Paul Thomas Anderson es uno de los íconos más célebres del cine norteamericano. Nacido en Studio City, California, el 26 de junio de 1970, ha dedicado su vida a dirigir, producir y ser guionista en la industria cinematográfica. A su corta edad ha sido aclamando como un verdadero prodigio por la critica mundial, pues dejó deslumbrado al mundo después del estreno de cintas míticas como “Boogie Nights” y “Magnolía”, además de haber sido nominado numerosas ocasiones en los premios Oscar. Con un estilo sumamente versátil y poseedor de una amplia cultura, Anderson acaba de presentar El hilo invisible, filme en donde dirigió por segunda y última vez al actor británico Daniel Day-Lewis, quien ha declarado públicamente su retiro después del mencionado proyecto.
La historia versa sobre las relaciones del poder entre un modisto de los años 50, en la capital londinense, y las dos mujeres con quienes lleva una relación. Anderson confiesa haberse sentido cautivado por una época que considera “exquisita y que no se había explorado nunca antes en el cine”, pero además considera emocionante tratar un tema tan peculiar:
“Lo curioso es que la historia se centre en un hombre que siempre está rodeado de mujeres, ya sean sus trabajadoras, su hermana, sus amantes o las clientas que le idolatran”, dijo en entrevista al periódico El Mundo de España.

El cineasta Paul Thomas Anderson.
Tan curiosos personaje, inspirado en celebridades de la talla de Christian Dior y Balenciaga, continúa con el estilo característico de Anderson, que en Embriagado de amor, construyó igualmente a un “hombre bendito entre las mujeres”, lo cual explica simpáticamente diciendo que “sólo cambio la ropa a los personajes”. Asimismo, ha expresado su falta de sorpresa por el retiro de su protagonista, que le parece congruente, con quien asegura siempre fue “extremo trabajar”.
Como singular coincidencia, cabe mencionar que el rodaje de El hilo invisible, que ahora se encuentra nominada a seis estatuillas, comenzó a rodarse exactamente cuando Estados Unidos comenzó a padecer la era Trump:
“Todos en el equipo estábamos muy tristes ese día. Sobre todo, quienes hemos nacido en ese país. Por la diferencia horaria, cada mañana nos despertábamos mirando nuestros teléfonos para leer las noticias y saber qué había pasado la noche anterior. Algo que se repetía cada día al terminar de grabar. Creo que todos teníamos miedo por saber si nuestro país todavía se mantenía en pie. Fueron unos meses terribles y algo muy deprimente. Nadie se reía del asunto”.
Aunque se aproxima la fecha en que se darán a conocer a los ganadores del Oscar, a Paul Thomas Anderson le parece prioridad “que la película se mantenga en cartelera más tiempo y que le público se interese por verla”:
“Me hace sentir bien que reconozcan mi trabajo, pero la mayor ayuda de las nominaciones es que animen al público a ir al cine”.

