“La pobreza ética, moral y de educación política de los políticos se acompaña con posturas protagónicas y circos bien montados cuya finalidad es disfrazar las verdaderas intenciones. Han convertido la política en un juego de simulaciones, mentiras y engaños. Una degradación generalizada”.

“Un componente son las negociaciones secretas, acuerdos vergonzantes que aportan ganancias personales…”, señala Samuel Schmidt, en su artículo titulado: El diputado ideal, publicado en el portal digital del semanario El reto.

Este planteamiento del académico quien ha sido parte de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y del Colegio de Chihuahua –del que fue despedido injustamente por el ahora gobernador del estado– describe lo sucedido en el marco del Consejo Nacional del PAN, el pasado 17 de febrero, cuando Javier Corral, gobernador de Chihuahua, se deslindó del proceso con el que Acción Nacional eligió a candidatos plurinominales para el Senado de la República, acusando que fue un “proceso de simulación política”.

Quería 900 millones de pesos

En un video difundido en redes sociales se escucha al panista señalar que “el reducido grupo de cinco personas que ahora dirige el PAN, está abusando” de la mayoría que tiene en los órganos del partido. Estas declaraciones se dan luego de que el partido blanquiazul incluyera en su lista a personajes como Damián Zepeda, Josefina Vázquez Mota y Miguel Ángel Mancera.

En opinión de Samuel Schmidt, “lo que hizo Javier Corral en la asamblea del PAN fue actuar como rufián, ese es su estilo de negociar”. Su molestia es que entre las primeras cinco posiciones que maneja el partido en la lista de candidaturas de representación proporcional (plurinominales) al Senado de la República no está Gustavo Madero. Incluso, Madero repitió los mismos argumentos que dijo Corral.

“No es que sea demócrata, lo que quiere Corral es participar en el reparto del poder para que le toque lo más posible. Aquí se cruzan dos factores políticos de gran envergadura: el primero es que todavía no tomaba posición como gobernador de Chihuahua cuando ya soltaba el rumor de que le interesaba competir para la Presidencia de la República. Se repite un poco la competencia Corral-Anaya por la presidencia de Acción Nacional, ahora por la candidatura presidencial, y Corral vuelve a perder”, explica el investigador del Teresa Lozano Long Institute of Latin American Studies de la Universidad de Texas en Austin .

El gobernador de Chihuahua “es un tipo con una gran habilidad, se ha rodeado de algunos o algunas comentócratas”, me cuesta mucho trabajo llamarles intelectuales, con un cierto impacto en los medios de comunicación que lo erigen como el gran paladín de la nueva democracia mexicana y en su megalomanía profunda se atrevió a decir que su Marcha por la Dignidad era la nueva revolución mexicana”.

“¿Cuál nueva revolución? —se pregunta—, si lo único que quería era quedarse con 900 millones de pesos —retenidos por la federación—, que quién sabe de dónde salieron porque la primera cifra que manejó fueron 720, la fueron inflando hasta llegar a 900; está bien, pero esa habilidad para posicionarse como si fuera la gran promesa ahora la está alimentado diciendo que es la opción de la derecha mexicana para 2024”.

El politólogo apunta que Corral no reconoce que es un tipo de derecha; ¡no!, lo que dice es que creó un gran frente masivo plural que lo llevó a la gubernatura (en Chihuahua el rumor es que esa elección fue negociada), pero hay ahí cosas que no caben. El físico Víctor Romero hizo un estudio sobre las elecciones en Chiapas, comparó las elecciones de seis años utilizando la distribución gaussiana o la campana de Gauss, una campana típica que usan los matemáticos, una representación gráfica de la distribución normal de un grupo de datos: “imagínese una campaña vertical y en la parte central se encuentra la mayor parte de los eventos, que en este caso son votos, la partes de afuera son marginales, entonces en la gaussiana lo que se supone y es correcto es que la mayor parte de los votos están ahí”.

