Con una sentencia dictada en contra del ex Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y decenas de políticos y empresarios de su país encarcelados por sus resoluciones, el juez brasileño, Sergio Moro, afirmó que ley debe aplicarse para todos y en todos los casos.

Aseguró que “un juez no puede hacerse de la vista gorda, así que si tienes un caso y una acusación con evidencia más allá de la duda razonable de que determinada persona es responsable de un crimen de corrupción, por aceptar sobornos o pagar sobornos, un juez debe cumplir su deber. Debe aplicar la ley y no aceptar la impunidad”.

Entrevistado en México por el diario Reforma, en donde está de visita para hablar del éxito de la operación Lava Jato, de la que han derivado 118 sentencias condenatorias, el abogado brasileño de 45 años, dijo que no cree en las amnistías, pues no resuelven el problema sino que sólo lo prolongan.

“No creo en eso. Hay algunas discusiones en Brasil sobre dar amnistía en casos de corrupción o a las donaciones ilegales de campaña, pero creo que si no se trabaja seriamente sobre este problema, si no se juzga y se emiten sentencias a quienes cometieron estos crímenes, y que sufran las consecuencias, esto tiende a regresar y a esparcirse”,  señaló.

Para el juez Moro, la amnistía no es una solución, pues aseguró que “no se pueden arreglar los problemas del pasado ignorándolos, haciéndose de la vista gorda, se tiene que aplicar la ley”.

La lucha contra la corrupción, consideró, se debe dar independientemente de las consecuencias políticas y económicas  que se generen, ya que el daño que el fenómeno provoca a la confianza ciudadana hacia las instituciones es mucho mayor.

Advirtió  que cuando la corrupción “está esparcida esto puede provocar inestabilidad, pero creo que nuestra democracia es fuerte, que nuestras instituciones se están fortaleciendo con la aplicación de la ley contra la corrupción y no al contrario”, sostuvo.

En opinión del juez brasileño, un requisito indispensable para combatir la corrupción es contar con ministerios públicos, jueces y policías independientes, capaces de actuar contra quien sea, sin importar su poder o influencia.

“La corrupción no es una enfermad tropical. No es el destino de América Latina vivir con altos índices de corrupción, si se tiene un sistema democrático se debe tener fe en que podemos resolver nuestros problemas con voluntad política”.

Añadió que “parte de la solución implica que el proceso judicial sea efectivo contra estos delitos, es parte de la gobernanza de la ley, es parte del Estado de Derecho, tan simple como eso”.

Caso Odebrecht

En julio pasado, el juez Sergio Moro sentenció a nueve años de prisión al expresidente brasileño, Lula da Silva por haber aceptado un departamento de la constructora OAS a cambio de haber influido en el otorgamiento de un contrato concedido por la estatal petrolera Petrobras.

Esta sentencia, ratificada por el tribunal de alzada, forma parte del cúmulo de causas penales abiertas desde 2014 dentro de Lava Jato, en la que también está implicada Odebrecht, que no solo pagó sobornos en Brasil para obtener contratos, sino también en varios países de América Latina, incluido México.

En este sentido, el juez señaló que los altos funcionarios de Odebrecht decidieron colaborar con la justicia brasileña para beneficiarse con penas atenuadas y la evidencia que aportaron ha sido compartida con México, para que el país puede utilizarla contra aquellos que recibieron el pago de sobornos de la constructora.

Personaje polémico en su país, en donde algunos lo consideran un héroe en la cruzada contra la corrupción y otros ser el ariete de un grupo político para impedir que da Silva compita en las elecciones de octubre próximo, Moro consideró que la opinión pública es un factor que ayuda a quiénes combaten a los poderosos.

(Con información de Reforma)