 1 del libro. La situación que veía Cárdenas de cómo las empresas operaban la industria petrolera mexicana en los año 20 del siglo pasado, es exactamente el panorama que podemos esperar en la actualidad. Tal parece que el general, en su discurso, nos estuviera contando lo que viviría México actualmente con el Pemex desnacionalizado. Hablaba de los abusos de las empresas y tocó el tema de que las propias empresas privadas pueden tener sus grupos de seguridad.