Las diferencias, fracturas y desacuerdos iniciaron ya al interior de la coalición Por México al Frente debido al reparto de candidaturas federales y estatales, aun cuando en el convenio firmado por los tres partidos que la integran se establece que al Partido Acción Nacional (PAN) le corresponde llevar la candidatura a la Presidencia de la República, al Partido de la Revolución Democrática (PRD) la Ciudad de México y en cada estado las posiciones también se definirán por conceso, considerando la fuerza política de cada partido.

Sin embargo, analistas políticos consideran que “tal parece que las dirigencias nacionales del PAN, del PRD y de Movimiento Ciudadano, ignoraron a las dirigencias locales al momento de hacer el reparto de las candidaturas a las diputaciones federales y senadurías en el convenio de coalición Por México al Frente para las elecciones del 2018”.

Porque de haberse “considerado la opinión de las dirigencias locales no habría complicaciones en la construcción de la coalición local en algunas de las entidades donde este año habrá elecciones concurrentes”, señalan los expertos políticos.

De acuerdo a lo publicado en la prensa nacional las entidades que han tenido problemas para concretar la coalición son: Nuevo León, Jalisco, Morelos, Coahuila, pues no coinciden los intereses políticos de los tres partidos, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México (Flacso-México) asegura a Siempre! que este escenario de tensiones, diferencias, e incluso fracturas es común a la hora de la distribución de las candidaturas. “Es natural en todos los partidos, más aún en las alianzas, ya que es una prueba de fuego que no todos pasan perfectamente bien, algunos la pasan pero pierden el decoro, otros la pasan y pierden algunas partes del cuerpo político y otros definitivamente reprueban”.

“En el caso particular de la coalición Por México al Frente, ellos fueron muy pragmáticos en su negociación al hacer divisiones de posiciones por la influencia electoral previa de cada partido tanto a nivel nacional como a nivel local. Aceptaron no hacer coaliciones en algunas elecciones locales, aunque eso incrementará, quizá, la información contradictoria, la confusión en algunos electores, pero en términos políticos fue inteligente, porque así no obligan a procesar acuerdos en donde no es posible”, explica el analista.

Por  tanto, dice, “es una coalición parcial y así se presentará en la boleta; es normal en cualquier formación política; en las coaliciones ese problema normal se amplifica; y sin embargo, el Frente fue muy pragmático y muy inteligente al dividir las posiciones para partidos”.

Loza Otero ejemplifica, “el candidato de la coalición en la Ciudad de México finalmente lo designará el PRD, aunque el PAN o Movimiento Ciudadano puedan incomodar por alguna expresión, postura, no pasará de ahí. Lo mismo sucede con las delegaciones políticas —ahora alcaldías— se dividieron claramente cuáles son  para el PRD y cuáles para el PAN, ahí tampoco abra problemas y así en general todas las posiciones de diputados federales  y senadores y aquellas coaliciones que se hagan en los estados”.

Para el investigador de la Flacso-México la controversia interna más sonora en el Frente ha sido la que precedió el acuerdo en donde aparentemente Miguel Ángel Mancera quería competir en una contienda abierta por la candidatura presidencial, pero estaba muy en contra punto de la forma en que se fraguó la alianza, de los tiempos mismos del Frente. Esto fue más bien pirotecnia para lograr posteriormente lo que logró, que se abriera el proceso en la Ciudad de México y poder respaldar a uno o dos candidatos y generar una selección interna en donde no es un hecho que Alejandra Barrales sea la candidata del PRD a la Jefatura de Gobierno, aunque sea la candidata más fuerte.

“Lo más sonoro fue, por un lado, esa controversia previa a la concreción del Frente Ciudadano por México, que al final se resolvió bien y que es usual y natural en el procesamiento de las candidaturas”, afirma.

Agrega que “otra controversia muy sonora es, quizá para quienes vivimos en la Ciudad de México no es tan familiar, pero es muy importante, es que no se haya hecho la coalición en Jalisco y que la candidatura de Enrique Alfaro procese únicamente por la vía de Movimiento Ciudadano, aunque localmente tendrá rivales en candidaturas del PRD y del PAN”.

Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México (Flacso-México).

El especialista en temas de democracia y comportamiento electoral  explica  que por las circunstancias de Jalisco, por la historia política de Alfaro, era muy difícil que aceptara el aval del PAN y del PRD en una coalición para la gubernatura. Alfaro se opone a eso, va solo con Movimiento Ciudadano y sin embargo, no rompe con el Frente a nivel nacional, él mismo ha dicho que respaldará al candidato presidencial de la coalición Por México al Frente.

