El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido tras el Consejo de Ministros para hacer balance del año y anunciar que la sesión constitutiva del Parlamento de Cataluña se celebrará el próximo 17 de enero. Rajoy ha llamado a una nueva etapa de entendimiento y diálogo en Cataluña dentro del marco de la ley.

Cataluña necesita un Govern “capaz de dialogar y entenderse con todos los catalanes y con el resto de España”, ha manifestado Rajoy, que, en virtud de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, tiene poderes para convocar la sesión constitutiva del Parlament tras las elecciones del 21-D en las que los constitucionalistas no reunieron los votos suficientes para gobernar, a pesar de la victoria de la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Rajoy ha asegurado que el Gobierno tiende la mano a cualquier opción política siempre y cuando esté dentro de la legalidad vigente, para construir una nueva etapa en Cataluña que permita “revertir las adversidades económicas” que ha ocasionado el ‘procés’, mitigadas en parte, ha dicho, “por la seguridad que aportó el 155”.

Por ello, el presidente ha apelado al futuro Gobierno de la Generalitat a que no vuelva “a poner a prueba” la calidad de la democracia, la independencia de poderes, el imperio de la ley y la serenidad de la sociedad que se han demostrado tras la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Ha vuelto a ofrecer al futuro Govern “toda su colaboración” y su “mejor voluntad” de un diálogo “constructivo, abierto y realista” siempre que sea “dentro de la ley” para resolver los problemas de los catalanes y conseguir que Cataluña vuelva a la senda de la recuperación económica.

Rajoy ha recordado que el desafío independentista ha obligado a aplicar por vez primera el artículo 155 de la Constitución, algo que ha demostrado la “calidad de la democracia”, la independencia de los poderes del Estado, el “imperio de la ley”, la “utilidad de las normas” y la “serenidad” del conjunto de la sociedad. En suma, ha dicho que se ha utilizado “la ley para defender la ley y la convivencia” y ha apuntado que “lo lógico y lo razonable” sería “no volver a poner a prueba” los valores que se han defendido.

En este sentido, ha advertido de que no podrá aceptarse de nuevo “ningún chantaje, medidas de fuerza ni políticas de hechos consumados” y ha hecho ver que al igual que ocurrió tras la declaración unilateral de independencia, Europa “no concederá ningún tipo de reconocimiento o legitimidad” a quien vuelva a intentarlo. Y ha subrayado que el futuro Gobierno catalán no podrá hacer más “apelaciones a la ruptura o la ilegalidad” dado que la ley “no lo permitirá”, y además ha explicado que los independentistas carecen del apoyo mayoritario de la sociedad catalana “para mantenerse en esa deriva tan perniciosa”.

Confiado en que se pueda abrir una etapa en Cataluña “basada en el diálogo y no en el enfrentamiento”, Mariano Rajoy ha recordado que el procés ha llevado a un “grave deterioro económico” a esta comunidad autónoma, solo mitigado en parte por la aplicación del artículo 155, como ha puesto de relieve el Banco de España.

No habrá remodelación de Gobierno

Por otra parte, Rajoy ha asegurado que no va “a hacer remodelación del Gobierno”, porque “nadie” se lo ha pedido y está “cumpliendo bien con su obligación”. Respecto a la necesidad de la remodelación ante la posibilidad de que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ocupe la Vicepresidencia vacante del Banco Central Europeo (BCE), ha dicho que aún no tiene tomada la decisión.

El pasado 15 de diciembre en Bruselas, el presidente ratificó que España presentará su candidatura a ocupar esa Vicepresidencia del BCE pero no confirmó si será su ministro de Economía, Luis de Guindos. Por otra parte, ha dicho que aún no tiene nuevo jefe de Gabinete en sustitución de Jorge Moragas. El pasado viernes, el Consejo de Ministros aprobó su salida para ocupar la embajada de España ante Naciones Unidas.