René Sánchez García

Una de las escritoras con mayor trascendencia de nuestro tiempo, lo es sin duda alguna, Elena Poniatowska (París, 1932). Ella llegó a México siendo una niña y desde 1953 se inició como periodista, entregando sus primeras colaboraciones al periódico Novedades. Una de sus técnicas preferidas para realizar sus reportajes ha sido la entrevista. Esa manera valiente de estar de frente al personaje seleccionado para interrogarlo acerca de su vida, su obra, sus pasiones, sus manías, sus sueños, sus fracasos y hasta sus cuestiones más íntimas. En aquellos tiempos de sus inicios, sólo era necesario un cuaderno, un lápiz y quizás una cámara fotográfica y una grabadora. La entrevista no puede verse como algo sencillo y fácil, pues uno de sus ingredientes más importantes, además de la inteligencia de reacción inmediata, es el valor de enfrentar cara a cara al entrevistado y la autora del célebre libro La noche de Tlatelolco (sobre la masacre estudiantil en el año de 1968, en la plaza de la Tres Culturas de la Ciudad de México) lo ha sabido hacer a la perfección.

A sus casi noventa años de edad, Elena Poniatowska se dio el tiempo para recopilar esas entrevistas realizadas y nos las entrega en dos fabulosos tomos, dignos de gozar su lectura pero, sobre todo, para adentrarse en una porción importante de la historia de México de la segunda mitad del siglo XX. El primero de ellos se llama Palabras Cruzadas (Ediciones Era, México, 2013, 662 pp.), donde nos presenta 35 trabajos publicados con anterioridad. En el actual volumen incluye la vida y obra de personajes de la farándula nacional (actores de cine, de teatro, músicos, cantantes, compositores, etcétera), así como la de infinidad de escritores latinoamericanos que cultivaron la novela, el teatro, la poesía, el cuento, la crítica, la crónica…). Aquí nos percatamos de la vida y milagros de Cantinflas, Cri-Crí, El Santo, Tongolele, María Victoria; pero también de Fernand Braudel, Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Rómulo Gallegos, Ricardo Garibay, José Revueltas, Jaime Sabines, entre otros. Todo este cúmulo de entrevistas le sirvió posteriormente para incursionar con éxito en la novela, el ensayo, la crónica, la ficción, el cuento infantil, entre otros géneros literarios.

Poniatowska, amante de la palabra, enaltece con su obra un valioso reflejo de nuestro México y sus personalidades, así como de otras latitudes. En su reciente volumen, Ida y vuelta (Ediciones Era, México, 2017; 314 pp.), podemos leer la esencia que consiguió la autora de Lilus Kikus al entrevistar a escritores de la talla de Mario Vargas Llosa, Vicente Leñero, Elvira Vargas, Jaime García Terrés, Augusto Roa Bastos, Ángela Gurría, Eduardo Galeano, Gabriel García Márquez y Juan Rulfo, entre otros más. Son en total 15 magníficas entrevistas que nos permiten conocer a fondo todo eso que muy poco se sabe de estos hombres y mujeres que se convierten en “públicos” al escribir para un mundo de lectores con variados intereses.

Dice Fabrizio Mejía Madrid: “Las entrevistas para Elena han sido una forma de alimentar sus crónicas y sus novelas. En ellas no paree haber nada más interesante que el instante en que la que interroga provoca en el entrevistado una reacción, una confesión, incluso una broma. La palabra, el modismo y hasta el mexicanismo detonan una historia contada en preguntas y respuestas. Es una forma de la crónica, aparentemente desentendida, casualmente lograda, pero no es así. Elena trabaja cada entrevista como se construye un texto de ficción”.

Elena Poniatowska, con su libro Ida y vuelta, confirma que estamos en un amplio mosaico de autores que han ido al fondo de la palabra, y ella, Elena, ha colaborado en el retrato de ese fondo.

sagare32@outlook.com