Las precampañas llegaron a su fin luego de un par de meses de actividades de los precandidatos en busca del voto de los militantes de sus partidos. En un escenario en el que la disputa se centra entre tres alianzas —que para muchos eran impensables anteriormente—, ahora toca el turno al balance que esta fase del proceso electoral deja para todos.

En palabras del director general del Gabinete de Comunicación Estratégica, Federico Berrueto, si algo quedó claro, fueron las estrategias desplegadas por los tres aspirantes: Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña.

Evaluación de precampañas

Berrueto apunta de inicio, en entrevista con Siempre!, que el saldo de esta fase electoral es el desencanto.

“Las precampañas no han sido ni campañas ni precampañas, en realidad es un tema que muestra que cuando la ley impone criterios que no dan margen o van a contrapelo del sentido de la política, pues tenemos eventos de simulación en los que no son ni precampañas ni propiamente campañas”, agregó.

Para el analista, se trató de una oportunidad para que los abanderados desarrollaran sus estrategias particulares.

“Cada candidato ha podido hacer su trabajo –con la excepción de los independientes, que todavía están en el proceso de recolección de firmas y que por lo mismo han estado ausentes del debate y afectados por esa condición–; tenemos un periodo en el cual los principales candidatos ya están definidos y cada quien lo ha desarrollado a su modo”.

Federico Berrueto compartió con este medio su evaluación de lo hecho por los aspirantes presidenciales que compiten por el voto ciudadano para convertirse en presidente de la república.

Andrés Manuel López Obrador

Nuestro entrevistado comenzó revisando lo hecho por el representante de la coalición Morena-PT-PES, de quien aseguró mantiene su estrategia de presentarse como el puntero.

“Andrés Manuel lleva una ventaja y ha sido exitoso en un sentido, que es importante desde el punto de vista estratégico, hacer creer que su condición de ventaja lo hace un candidato que seguramente habrá de ganar; no digo que esto vaya a suceder, sino que él así lo ha vendido, ha sido exitoso en convencer de esta situación y ha utilizado dos recursos: las encuestas —todas, buenas, malas, regulares y falsas incluso—, y también lo que ha hecho con relación a esta situación que se le critica mucho, el oportunismo, cosechar el oportunismo de partidarios de distintas fuerzas políticas y, también, estas deserciones a su favor hacen o ratifican la idea de que es el candidato que habrá de ganar”.

“Insisto, este es un objetivo de campaña, de comunicación y en eso ha logrado esta tarea. Donde se ven lo errores o las debilidades. Primero, que a Andrés Manuel López Obrador no se le ha visto como un candidato presidencial, es un candidato en campaña, es errático, le ha faltado la claridad doctrinaria de tiempos pasados, y este pragmatismo de celebrar alianzas con, por ejemplo, Encuentro Social o cooptar figuras de la política que han tenido una actividad prominente en otros partidos, le ha afectado la claridad de su programa. Que haya tenido críticas por la coalición con el PES no es más que un ejemplo, pero como es un partido de culto al líder, es decir es el partido de Andrés Manuel López Obrador, es un partido que se creó para llevarlo a la presidencia, pues el debate es prácticamente inexistente y todos al interior están sometidos al líder, esto les da fuerza, pero también los muestra como un partido muy rígido, muy estricto, pero como uno autoritario carente de pluralidad y de debate interno”.

Ricardo Anaya

Del abanderado de Por México al Frente, Federico Berrueto señaló que ha cumplido con el objetivo de aumentar su nivel de conocimiento entre la población, pero que tiene que apretar el paso para alcanzar al líder de la contienda.

“Ricardo Anaya ha tenido una cualidad, hacer de la música y de lo que es, en cierta forma, el humor un recurso de campaña. Ha hecho de su objetivo no Andrés Manuel López Obrador, sino el PRI, pues hacia este partido ha dirigido sus baterías con la idea —falsa o cierta, pero finalmente es una idea o decisión estratégica—, de que el que quede en segundo lugar va a cosechar el voto útil contra López Obrador y que esto le daría para ganar la elección presidencial”.

“Es decir, Anaya visualiza dos etapas, primero la de derrotar al tercer lugar o consolidar su posición como segundo lugar, como objetivo inmediato, y ya después ir sobre el primer lugar durante la campaña. No podemos dar fuerza al resultado por una sencilla razón, porque lo que ahora define la intención de voto es el conocimiento del candidato. Anaya es casi 20 puntos más conocido que José Antonio Meade y la ventaja que pudiera haber —hay estudios que consignan distintos resultados— se explica por el nivel de conocimiento”.

José Antonio Meade

Respecto al abanderado de la alianza PRI-PVEM-NA, nuestro entrevistado comentó que tiene frente a sí un reto enorme, no sólo es aumentar su nivel de conocimiento, sino avanzar posiciones en esta batalla por los votos.

“José Antonio Meade lo que hizo durante esta precampaña fue privilegiar el activismo hacia el interior del PRI, con símbolos, eventos, mensajes muy al estilo de dicho partido y esto le permitió lograr este objetivo trazado que era tener un partido unificado, junto con el Verde y Nueva Alianza, y este objetivo sí lo logró, pero —y ese es el pero— al hacer una campaña al interior del PRI no avanzó en algo que es muy útil y muy importante, aumentar el nivel de conocimiento acerca de su persona con un problema adicional; ese 40% de electores que no lo conocen lo hacen a través de un formato tradicional priísta, con la cara impresentable del PRI, pues si se le ve como un político tradicional, la idea de que dicho partido escogiera a un candidato ciudadano precisamente por su potencial, lo que sucedería es que no podría concitar el voto que no está alineado a los partidos y que es el mayoritario”.

