“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas”. Mario Benedetti.

Los ciudadanos paraguayos tienen una cita importante con las urnas el 22 de abril de 2018 para elegir a su nuevo Presidente de la República, Vicepresidente, 45 senadores titulares y 30 suplentes, 18 parlamentarios titulares del Mercosur con sus respectivos suplentes, 80 fórmulas de diputados, 17 gobernadores y mismo número de juntas departamentales.

Estos comicios serán los séptimos para elegir mandatario después de su transición a la democracia en 1989 con el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner. Asimismo, estas elecciones permitirán la sucesión del Presidente Manuel Cartes Jara, del Partido Colorado, quien triunfó en los comicios de hace cinco años, destacando por ser el primer político electo en este país sudamericano con más de un millón de votos, además de conseguir levantar las sanciones del Mercosur en contra de Paraguay, después de la crisis política de 2012 y la salida del expresidente Fernando Lugo.

En los próximos meses los electores guaraníes escucharán las propuestas de los diferentes candidatos, destacando entre otras fuerzas políticas la Asociación Nacional Republicana- Partido Colorado con sus candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia, Mario Abdo Benítez (hijo del secretario particular del dictador Stroessner) y Hugo Velázquez, respectivamente. En contraparte está la propuesta del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Frente Guasu que aglutina a partidos de izquierda, y que postulan a esos cargos a Efraín Alegre y Leo Rubín.

¿Qué esperan los paraguayos después de las elecciones de abril de este año? La coyuntura no es sencilla, ya que los disturbios de la primavera de 2017 ocasionaron un incendio en el Congreso de este país, esto, por el debate en el interior de este cuerpo legislativo de una propuesta para fijar la reelección presidencial, la cual fue aprobada de forma sigilosa y extraoficial. Dicho incidente ocasionó un deceso, la renuncia del Presidente Cartes a presentarse en los siguientes comicios, así como el enfrentamiento entre las dos principales fuerzas políticas.

Pese a las crisis políticas de los últimos años, Paraguay ha tenido avances importantes en la economía, lo que se ha reflejado en mejoras en la calidad de vida de sus habitantes. Pese a su geopolítica adversa, y de no contar con salidas al mar, este país ha tenido de los porcentajes de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) más altos del mundo en la última década, tal como lo refiere el Banco Mundial con ejemplos como 13.1% registrado en 2010, o 14.04% de 2013, lo cual ha sido combinado con promedios más discretos en otros años. Pese a estos avances la administración pública que entre en funciones como resultado de los comicios de abril de 2018 tendrá la urgencia de eliminar las condiciones de pobreza extrema en la que se encuentran 200 mil paraguayos que viven en regiones rurales e indígenas.

 El sector del trabajo informal es una característica histórica de la población de este país, por lo que el gobierno responsable en el ciclo 2018-2023 deberá fomentar los mecanismos de seguridad social para estos trabajadores, además de mejorar la captación de impuestos de dicho rubro. Esta situación ha fortalecido el porcentajes de empleo que ofrece la agricultura (20%) y a industria (30%), a diferencia de los servicios (49%). Este último inferior al de otros países de América Latina.

La distribución laboral paraguaya ha permitido avances importantes en las actividades primarias con fines de exportación. Es uno de los cinco productores más importantes de soya y de carne bovina en el mundo, además de caracterizarse continentalmente como un importante vendedor de energía. Asimismo, posee una de las tasas más importante de crecimiento industrial a escala global, datos sobresalientes para una nación con apenas seis millones de habitantes y cuyo comercio internacional se transporta vía fluvial o por carreteras.

Una reforma que se ha postergado por décadas es eliminar una cantidad de ceros en la moneda nacional, el guaraní. Si bien se han presentado iniciativas en el Congreso paraguayo, estas no han tenido la aprobación, pese a que la equivalencia de un dólar estadounidense a inicios de 2018 era de cinco mil 631 guaraníes.

Las elecciones de este país sudamericano también marcarán la decisión del electorado de dar continuidad a los políticos de la Asociación Nacional Republicana- Partido Colorado, filiación del Presidente Cartes. Dicha institución acaba de celebrar 120 años de su fundación y ha sido la fuerza dominante al mantener la Presidencia de la nación desde 1946 hasta 2008, para volverla a ganar en 2013.

En contraparte, el Frente Guasú con las fuerzas de izquierda se presentan como alternativa después de vencer los 62 años de gobierno del Partido Colorado, con la presidencia de Fernando Lugo en 2008-2012, y Federico Franco de 2012-2013. Por tanto serán elecciones competidas en la que la voluntad popular elegirá los destinos de Paraguay para los siguientes cinco años.

Debido a la polarización del voto entre estas dos grandes opciones políticas, es importante que independientemente del partido ganador pueda consolidar la estabilidad y gobernabilidad del país. Los ciudadanos tienen la palabra.

el autor es Posdoctorado en Control Parlamentario y Políticas Públicas. Universidad de Alcalá de Henares.