“Lo que Romero hizo fue comparar dos procesos electorales en Chiapas y encontró que en una elección la gaussiana se movió mucho. La sociedad no es así, no se mueve mucho, se mueve poco, tal vez está marginal, por eso Romero se da a la tarea de averiguar qué pasó en Chiapas, y lo que sucedió es que se crearon urnas de más o casillas de más cuando la población rural se estaba vaciando en Chiapas”.

En este sentido “alguien le preguntó: ¿ahí se compraron votos?, y Romero, que es físico, dijo: de eso no tengo evidencia y no habló de eso, con toda razón, pues nadie tiene esa evidencia exacta”.

Samuel Schmidt, comenta que cuenta esta historia porque si uno hace una gaussiana de la elección en Chihuahua, uno verá cómo la gaussiana se mueve, no poco, mucho, al grado de que el PRI pierde absolutamente todo, la gubernatura, las diputaciones, las presidencias municipales; pero la sociedad no es así, la maquinaría de compra de votos del PRI no deja de funcionar, porque ahí está; ¡ojo con lo que estoy diciendo!, demócrata no es ninguno, sino que de repente la maquinaria de compra de votos no se colapsa, pero sí el truco para cambiar los resultados”.

Circunstancia —afirma— que “Corral ha aprovechado muy bien, diciendo que es el gran triunfador de Chihuahua, el gran demócrata porque derrotó al PRI, porque logró que Los Galileos —corriente interna del PRD— se montaran, Denise Dresser, etc., entonces su megalomanía profunda lo llevó a pensar que él efectivamente era la única carta para la Presidencia, pero Anaya le ganó”.

Por eso, “lo que hizo Corral en la asamblea del PAN fue ensuciar el triunfo de Anaya para obligarlo a renegociar posiciones, en específico, las diputaciones plurinominales”, asegura el también investigador del International Advisory Board for Immigration Studies. U.S.-Mexico Research Program de la Universidad de California-Los Angeles.

Aunque puso a su secretario general de gobierno como senador —César Jáuregui Robles—, está en el lugar 12, muy abajo, ahora tiene que acomodar a Madero, quiere la cuota. Le voy a contar cómo llegó a la candidatura para gobernador, para que vea quién es: hubo un grupo de cinco o seis panistas de Chihuahua que se juntaron y dijeron: entre nosotros va, de esa mesa, Madero, Corral y [Juan] Blanco aseguraron: yo no voy; los otros tres dijeron, es entre tres, hay que ver el procedimiento, establecieron reglas, para que el proceso saliera a favor de alguno de ellos, esto me lo contó uno de los involucrados, pero cuando todo estaba ya listo para elegir, Corral regresa y dice, siempre sí voy, porque ya había negociado en México. Te traicionaron, le dije a quien me lo contó. Así actúa Corral, ese es su estilo político”.

 

Meter las manos

De ahí que el director del semanario El Reto asegure que la supuesta ruptura entre Ricardo Anaya y Javier Corral fue parte de la estrategia del gobernador de Chihuahua para negociar posiciones en el Poder Legislativo, aunque para el Senado ya no se puede; incluso en una entrevista callejera el mismo Corral dijo: lo que ya está se queda; claro, esa lista no se mueve, la negociaron los grupos involucrados, y no están dispuestos a meter al proceso la tensión que esto generaría, además de que no conviene modificar la lista.

Schmidt continúa: “lo que no está definido todavía, será en unos días, es la lista de las diputaciones plurinominales y ahí es donde Corral está haciendo todo lo posible para acomodar a su gente. Ya se dio el encontronazo con Anaya, ya se abrazaron, ya dijo Anaya que tuvieron una plática muy buena, claro fue la plática donde se intercambiaron las posiciones y los nombres. Habría que ser conscientes de que estamos hablando de un sistema donde la democracia es una simulación, donde las negociaciones secretas son las que mandan y para ese tipo de manejos Corral se pinta solo”.

