El 25 de abril de 2009, el secretario particular del gobernador de Querétaro presentaba su renuncia para participar en el proceso electoral de ese año para convertirse en diputado local por la vía plurinominal.

Se trataba de una renuncia que podría sumarse a otras muchas que ocurrían en cualquier coyuntura electoral, pero esta llamaba la atención por tratarse de un funcionario que no solo hacía labores para el gobernador, sino que dirigía el Programa de Acción Comunitaria (PAC) —estrategia que permitió a Garrido Patrón ganar la candidatura, pues este tipo de acciones las impulsó desde su anterior cargo, presidente municipal de la capital estatal—, además de ser cercano a la esposa del mandatario, Marcela Torres Peimbert.

Estas elecciones marcaron una derrota del PAN, partido en el que militaban los funcionarios que mencionamos, haciendo que el grupo alrededor de Garrido Patrón pasará al ostracismo político y perdiendo posiciones pese a que las encuestas favorecían al candidato panista, Manuel González Valle. El desastre electoral del PAN se explicaba por la mala gestión del gobierno estatal, el cual en numerosos espacios de opinión era calificado como “autista”.

Pero alguien se salvó: el secretario particular que renunció para convertirse en diputado local; su nombre: Ricardo Anaya Cortés.

Esta posición le permitió afinar algunas de las estrategias que lo harían famoso años más tarde, pues luego de la debacle del panismo queretano él logró apoderarse del partido —incluso logrando ser presidente estatal del mismo—, y construir las bases para una carrera que en pocos años lo llevaría a convertirse en candidato presidencial de una alianza electoral con partidos como el PRD o Movimiento Ciudadano.

Quién es el chico maravilla

Panistas de Querétaro tienen claro que Anaya inició su carrera política en las filas tricolores, pues se afilió al blanquiazul hasta el año 2000, en medio de la euforia electoral por la presencia de Vicente Fox.

Su entrada al panismo se realizó de la mano de Francisco Garrido Patrón, “es su hechura política”, menciona para Siempre! Patricia Espinosa Torres, panista de Querétaro, quien aseguró conocerlo desde entonces.

 “Es un hombre inteligente, indiscutiblemente, hábil, muy astuto, tiene capacidad de estratega y político, lo conocí cuando estaba apoyando la campaña de Francisco Garrido Patrón a la gubernatura, y Anaya fue muy hábil. Agradable en su trato, es la impresión que me dio cuando lo conocí; él antes no había pertenecido al PAN, perteneció a las juventudes del PRI, como documentó Manuel Ovalle, a quien se acercó en 1997. En el 2000 se vinculó a Francisco Garrido, quien ganó la presidencia municipal y gracias a eso dirigió el Instituto Municipal de la Juventud. Ha tenido una trayectoria rápida y muy intensa”, señaló Espinosa Torres.

La expresidente del Inmujeres en el sexenio 2000-2006 también compartió con este medio que Anaya es alguien ambicioso, “tanto en lo positivo como en lo negativo, porque los políticos tenemos que ser ambiciosos para poder acceder”, pero que en el caso del ahora candidato presidencial “quien no lo conoce sí se impacta, proyecta una imagen joven, audaz, pero algunos de los que lo conocimos ya no somos de los que lo escuchamos y nos paramos a aplaudir”.

Otro rasgo que nuestra entrevistada ofreció del exdirigente panista es que se trata de una persona que busca decirle a todos lo que quieren oír, aunque luego no cumpla.

 “Siempre está con su sonrisa, todo ofrece pero a la larga se va viendo que esa sí es para pasar a la siguiente etapa, sea cita o cualquier otra cosa, solo atiende cuando ve cumplir sus intereses. Es una habilidad para hacer sentir a todos bien, pero siempre muy focalizado a su objetivo. No va a dar un paso si no sabe que va a ganar, él junto al gobernador Garrido decidieron quién sería candidato, controlaban el partido, tuvo esa influencia. Garrido moldeó a Ricardo Anaya, pero este sobrepasó al maestro”, describió Patricia Espinosa.

Luego de acompañar al mandatario panista, recordó Espinosa Torres, sucedió la derrota en la elección a gobernador, pero para Ricardo Anaya representó una nueva etapa al convertirse en diputado local, “él no se agobió por esto, quedo como diputado local y controló el partido como presidente”.

Uno de los factores que explicó para entender su rápido ascenso en la política nacional fueron las alianzas que ha logrado tejer, impulsadas por su ambición.

 “Acaba de cumplir 39 años, dejó la Cámara de Diputados —no ha cerrado ciclos—, dejó la presidencia del partido en la entidad por una invitación a ser subsecretario de Turismo. Deja los cargos sin pensar en el bien común del partido, deja pendientes. Tiene la habilidad de tejer alianzas y ha mostrado sus modos desde antes; en Querétaro también se dio una simulación en una elección con un candidato único. Así es como se apoderó del PAN en el estado, así lo ha hecho con el nacional, gracias a las alianzas con Gustavo Madero, Damián Zepeda, Luis Alberto Villareal, todos muy pragmáticos”, señaló.

Patricia Espinosa Torres.

Tradición democrática lastimada

También integrante del grupo Más PAN que se ha preocupado por recuperar los valores del partido, recordó que en este marco se platicó —en la pasada elección de presidente del partido en la que compitieron Javier Corral y el propio Anaya— con ambos candidatos; el queretano les prometió espacios y diálogo “pero nunca cumplió cuando llegó a la presidencia. Esa poca resistencia interna es resultado del control pragmático de las estructuras partidarias en todos los estados. Quien está al frente maneja los recursos y por eso los presidentes de los comités estatales tienen que estar acordes con esto, lo cual explica por qué no ha habido oposición”.

