La compañía del productor Harvey Weinstein no ha podido superar las denuncias por acoso sexual de su fundador y se ha declarado en bancarrota. Weinstein, uno de los más conocidos y poderosos de Hollywood, se vio obligado en octubre de 2017 a abandonar la compañía de cine por un escándalo que se remonta a décadas atrás.

Si bien, Weinstein no abandonó voluntariamente la compañía, sino que tomó la decisión el consejo de administración de la empresa, que cedió su testigo a su hermano, Bob Weinstein.

Las denuncias de actrices como Jennifer Lawrence, Ashley Judd o Rose McGowan han precipitado el final de una de las compañías más fructíferas de Hollywood, responsable de la producción de The ArtistThe ReaderMalditos BastardosEl discurso del Rey o Vicky Cristina Barcelona.

“Nuestros bancos, socios y accionistas están apoyando completamente nuestra compañía y es falso que la compañía o la junta esté explorando una venta o un cierre”, dijo Bob Weinstein hace cinco meses. Hoy, el comunicado de la compañía remitido a medios estadounidenses informa de lo contrario: “La Weinstein Company se ha involucrado en un proceso de venta con la esperanza de preservar activos y empleos”,

La mancha en el expediente de la compañía por las denuncias de acoso sexual junto a la demanda federal impuesta por el fiscal general del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, tras una investigación por conducta sexual inapropiada ha dilapidado el prestigio de la empresa de cine.

Fruto de cuatro meses de pesquisas, la denuncia de Schneiderman incluye nuevas alegaciones contra Weinstein respecto al “maltrato despiadado y explotador” que ejercía sobre sus empleados, así como testimonios de éstos como víctimas de acoso sexual, intimidación y otras conductas.