La religión mal entendida es una fiebre que puede terminar en delirio. Voltaire
Si alguien hubiera registrado un partido con filiación abiertamente católica, posiblemente ni siquiera se le hubiera concedido el registro, por atávicas e históricas razones ideológicas.
Encuentro Social, partido fundado e integrado por miembros de la Iglesia evangélica, no oculta su filiación abiertamente religiosa. Vamos, muchos de sus dirigentes son pastores evangélicos.
Y conste que quien esto escribe no comparte la opinión de las élites ilustradas de que los valores religiosos no tienen lugar en una sociedad laica.
Al contrario, creo que los valores morales que promueve la religión pueden ser útiles para cohesionar una sociedad que, como la mexicana, parece por momentos haber perdido hasta los cimientos que en algún momento dejaba la materia de civismo en la educación pública.
Pero no le falta razón a nuestra directora Beatriz Pagés, quien con su lucidez y franqueza habituales nos advierte del riesgo que representa la alianza de Morena y Encuentro Social, lo cual vincula al señor López Obrador con los movimientos evangélicos más agresivos, tan susceptibles a la influencia de los recursos provenientes de los países más ricos.
A México le ha costado mucha sangre superar los prejuicios que llevaron a cruentas luchas entre los prejuiciosos políticos anticatólicos que por momentos quisieron enviar a los católicos mexicanos a practicar su religión como los primeros cristianos: ocultos en las catacumbas de la imperial Roma.
Los evangélicos y otras denominaciones protestantes llegaron a contar con el apoyo abierto de muchos gobernantes, lo cual, al paso del tiempo provocó choques sangrientos ente católicos y protestantes en muchas comunidades del México profundo.
Aun ahora, en pleno siglo 21, ocurren choques entre comunidades alejadas algunas, otras, no tanto, del arrogante Altiplano. Por eso parece poco juicioso que Morena se arrope en los evangélicos de Encuentro Social.
Como afirma nuestra directora, esto le inyecta un ingrediente riesgoso a la competencia política, a la elección presidencial. Hace muchos años, una apreciada amiga, Olga Morena, me dijo: “… Flaco, muchos creen que el Centro es México, olvidan que en México la gente sí se mata por el agua, por la tierra y, muchas veces por la religión”.
Con su visión realista, de una conocedora del México real, como lo que la querida Olga Morena, de alguna manera parafraseaba a Wendell Phillips, quien sostenía que la diferencia de religiones alimenta más peleas que las diferencias en política.
jfonseca@cafepolitico.com