Patricia Espinosa, con una militancia de 30 años, recuerda cómo se daban debates internos en los órganos deliberativos del partido: “a partir de la llegada de Gustavo Madero, los Consejos Nacionales se convierten en sesiones de trámite, todo lo tenían planchado, éramos pocas las voces que estábamos en contra, la tradición democrática en el partido se ha acotado y ahora tenemos una simulación, por el control de los órganos internos”.

El pragmatismo, insistió Espinosa Torres, es lo que ha cambiado la cara del panismo. “Los inconformes, al ver que se les cierran los espacios pues guardan silencio, son omisos, se ve con los gobernadores actuales; los que han manifestado diferencias con Anaya se han alineado con él porque saben que están en juego las posiciones locales que les interesan, es una perversión”.

Acerca de las traiciones que le atribuyen, nuestra entrevistada asegura que, si bien eso es conocido desde hace años, en algunos casos —como con Gustavo Madero— se trata de algo inexplicable.

 “Sí ha traicionado, pero al final de cuentas se impone ese pragmatismo excesivo de acceso al poder, porque tiene las fichas, y ante la pregunta de cómo dejaron que llegara, se dio como la humedad en las paredes; es un juego perverso, sostiene las alianzas porque tiene el control”, comentó.

Jorge Luis Lavalle Maury.

Posible la sustitución del candidato

Luego de que El Universal revelara que la familia política se había beneficiado de los cargos públicos del, en ese momento, presidente del PAN, Ricardo Anaya acudió a la sesión plenaria de los senadores de su partido para dar su versión de los hechos, en donde prometió que daría las pruebas para demostrar su inocencia.

Pero el tiempo ha pasado, se acumuló otra acusación —esta vez por lavado de dinero— y las pruebas no han aparecido, recordó en entrevista con Siempre! Jorge Luis Lavalle Maury, senador e integrante del grupo Rebeldes del PAN.

 “Anaya se adueñó del partido con un grupo reducido de personas, esa crisis en la que se ha sumido el partido en los últimos meses se va a acentuar si no cambian las cosas. El PAN tiene posibilidades, tiene aceptación, pero para eso es necesario tener un candidato que genere confianza y Ricardo Anaya no la genera, están saliendo a la luz muchas de las cosas que no nos dijo a los panistas cuando decidió postularse, y eso es lo que pasa cuando no hay un proceso interno para revisar este tipo de cosas, él se impuso sin dar ningún tipo de explicación”.

El legislador confió a este medio que existen muchos panistas que están molestos con el candidato presidencial de Por México al Frente, por lo que pidió “dar a México un candidato a la altura”, explorando la posibilidad de sustituir al candidato presidencial, aunque no ve voluntad política en los socios electorales del Frente para esto.

Respecto a la trayectoria del exdirigente nacional del blanquiazul, Lavalle Maury explica cómo es que pese a eso llegó hasta la candidatura presidencial.

 “Hubo mucha buena fe de los panistas, tuvo una habilidad muy importante para engañarnos a todos”, destacó para agregar que “esto ha sido resultado de todas las imposiciones de los últimos meses. El panismo está muy molesto, Ricardo no ha sido sincero por las acusaciones que han surgido, no ha presentado explicaciones para aclarar las cosas, es muy delicado que un candidato sea acusado por lavado de dinero, es muy grave lo que está pasando, el partido debe analizar la posibilidad de sustituirlo”.

Acerca de por qué razón se le ha permitido llegar a la posición que actualmente ocupa, Jorge Luis Lavalle reconoce en él a alguien “inteligente, astuto, con don de palabra, lo cual puede ser muy bueno para convencer a la gente, pero también para engañar”.

Asimismo, añadió que “los elementos que se han presentado dan a entender que hubo un ilícito, siguen saliendo evidencias”, de lo cual se desprende que hay que poner atención en cómo se desarrolla este tema por su impacto en el fututo del partido, ya sea que Anaya gane la elección de julio próximo o que sea derrotado.

 “Hay que hacer una profunda reflexión, de cuál es el PAN que queremos. Muchas veces se aprende de las victorias, pero también de las derrotas. Hoy, una derrota que está teniendo el partido no es una electoral, es una a sus principios, a su doctrina, a su vocación democrática de muchos años y que diferenció a los panistas de los demás, lo cual nos daba simpatías entra los ciudadanos, y ahora debemos ser el partido por el cual muchos mexicanos nos enamoramos y decidimos ser parte de esta institución, la cual la están desapareciendo”, concluyó Jorge Luis Lavalle.

Lavado de dinero

Joaquín Xamán McGregor, abogado de dos personas que aseguraron haber participado en las operaciones inmobiliarias que, presuntamente, configuran una operación de lavado de dinero, fue contactado por Siempre! para conocer su punto de vista en relación con este caso. Pese a que en un principio accedió a una entrevista, más tarde canceló la conversación sin responder a posteriores solicitudes.

En tanto, en redes sociales se debate acerca de la actuación de la PGR en este caso. Javier Corral acusó el manejo de la procuraduría en este caso y hasta Sergio Aguayo se mostró sorprendido por la lentitud en el caso Odebrecht en contraste con la rapidez en el de Anaya.

No obstante, las dudas quedan en el aire.

“¿Y cómo le hace un hombre de 30 años (de entonces) para hacerse súbitamente de una pequeña fortuna de casi 60 millones de pesos?”, preguntó en Twitter Margarita Zavala. Es una pregunta que aún no obtiene respuesta.

@AReyesVigueras