Óscar Pérez es el jefe de una banda policial insurrecta que en julio de 2017, en plenas protestas antigubernamentales que causaron más de 100 muertos, lanzó granadas desde un helicóptero (de la Policía científica) contra edificios del Gobierno, en Caracas. Desde entonces, el apodado como el ‘Rambo’ de Venezuela y sus secuaces fueron declarados como terroristas por el régimen de Nicolás Maduro. Entonces, el agente llamó a derribar el Ejecutivo chavista.

Pues bien, este lunes se ha informado del desmantelamiento del grupo armado liderado por Pérez. Maduro ha confirmado que ha dado caza al particular policía que se encontraba en fuga y perseguido por las autoridades bajo la alerta nacional e internacional. En el operativo no se han esclarecido el número de muertos ni de heridos. Lo que sí se ha explicado es que la maniobra comenzó en las primeras horas de esta jornada.

Fue el mismo agente insurrecto el que anunció, a través de sus redes sociales, que estaba cercado en el barrio caraqueño de El Junquito. “Aquí nos encontramos en la carretera nueva de El Junquito. Estamos negociando, no queremos hacer frente a funcionarios, que de paso hay conocidos de nosotros, somos patriotas, somos nacionalistas, venimos con toda nuestra convicción”, aseguró en Instagram. Y expuso que “para los que tuvieron dudas aquí estamos peleando, nos han disparado, estamos agazapados, pero ya estamos negociando con los funcionarios, los fiscales”.

En ese mensaje Pérez pide a Venezuela luchar por la libertad y no caer en la desesperanza. Sea como fuere, ya por la tarde el Ministerio de Interior del país expuso que los miembros del grupo parapetado “hicieron resistencia armada, fueron abatidos y cinco criminales fueron capturados y detenidos“. La nota oficial confesó que fallecieron dos policías y otros cinco fueron “gravemente heridos”, aunque no especificó si el ‘Rambo’ caribeño murió o fue detenido.

El comunicado emitido por el ministerio afirma que la suerte de guerrilla estaba “fuertemente apertrechado (listo) con armamento de alto calibre y abrieron fuego contra los funcionarios encargados de su captura e intentaron hacer detonar un vehículo cargado de explosivos”.

Ante este episodio violento se mostraron disconformes las ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social y Provea. Ambas asociaciones denunciaron el cariz del operativo de seguridad y denunciaron que se habían violado los derechos humanos de los rebeldes. Según su criterio, Pérez y compañía no eran terroristas sino disidentes. El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos afirmó en Twitter que el “Estado no agotó la vía de la resolución pacífica y propició desenlace con muertes y heridos en operativo de captura de Oscar Pérez”, mientras que el OVCS publicó el siguiente análisis: “Posible ejecución extrajudicial durante detención del piloto Óscar Pérez”

Más tarde llegaría la respuesta del Servicio Penitenciario, Iris Varela. Dicha autoridad llamó a las autoridades a detener al ex ministro de Interior Miguel Rodríguez Torres, debido a que le considera mentor de Pérez. “El asesino Oscar Pérez y su banda de terroristas, pagaran con todo el peso de la ley por todo el daño que han causado cegando la vida a funcionarios, aquí no vale el llanto ni el arrepentimiento. Urge capturar a su mentor Miguel Rodríguez Torres, tanto o mas peligroso que esta lacra”, subrayó.

En otro orden de cosas, Maduro compartió el informe oficial que esclarece que la pobreza extrema se mantuvo y el desempleo bajó al 6%. También dijo conocer que la disidencia tenía previsto no participar en las siguiente Presidenciales y aclaró que todos los puntos del diálogo de paz ya fueron acordados con la oposición. “Todos los temas están sobre la mesa. Yo puedo decirles sin dar detalles ni violar las reglas de juego, que ellos (opositores) sí violan: de los siete puntos que están sobre la mesa, están acordados los 7 puntos ya. Están redactados los siete puntos ya”, aclaró.

Por otro lado, la Mesa de la Unidad Democrática confesó que “hay puntos donde ya hay acuerdos. Otros en que las diferencias son sustanciales. El principio guía de que nada está acordado hasta que está todo acordado impide establecer si se podrá cristalizar finalmente en un acuerdo o no”. Y en su nota reseñó que “estamos trabajando todos los días para tratar de alcanzar un acuerdo. Las reuniones en Dominicana son solo una parte del proceso de negociación que incluye reuniones bilaterales, multilaterales, consultas con las cancillerías de los países acompañantes, intercambio de papeles de trabajo”.