Esta es su estrategia para “poder meter las manos en la diputación, porque es el Poder Legislativo, es algo que sí conoce, ya metió un dedo en el Senado, pero poder meter las manos en la diputación implica poder generar una opción de poder hacia quien llegue. Escucho entre los panistas el siguiente argumento: es que urge entrar a la diputación por si gana López Obrador; porque lo que ven los panistas es que la posibilidad de que Anaya pierda es muy alta, por lo tanto, tienen que atrincherarse en el Poder Legislativo para no permitir que López Obrador gobierne”, explica el académico.

“Imagínese qué perversión de estrategia, eso es lo que busca Corral, poder liderar la estrategia de bloqueo de López Obrador presidente para decir: soy el bueno para el 2024”.

Por eso el gobernador de Chihuahua asegura que no se equivoquen, que él no ha roto con el PAN ni con Anaya, así como tampoco con la coalición al Frente por México, y no lo hará, expresa Schmidt, porque, “necesita meter a sus candidatos, todo es negociable con ellos, no hay dignidad, no hay principios. Creo que Groucho Marx escribió su famosa frase: Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros, pensando en ellos. Corral no romperá con ellos y menos porque en ese Frente van segmentos de derecha del PRD con los que se entiende y que a él le conviene”.

“Un indicador interesante serán los resultados de las diputaciones en Chihuahua, ver si repite la elección de quedarse con todo el estado, yo creo que no, tal vez veamos nuevamente el equilibrio normal de las cosas, la gaussiana regresará a su lugar anterior, en donde debe estar”, afirma.

Samuel Schmidt.

 

¿Líder moral de los panistas?

El exdirector del Colegio de Chihuahua expresa su opinión sobre los argumentos que señalan que el exlegislador por Chihuahua busca convertirse en “líder moral” del panismo enojado con su dirigencia: “Líder moral es una alegoría, Corral no tiene calidad moral, tiene un nivel político, porque los cuadros del PAN están tan golpeados, tan descalificados, el partido está tan venido a menos, que un tipo como Corral que se avienta su Marcha por la Dignidad, por cierto todavía no dice cuánto costó y quién la pago, como ciudadanos merecemos conocerlo, ese tipo de actos a los panistas les gusta mucho”.

Qué tan mal está el partido “que Corral logró imponer al candidato para Ciudad Juárez, Ramón Galindo, su subsecretario de Gobierno que es el tipo más descalificado que hay en Ciudad Juárez y lo impusieron a fuerza con asamblea secreta, esa es la capacidad que ha conseguido, lograr conformar a su alrededor, temporalmente, a muchos de los enojados, y digo temporalmente porque las ambiciones son fuertes”, señala.

Apunta que “el día que los panistas descubrieron el poder político y el dinero con el poder político, se les acabó el poco idealismo que les quedaba. Hay un artículo viejísimo de Daniel Cosío Villegas, de los años cuarenta, de cuando Miguel Alemán llega a la presidencia, en donde señala que se murió la Revolución Mexicana, y cuando entra a analizar el PAN indica que es un partido sin hombres y sin ideas. Que solo está acostumbrado a reclamar; es cierto, no han perdido esa condición, por eso cuando llegan al gobierno son inefectivos, esto marca la condición de temporalidad de las alianzas, me siento contigo mientras estemos en el poder, ya no puedes producir, me empiezo a alejar, es lo que hizo Roberto Gil Zuarth con Felipe Calderón, es un ejemplo concreto para que no parezca que nada más quiero hablar mal de los panistas; no, es que los panistas reflejan la miseria del sistema político mexicano, y no es que sea un sistema que funcione bien”.

En opinión del escritor y periodista, México tiene “una política muy pobre y la pobreza de esta política es el reflejo de la pobreza del país, el cual está hundido en la ignorancia, en la baja cultura, en la corrupción, en antivalores. No hay códigos de ética que funcionen, respeto al individuo, por eso tenemos a los Corral, a los Duarte, que no era una blanca paloma era un maleante, es, porque no está muerto. Por tanto, todos estos juegos, prácticas políticas, que dominan el sistema permiten que sean esos personajes los que surjan, los que manejen las cosas, además de que bloqueen la posibilidad de que surja la sangre nueva que nos permita empezar a limpiar el chiquero que han producido en la política estos personajes”.