“Era una situación muy delicada, difícil, pero el Frente logró operar adecuadamente y de aquí a que se tengan las candidaturas de diputados, senadores y candidaturas locales, se verán sin duda muchas controversias públicas y rupturas, aunque será difícil que las rupturas sean muy sonoras e impliquen pérdidas electorales, porque en la ley electoral actual quien haya sido precandidato en una contienda interna de un partido ya no puede ir como candidato apoyado por otro partido, eso desinhibe las salidas”, indica Loza.

Apunta que “antes un candidato que perdía en una interna de su partido, si era realmente fuerte se iba a otro partido y ahí lograba la postulación.  Al final lo que lo alentaba no era la supuesta falta de democracia de su partido original y la conversión ideológica o la comunión con un programa del partido que lo recibía, sino la posibilidad de ser candidato”.

“Como eso no estará ya en el mercado electoral como ficha de cambio hará que lo que se vea sean inconformidades públicas, pataleos, fuertes presiones, jaloneos, pero finalmente alineamiento, un poco como se vio, aunque no es el caso del Frente, con Ricardo Monreal en Morena”, dice Loza.

Intercambio de posiciones

El doctor en ciencias sociales por El Colegio de México destaca que fue “precisamente el respaldo del PAN al PRD lo que hizo posible la negociación para concretar la alianza. Se refiere al caso concreto de la Ciudad de México, desde hace un año, desde antes que existiera el Frente, era claro que el PRD se conformaría con una coalición que le permitiera repetir su gobierno en la capital.  Se sabe que se lo pidió a Morena, a Andrés Manuel López Obrador, pero él no estuvo de acuerdo, no quiso darle esa posición al PRD y eso hizo que fuera imposible la alianza”.

“El PRD sabía que era un partido sin capacidad de ganar la elección presidencial, por eso estaba dispuesto a intercambiar su apoyo en la elección presidencial por la posición de la Ciudad de México y lo logró con el PAN. Ese esquema de tu eres el fuerte a nivel nacional quédate con la presidencia, yo soy el fuerte a nivel local, me quedó con la candidatura de la ciudad, es el mismo esquema que utilizarán para las diputaciones”.

Explica cómo funciona la coalición, “el PRD es el fuerte en la ciudad, pero necesita el apoyo del PAN para ganarle a Morena; en Guanajuato el fuerte es el PAN, pero necesita el apoyo del PRD para ganarle a su rival más fuerte, el PRI. Ese es el esquema, se tiene que ceder muchas posiciones para tener el apoyo y de esas posiciones que se ceden, vamos a ponerlo en números, de 10 posiciones que el PAN ceda seguramente unas seis, siete, son indudablemente posiciones fuertes del aliado, pero en cuatro, en tres, en cinco, los propios partidarios de Ricardo Anaya, los propios panistas, estarán en contra de que se le den al PRD esas posiciones”.

“Eso —dice— genera un conflicto interno que puede traducirse en que no apoyen la campaña del PRD o de Movimiento Ciudadano, que incluso la boicoteen o simplemente se alejen. Es muy difícil que presenciemos, pero podría suceder, una que se salgan del partido y apoyen abiertamente a otra coalición o a otra candidatura, porque ya pasó el tiempo del registro de los independientes y si fueron precandidatos no podrán ser luego candidatos por otro partido y como los otros partidos también son coaliciones parciales tiene igualmente muchos compromisos, entonces será muy difícil que intercambien posiciones por apoyo”.

Nicolás Loza, asegura que “en la coalición de Morena también muchas personas están inconformes porque entregó algo así como el 25% de los distritos al Partido Encuentro Social, un partido muy pequeño y muy débil y sin embargo es la lógica de las coaliciones porque si no hay ese intercambio no hay coalición”.

“Las coaliciones nunca en realidad, pero ahora es muy claro, se hacen solo por razones ideológicas, se hacen sobre todo para maximizar la probabilidad de ganar posiciones y distribuir el pastel, eso siempre ha sido así, y ahora con estas coaliciones tan heterodoxas en términos  ideológicos es muy claro que eso está sucediendo”.

“El PRD y el PAN son dos partidos nacionales que fueron muy fuertes hace 10 años, que hoy están debilitados, que suman sus estructuras, quizá algo de sus votantes también, tendrán un mejor resultado juntos que separados, y al final la suerte del Frente dependerá muchísimo de la suerte de la candidatura de Ricardo Anaya”, asegura Nicolás Loza.