El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha aclarado su última propuesta para evitar o reducir los tiroteos en el país. Después de que planteara entregar armas a todos los profesores y con ello la polémica, Trump ha informado de que ésta es una noticia falsa (fake news, en inglés) y que únicamente irían armados aquellos docentes que tengan experiencia militar, hayan sido entrenados o sean expertos en su uso. Para incentivar esta elección, el presidente sugirió además que aquellos que se prestasen a portar armas podrían recibir un “bonus” económico como recompensa.

“Creo que no habrá estos tiroteos si la gente sabe que hay gente en el edificio con una pistola. Porque esta gente (los atacantes) son cobardes. No van a entrar en una escuela si el 20% de los maestros tienen armas”, indicó Trump.

El debate sobre la posesión de armas vuelve a estar sobre la mesa después de la matanza del pasado 14 febrero en un instituto de Florida, que se saldó con 17 muertes. A diferencia de otras ocasiones, parece que esta vez podría haber algún cambio en la legislación, ya sea para restringir su uso o más bien para potenciarlo.

Mientras que el dirigente estadounidense insistió en que es necesario armar a algunos profesores para evitar que las escuelas sean “un imán para la gente malvada”, también propuso aumentar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar legalmente un fusil semiautomático pues el autor del tiroteo tiene 19 y perpetró el ataque con un arma que él mismo adquirió.

Sin embargo, la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) se ha opuesto rotundamente a esta última medida y ha obligado a Trump a responder a la pregunta de si planea desafiar a ese grupo de presión que aportó unos 30 millones de dólares a su campaña electoral en 2016.

“No creo que vaya a ir en su contra. Realmente creo que la NRA quiere hacer lo correcto. Tienen una gran relación conmigo, y yo con ellos, y son grandes personas. Aman este país, son patriotas. La NRA quiere hacer lo correcto”, dijo Trump al ser preguntado por el tema en una reunión en la Casa Blanca sobre seguridad en las escuelas.

Trump, que el año pasado prometió a la NRA que tendrían “un gran amigo en la Casa Blanca”, ha estado en contacto con representantes de esa poderosa organización desde el fin de semana, cuando decidió adoptar un papel más activo en la prevención de los tiroteos a raíz de la masacre en Florida.

Por otro lado, Trump volvió a hacer énfasis en su voluntad de que cuando se detecte una persona “psicótica” como el autor del tiroteo de Florida se le mande a una institución mental, al asegurar que muchos de esos centros se cerraron hace años y que algunos de sus pacientes “están viviendo en las calles” y “en muchos casos son muy peligrosos”.

El mandatario también ha sugerido mejorar la base de datos federales sobre antecedentes criminales de posibles compradores de armas, y ha ordenado a su Gobierno prohibir unos dispositivos que permiten convertir en los rifles semiautomáticos en armas de disparo automático, un tipo de armamento que está prohibido en EEUU.

Sin embargo, la Casa Blanca cerró la puerta a la posibilidad de vetar los rifles semiautomáticos como el AR-15 que se usó en el tiroteo de Florida, una idea a la que se opone frontalmente la NRA. “No creemos que la respuesta política inmediata deba ser el prohibir toda una clase de armamento”, argumentó el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Raj Shah, en una conferencia de prensa.

Por último, Trump expresó su rechazo a los simulacros que se hacen en centros de todo el país para enseñar a los estudiantes y profesores cómo reaccionar si en algún momento hay alguien armado disparando en el edificio. “Los simulacros de preparación ante tiradores activos son algo muy negativo. No me gustan”, dijo Trump, que los consideró “muy duros para los niños”.