En el contexto de los comicios que tendremos en México para renovar más de 3,400 cargos de elección, con votaciones locales en 30 de las 32 entidades del país concurrentes con las federales, un tema ha encendido las luces de alerta de analistas y partidos políticos: la posible intervención de actores extranjeros para favorecer a un candidato en particular.

En opinión de Rodrigo Iván Cortés Jiménez, especialista en relaciones internacionales y maestro de geopolítica y globalización en la Universidad Anáhuac del Norte, hay motivos para despertar preocupación, en especial respecto a la repetición de experiencias pasadas, como fue el apoyo que en 2006 manifestaron integrantes de la Coordinadora Bolivariana a Andrés Manuel López Obrador, algo que ahora se puede reeditar con mayor fuerza.

Injerencia extranjera

Cortés Jiménez señaló que para responder a la pregunta acerca de si se puede presentar algún tipo de apoyo del extranjero a un candidato presidencial mexicano, hay que recordar lo sucedido en 2006, año en el cual además de que se dio una de las elecciones más competidas también se presentó el apoyo del régimen de Hugo Chávez a favor del, en ese momento, abanderado del PRD: Andrés Manuel López Obrador.

 “En años anteriores, en 2006, fue muy evidente el despliegue del gobierno venezolano; este año en vez de presenciar un hosco despliegue de los venezolanos podríamos tener una intervención camuflajeada de Rusia, algo que afectaría en mucho la legitimidad de un triunfo”, sostuvo nuestro entrevistado.

El especialista alertó acerca de que se repitan este tipo de acciones, considerando que la ubicación geográfica de nuestro país ayuda a considerarlo como un objetivo para quienes deseen intervenir en los comicios de 2018.

 “Podría impactar, se podría presentarse ese escenario, en particular cuando lo están diciendo agencias de inteligencia de Estados Unidos, con los antecedentes que conocemos, es posible. En 2006, el gobierno venezolano con las ligas que tenía con grupos subversivos y radicales, con grupos en universidades públicas, con la valija diplomática, con recursos, lo hizo. De que se puede, se puede, estamos acostumbrados a los cochupos de nuestros partidos, pero dadas las circunstancias, nuestra ubicación geopolítica y los antecedentes que tenemos pueden perfectamente entrar intereses de otro tipo y, especialmente, dinero de otro tipo”, explicó.

El internacionalista recordó los antecedentes inmediatos en elecciones presidenciales.

 “De manera puntual no sería la primera vez que un país extranjero trata de intervenir en una decisión soberana de México. Recientemente, hechos sucedidos en 2006 y 2012 apuntaron al intento de apoyar desde Venezuela a un candidato en específico: Andrés Manuel López Obrador. Se le apoyó desde Caracas usando la embajada en nuestro país de manera muy hosca, muy evidente, lo cual suscitó diversos reclamos y la expulsión de México de dos embajadores y un encargado de negocios”.

Rodrigo Iván Cortés Jiménez.

El eje Caracas-La Habana-México

Para quienes aseguran que no habrá interferencia extranjera en las elecciones de julio en México, Rodrigo Iván Cortés asegura que se puede presentar una acción coordinada para apoyar a un candidato. Hay antecedentes que apuntan en este sentido, señaló.

 “Esto que ya es un antecedente adquiere una nueva complicación en cuanto a lo que es el riesgo para el país por una intervención extranjera por el papel de Rusia, ya que debemos de ubicar que dicha nación tiene un afán geopolítico muy pronunciado. Su dirigente tiene un especial interés en el continente americano y si ya intervino en las elecciones de Estados Unidos, que es la potencia militar global y es el país más rico del mundo, pues la parte de México no sería algo muy lejano a considerar una vez que nuestra república juega, en términos geopolíticos, un papel de conexión importante entre lo que es el norte del continente con lo que es el centro y el sur, además de que si alguien tiene interés en incidir en Estados Unidos es Rusia —desde que era Unión Soviética—; a México se le ve como un punto relevante para esto, recordemos que en su plan de política de exterior, Hugo Chávez puso de manera explicita que buscaría crear un triangulo de influencia geopolítica entre los dos elementos que tenía y el que le faltaba, a saber Caracas-La Habana y Ciudad de México como el que le faltaba, expresado de manera explicita, entonces resulta que para Rusia puede ser muy apetitoso tener incidencia en este eje”.

Asimismo, alertó acerca de la manera en que se están conformando los bloques internacionales para mover sus piezas en busca de aumentar su influencia.

 “Esto podría afectar a Estados Unidos. No es un secreto que la mayor parte de la droga que se consume en la Unión Americana pasa por México y si eso ocurre, qué otra cosa no pasará en otros rubros. Ya lo han dicho agencias de inteligencia de otros países, hay intereses de otras latitudes aquí y hay que considerar que en la esfera de influencia rusa se encuentra Venezuela y esto, en términos geopolíticos, implica una gama de intereses concatenados, como se puede apreciar con el apoyo de Rusia a Irán y su influencia en Venezuela”, completó.

Y Estados Unidos…

En cuanto a nuestro vecino del norte, nuestro entrevistado sostuvo que aunque en otras ocasiones ha buscado intervenir en asuntos locales, ahora la presencia de Trump en la Casa Blanca ha cambiado la ecuación, por lo que no ve una probable acción en este sentido desde Washington.

