Martha Tagle Martínez

Desde hace varias décadas, los países de América Latina se caracterizan por un continuo proceso de reformas del Estado y cambios institucionales, sumado al déficit democrático y al difícil contexto socio-económico.

Como senadora ciudadana, estoy consciente de la situación por la que atraviesa nuestro país estoy convencida de que la mejor manera de revertir la situación depende de las acciones que den respuesta a las demandas sociales en aras de fortalecer nuestra democracia y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

En razón de ello, considero que este año en el que se llevarán elecciones en más de 35 países a nivel mundial, es el momento propicio para atender e impulsar temas que se encuentran pendientes en los congresos y hacerlo desde una óptica ciudadana, con criterios de parlamento abierto, generando mecanismos para que realmente se tomen en cuenta las propuestas, observaciones y definiciones que se hagan desde la sociedad civil, la academia y los especialistas.

La participación ciudadana es fundamental en el diseño de toda política pública, por ejemplo, y de acuerdo con el Informe Nacional sobre Desarrollo Humano, 2013, la ONU señala que en América Latina Haití es el país con mayor participación en la toma de decisiones democráticas, mientras que Costa Rica es el país con la más baja participación ciudadana de América Latina y el Caribe.

En razón de ello, me he apoyado con diversas organizaciones de la sociedad civil para impulsar desde el Senado mexicano y en colaboración de una “Bancada Ciudadana” los siguientes temas: anticorrupción, transparencia y rendición de cuentas; justicia y seguridad ciudadana, género y derechos humanos.

La participación y representación ciudadana terminará con el desencanto causado por el pobre desempeño de la clase política y reivindicará otra forma de ejercer la política que toma su base en la democracia.

En estos tiempos tan vertiginosos y cambiantes lo que los países de América Latina urgentemente requieren es de la reconstrucción del tejido social y de la innovación y fortalecimiento de las instituciones. Sin partidos políticos bien organizados y capaces de sumar adherencias y orientar a la ciudadanía al debate político, es difícil crear la sensación favorable de que en el país hay dirigentes o potenciales autoridades que sean capaces de desarrollar una agenda pública acorde con los intereses ciudadanos.

Aunado a lo anterior, es importante iniciar este 2018 con un consenso ciudadano, que representará ese eslabón de una cadena de acuerdos y acciones para contribuir con una mayor estabilidad social, reiterándole en todo momento a los partidos políticos que sin acuerdos sociales no hay democracia durable ni desarrollo real.

*SENADORA POR LA CIUDAD DE MÉXICO

TWITTER: @MarthaTagle