Después de las precampañas

Nuestro entrevistado también revisó lo que va a suceder luego del 11 de febrero, fecha en la que empieza el periodo de intercampañas, para dar paso a las campañas electorales a partir del 31 de marzo.

“No es del todo cierto que los candidatos tienen que estar en silencio en las intercampañas, no deben hacer actos de proselitismo, pero finalmente los candidatos son noticia y en la medida en que exista un interés sobre lo que dicen o hagan aparecerán, así que hay que tener cierta reserva en este periodo de intercampaña y luego vienen las campañas”.

“Me queda claro que el objetivo de José Antonio Meade debe ser una campaña para incrementar ese nivel de conocimiento y hacerlo en términos de propuesta, incluso de algo que ya se empezó a visualizar que es de una persona que convoca a la unidad, no a la confrontación o a la polarización a manera de responder a sus adversarios”, comentó Berrueto.

“Ricardo Anaya tendrá que apurar el paso también, para cuestionar a López Obrador. Lo que vería es que también tendría que abrir en una posición de que, efectivamente, tiene la capacidad de derrotarlo y para ello tiene que empezarse a diferenciar y atacarlo”.

“Andrés Manuel, a pesar de que ha tenido tropezones de soberbia, como sucedió con la polémica con Silva-Herzog y Krauze, este tipo de cosas no le ayudan y reflejan y muestran su peor dimensión: la intolerancia. Lo que veo es que López Obrador tiene que ser afable, por decirlo de alguna forma, sobre el conjunto de sus adversarios y el reto será ver si aguanta la presión de la crítica y del escrutinio que seguramente va a haber en la campaña”.

Acerca del último punto, Federico Berrueto consideró que serán importantes los debates que se realizarán en la campaña electoral.

“El mejor para polemizar, por mucho, es Ricardo Anaya, el estilo de Ríos Piter es bueno pero no tiene la contundencia de Ricardo, López Obrador es malo, malo, malo para debatir, pero tiene una base de adherentes que es inmune a muchas cosas entre otras a los errores del tabasqueño; José Antonio Meade tiene una gran experiencia y conocimientos que puede acreditar precisamente en el debate, con su manejo y dominio en muchos de los temas en los que le ha tocado trabajar”, compartió con Siempre! Federico Berrueto.

Pero también incluyó a los aspirantes independientes, en particular a los que consideró podrían aparecer en la boleta electoral.

“Veo a Margarita Zavala en un cuestionamiento hacia el PAN y al autoritarismo en los partidos. A Jaime Rodríguez le dio muy buen resultado su campaña en Nuevo León de crítica a los partidos, seguramente intentará algo semejante y, finalmente, en el caso de Armando Ríos Piter, él trae un mensaje muy bien construido de lo que es la relación de los intereses de los inversionistas en campañas y también del crimen organizado en las mismas, que también esto ha afectado la calidad del gobierno. Seguramente este será su mensaje”.

Federico Berrueto.

Ataques en campaña

Otra faceta de las campañas que analizó Federico Berrueto es la relativa a los ataques que han recibido los distintos abanderados, acerca de lo cual señaló que es algo inevitable y que puede ayudar a la toma de decisión de los electores, aunque alertó respecto al aumento de una guerra sucia en los meses por venir.

“Las elecciones permiten que haya un ejercicio de escrutinio y esto lo da el debate, la confrontación entre uno y otros candidatos, es algo propio del proceso electoral y de las campañas, nadie debe espantarse por eso y, por otro lado, la sociedad debe cumplir con su parte y los medios de comunicación con sus diferentes posturas editoriales deben participar en este ejercicio de escrutinio, no hay nada de malo que los medios tengan la libertad de rechazar o apoyar la causa o candidato que tenga que ver con su línea editorial, esto es propio de las campañas”.

“Ahora, las campañas negras van a seguir estando, no es agradable, en ocasiones es contraproducente, el que más se ha blindado contra esto es Andrés Manuel y Ricardo Anaya, porque a este último no es la primera vez que le hablan fuerte y le presentan supuestas pruebas de corrupción, pero sigue avanzando; dudo que sean eficaces las campañas negras hechas a lo tonto. Ahora, es distinto una campaña negra al escrutinio, López Obrador tiene la habilidad de haber hecho creer a sus seguidores que el escrutinio crítico a su persona es igual a una campaña negra; todos los candidatos van a estar sujetos a escrutinio, el Bronco ha resultado ser un pésimo gobernador, no le va a ir bien, a Margarita le van a pasar las cuentas de Felipe Calderón con todo y que no está mal evaluado y así, en cada caso debemos tener presente que la disputa por el poder es una tarea un tanto ruda y que los intereses y las ambiciones están ahí y también los gritos y sombrerazos”, concluyó Federico Berrueto.

Los obstáculos de los encuestadores

Federico Berrueto describe el escenario al que los encuestadores se enfrentarán en esta campaña electoral, en algo que describe como preocupante por la inseguridad.

“El problema es la precisión y ésta depende de la confianza entre el entrevistado y el encuestador. Este es uno de los grandes problemas que se está viendo en el país, pues la sociedad está perdiendo confianza en las encuestas, primero hay un ambiente de inseguridad que dificulta el trabajo de campo, la extorsión telefónica ha afectado a las entrevistas que se hacen por esta vía, y la encuesta domiciliaria tiene zonas del país a las que los propios encuestadores se niegan a ir o hay zonas acordonadas en donde no se pueden levantar encuestas; por otro lado, a los encuestadores nos ven como parte de la contienda, lo que rompe con el código de confianza que se debe tener para obtener resultados confiables. Pongo sobre la mesa el severo problema que tenemos para tener resultados confiables”.

@AReyesVigueras