El Gobierno de Estados Unidos ha asegurado este martes que Corea del Norte canceló “en el último minuto” una reunión concertada con el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Corea del Sur que se están celebrando en Pyongchang. Este es el titular de la sorprendente e inesperada noticia que vendría a romper la escalada dialéctica que ha enfrentado a Trump y a Kim Jong-un, de forma enconada, en los meses precedentes.

“En el último minuto, los funcionarios norcoreanos decidieron no proceder con la reunión. Lamentamos que no hayan aprovechado esta oportunidad“. Así reza el comunicado emitido por la portavoz del Departamento de Estado del país norteamericano, Heather Nauert. Esta representante del Ejecutivo de Estados Unidos ha señalado que el diplomático estaba preparado para la histórica charla.

El vicepresidente estaba listo para aprovechar esta oportunidad para hacer comprender la necesidad de que Corea del Norte abandone sus programas nucleares y de misiles balísticos ilícitos”, relata Nauert, que a su vez ha subrayado que “no permitiremos que Corea del Norte aproveche su asistencia a los Juegos Olímpicos de Invierno para ocultar la verdadera naturaleza del régimen”.

La información publicada por The Washington Post, que reveló la reunión cancelada, obligó al equipo de Trump a acelerar su proceso comunicativo. Y es que el diario desnudó que la conversación estaba prevista para el 10 de febrero y tendría a Kim Yo-jong, la hermana del líder norcoreano, como interlocutora de Pence. Ambos habían acudido al evento olímpico como representantes máximos de la delegación de sus respectivos países.

Según la descripción efectuada por el medio de comunicación , la delegación enviada por Kim Jong-un interpretó que el vicepresidente estadounidense usó su viaje a Corea del Sur con el objetivo de apuntarse un tanto y anunciar las sanciones “más duras y agresivas” contra Pyongyang. En ese punto decidieron cancelar el encuentro. Lo hicieron con dos horas de antelación, según la versión norcoreana.

Esta noticia se ha hecho pública horas después de que el presidente de Corea del Sur anunciara que tenía pensado aprovechar la visita esta semana de Ivanka Trump para que la hija dle magnate ejerciera como interlocutora en un hipotético acercamiento entre Washington y el régimen norcoreano. Así lo reconoció el portavoz del Ministerio de Exteriores asiático: “Los temas de interés mutuo se podrían tratar con toda naturalidad durante la visita”.

Pero, a pesar de que Seúl cree que este “deshielo olímpico” entre los dos países de la península de Corea sería una ventana oportuna para que llegara el primer contacto entre Estados Unidos y sus vecinos del norte, el comunicado de la Casa Blanca, orgulloso, ha vuelto a congelar el ambiente. Eso sí, está previsto que Moon Jae-in trate a la hija de Trump con el mismo nivel de pompa que como hizo con Kim Yo-jong. Aunque en el Despacho Oval se vea con más recelo que ilusión la mejora de las relaciones entre las dos Coreas.