 “No veo el gobierno de Donald Trump sabiendo operar una cuestión de esta naturaleza para que gane algún candidato en particular, pero la incontinencia verbal y tuitera del presidente de Estados Unidos —si quisiera hacer eso— terminaría afectando a quien quisiese apoyar y beneficiando a quien no quiere que gane. Sus asesores le tiene que decir que lo mejor que puede hacer es no pronunciarse”, indicó Cortés Jiménez.

No obstante, señaló que lo que podría ocurrir es que no sea el gobierno estadounidense el que busque intervenir, sino otro tipo de actores.

 “En Estados Unidos, en el marco de otro tipo de intereses, hay gente que podría estar en las grandes ligas económicas con intereses de que haya cierta continuidad, lo cual podría beneficiar a Meade, porque es una persona con relaciones con esos grupos a los que les interesaría que quedara y le diera confianza a los mercados y a quienes están acostumbrados a tratar con un cierto perfil de gobernantes mexicanos”.

De igual forma, continuó, “la cuestión es, hasta donde tengo entendido, que no solo hay actores financieros y económicos interesados solo en Meade, hay actores económicos interesados en que ganase un López Obrador. Instancias como Open Society están dando cada vez mayor respaldo a este candidato porque les interesa que gane, en el caso de Anaya no veo algún interés internacional que lo apoye, más bien veo intereses con Meade y López Obrador”.

Y es que, en opinión de nuestro entrevistado, el precandidato de la alianza Morena-PT-PES es quien puede tener más relaciones con actores externos.

“López Obrador tiene una gama de adeptos o simpatizantes que él mismo está tratando de ampliar; dentro de ese grupo se puede encontrar desde un Alfonso Romo, promotor empresarial y que no es un perfil de izquierda, hasta Tatiana Clouhtier, para darle un guiño a los que simpatizan con el apellido, pasando por sus nuevos aliados del PES que sirven para moderar a sus radicales, que son muy virulentos, pues le alejan el voto de los ciudadanos más racionales. No hay que olvidar que López Obrador ha venido siendo la opción de la izquierda más subversiva. Vemos cómo ha habido planteamientos en sus propios comunicados que son en apoyo a López Obrador, como es el caso del ERPI —involucrado con la CNTE—, en los cuales el aspirante de Morena ha buscado tener de su lado, pero hay que ubicar —en términos de seguridad nacional— que se trata de un organismo subversivo”.

El también exdiputado federal recordó el apoyo que en el marco del proceso electoral de 2006 recibió de personajes como Lucía Moret, a quien se le apresó en la selva colombiana en un campamento de las FARC.

“López Obrador tiene un rango amplio de apoyos, debería estar trabajando en un deslinde —si eso le interesa, y si le interesara el voto de los ciudadanos que creen en la soberanía—, para decir que no acepta apoyo de afuera. López Obrador tendría que estar trabajando en negar esto, la información de agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos y lo que pasó en esa país, que tiene en un brete jurídico —con posibilidades de impeachment— al propio presidente, sería motivo para tomar cartas en el asunto”.

Apoyos subversivos

El catedrático de la Universidad Anáhuac consideró que este tipo de apoyos para el aspirante de Morena, en el actual contexto electoral que vivimos, no ayuda a mejorar la imagen que se tiene de este abanderado.

Asimismo, comentó que aunque se ha discutido poco la actuación de medios de comunicación extranjeros cuyas señales se pueden recibir en México, estos pueden representar una influencia importante para apoyar a algún candidato a la presidencia.

 “Hay que considerar el aspecto cultural y la expansión que tienen canales como Hispan TV, Telesur y RT, y cómo en México han querido avanzar. Hay que pensar que si esto se combina con la manipulación en redes sociales a favor de López Obrador, estaríamos frente a un conjunto de vinculaciones que implican ciertas líneas que suman a otro tipo de grupos, como la Coordinadora Continental Bolivariana, cuya presidencia en México la tenía Lucía Moret, lo cual terminó luego del bombardeo al campamento del guerrillero colombiano Raúl Reyes”.

La Coordinadora, recordó nuestro entrevistado, era un esfuerzo venezolano para brindar apoyos conjuntamente con Cuba a sus aliados en la región. Lucía Moret fue propuesta por el Partido del Trabajo para una diputación, algo que se evitó por las investigaciones que tenía en su contra.

 “Hoy el PT va en alianza con López Obrador”, remató Cortés Jiménez.

“Decir que una influencia de Rusia en algo lejano no es tan cierto, pues si ya lo hicieron en Estados Unidos y mantienen una liga con Venezuela, como muestran los antecedentes, y si hacemos caso a los informes de especialistas y del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, pues podemos concluir que no es cosa menor y se sitúa más en lo que en nuestro vecino del norte se catalogaría como clear and presente danger (peligro real y presente) y si, además, ubicamos cómo se maneja la institucionalidad en México, pues hay que poner las luces rojas ya”, concluyó nuestro entrevistado.


Operación Gavin

En la década de los años 80, el columnista Carlos Ramírez publicó el libro Operación Gavin en el cual denunció las reuniones del entonces embajador estadounidense en México John Gavin.

Representante de la administración de Ronald Reagan, Gavin mostró un llamativo activismo con empresarios y otros actores políticos para apoyar una transición en la administración pública federal, acarreando con ello críticas de distintos sectores sociales por el apoyo que estaba mostrando, pues uno de sus principales planteamientos era que no debía continuar el PRI en el gobierno.

Pese a las denuncias en este texto y en otros espacios periodísticos, no hubo protestas formales de la administración de Miguel de la Madrid por la manera en que el diplomático estaba interviniendo en asuntos locales.

@AReyesVigueras