Tras denunciar al PRI de estar orquestando una guerra sucia en su contra, el candidato a la presidencia de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, aseguró que las nuevas acusaciones son un refrito de lo publicado y aclarado en un periódico de circulación nacional hace más de 5 meses.

Esto luego de que el día de ayer un grupo de abogados presentó una denuncia por la triangulación de recursos a través de paraísos fiscales para la compra y venta ilegal de un terreno en Querétaro.

El panista se defiende

Mediante una carta enviada a los medios de comunicación, explicó que la empresa de su propiedad vendió dicha nave industrial, lo cual está declarado en su 3 de 3 y que se encuentra al corriente de sus obligaciones fiscales.

“No conozco de irregularidad alguna. En cualquier caso, a quien le correspondería verificar que su empresa (Manhattan Master Plan Development) cumple con la normatividad vigente, es a las autoridades competentes, y no a quienes únicamente le vendimos un inmueble cuyo precio fue cubierto a nuestra entera satisfacción”.

Señaló que es absurdo y de risa loca el hecho de que se le acuse de perseguir y amenazar a quienes presuntamente operaron la compra-venta del inmueble y quienes son los que presentaron la denuncia en su contra.

La denuncia

En conferencia de prensa, el abogado Adrián Xamán McGregor explicó que sus clientes Alberto N. y Daniel N. fueron contratados a través de Manuel Barreiro, empresario inmobiliario de Querétaro, para triangular los recursos a fin de realizar una transacción de 54 millones de pesos para comprar una nave industrial en Querétaro, para lo cual tenían que construir personas jurídicas colectivas, así como triangular dinero de los sistemas financieros de México, Suiza, Gibraltar y Canadá.

“Para ocultar el origen del dinero y a su beneficiario final, Manuel Barreiro encargó a mis clientes construir un esquema en que se utilizar empresas fantasmas o fachada construidas, algunas de ellas, por presta nombres o testaferros de toda la confianza del señor Barreiro, y a través de las cuales se hicieran transferencias y triangulaciones económicas en distintas partes del mundo y que de esta forma se perdiera el rastro del dinero”.

Explicó que sus clientes fueron contratados por Barreiro Castañeada para triangular los recursos a través de distintos paraísos fiscales con la condición de que no se conociera el origen de dinero.

McGregor detalló que la nave industrial fue adquirida por la empresa de Anaya y su familia en 10 millones de pesos. “La empresa de Anaya compró el lote a una compañía de Barreiro y dos años más tarde se la vendió como nave industrial en 54 millones”.