“El lenguaje es, como saben, el murmullo de todo lo que se pronuncia, y es al mismo tiempo ese sistema transparente que hace que, cuando hablamos, se nos comprenda”. Michel Foucault

Singapur es una pequeña ciudad- estado del sudeste asiático, geopolíticamente ubicado en una excelente posición en las costas del Océano Indico, es un punto central para el comercio y los transportes entre otros dos tigres de la economía asiática, tales como Malasia e Indonesia. Pese a tener un territorio reducido (poco más de 700 kilométros2, la mitad del actual territorio de la Ciudad de México) se ha convertido en poco tiempo en uno de los países económicamente más avanzados de la región, al tener logros extraordinarios como el quinto indicador del desarrollo humano más alto del planeta, únicamente superado por Noruega, Australia, Suiza y Alemania. También no deja de  sorprender que sea el tercer país del orbe con mayor esperanza de vida al nacer (85.2 años en promedio) o tener la cuarta tasa de mortalidad infantil menor del mundo, lo que representa la calidad de sus servicios médicos.

También destaca en esta nación el crisol cultural conformado por costumbres locales que se han fortalecido con las creencias del alto número de migrantes que llegan constantemente a Singapur. Esto ha tenido como resultado una multiplicidad de razas, credos e ideas en la población, la cual ha encontrado un sitio ideal para su desarrollo personal.

Pese a las bonanzas vivir en este país de la península malaya pareciera no ser tan sencillo, con penas muy severas para delitos menores como robos, manejar bajo estado de ebriedad o ver pornografía que se cumplen en la cárcel, además de prohibir el consumo de gomas de mascar o regulaciones muy estrictas para fumadores. Otras actividades tienen una multa costosa como tirar basura en las calles, comer o beber en transporte público, cruzar la calle fuera de los espacios destinados. E imposible el uso o tráfico de drogas, la cual aplica pena de muerte.

Ante dichas situaciones pareciera que la rigidez en las normas puedan generar un descontento social, sin embargo, y con un gobierno que ha dado pocos o nulos indicios en materias como transparencia, rendición o datos abiertos hay una aceptación sorprendente por parte de la ciudadanía, que prefiere gozar de buenos niveles de calidad de vida a cambio de un orden comunitario poco flexible. ¿Qué ha llevado a esta eficiencia gubernamental la aceptación popular pese a la severidad de la población? Los cerca de seis millones de habitantes de la demarcación tienen la característica de un porcentaje de 100% urbano, por lo que tienen accesibilidad en servicios como educación, alimentación, vivienda o de salud, entre otros. Otros satisfactores que gozan los singapurenses es un producto interno bruto (PIB) per cápita cercano a 91 mil dólares estadounidenses anuales.

Pese a los indicadores económicos asombrosos los singapurenses no tienen permitido comprar un vehículo. El exceso de automotores en un espacio pequeño generó un gran hacinamiento, por lo que el gobierno ha invertido grandes cantidades de recursos para contar con una extensa red de trenes y autobuses urbanos limitando el comercio de las grandes firmas de vehículos. Anterior a esta medida existían aranceles muy elevados, por lo que el precio comercial de estos bienes podría cuadriplicar el costo que se pueden obtener en otras economías avanzadas productoras como Japón, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos.

Este alto ingreso económico de la población, aunado a una economía de mercado libre ha permitido a Singapur destacar a escala mundial en campos como la petroquímica, desarrollo industrial, avances tecnológicos o ciencias biomédicas. Cabe destacar que la refinería más grande del continente está en este pequeño territorio.

La rigidez de las leyes en este país del sureste asiático ha impuesto un orden que ha sido aprovechado por los inversionistas de diferentes partes del mundo, lo que ha convertido a Singapur en un referente comercial a escala mundial. Ejemplo de estas medidas fue la erradicación de la corrupción, con tal dureza que difícilmente se dan casos, lo que ha fomentado en el avance económico. El siguiente punto fue controlar a la prensa, pese a que no se han registrado asesinatos de comunicadores en el último año, la organización Reporteros sin Fronteras señala que el gobierno encabezado por el Primer Ministro Lee Hsien Loong suele demandar a los periodistas que critican al régimen, por lo que hay un alto número de procesos judiciales contra los trabajadores de la información bajo las acusaciones de difamación o sedición, con condenas de 21 años de reclusión. No obstante, la violencia contra este gremio también está documentada –de acuerdo a esta organización de la sociedad civil- con la censura y eliminación de contenidos en páginas de internet, afectar el empleo de periodistas a fin de provocar su desesperación e irse del país ante la falta de oportunidades laborales.

Sin embargo, ante la intolerancia gubernamental a la libertad de expresión la administración pública local no muestra preocupación, ya que de la mano de los servicios públicos están enfocados al uso y aprovechamiento de la tecnología para facilitar la vida de los singapurenses. La meta de los tomadores de decisiones es lograr una ciudad inteligente en pocos años, en la que sensores, cámaras y drones realicen funciones básicas como traslados, avisos de emergencias, mediciones de condiciones atmosféricas, entre otros. Con el consentimiento de los ciudadanos, estas prioridades estarán presentes en la agenda política antes que las políticas encaminadas al acceso de información, transparencia y gobierno abierto.

El autor es Posdoctorado en Control Parlamentario y Políticas Públicas. Universidad de Alcalá de Henares.